jueves, 25 de octubre de 2012

se conseiguieron otro cipayo para que hable, cuanto le pagaron

Cuando salí de la Fragata fue como un puñal en el corazón", afirmó el cantinero de la Fragata Libertad
Luis Suárez, que se desempeñó hasta ayer como cantinero del buque escuela, criticó a la Presidenta por la decisión de que vuelvan los marinos
"Fue una sensación parecida a un puñal en el corazón. O a haber perdido a su madre". Esos sentimientos expresó hoy Luis Suárez, cantinero de la Fragata Libertad, que volvió ayer de Ghana, donde el barco está retenido desde el 2 de octubre pasado. El marino también cuestionó duramente a la presidenta Cristina Kirchner por haber ordenado a la tripulación que abandone el navío.
"Cuando salí de la Fragata fue como un puñal en el corazón. Nuestro barco es un pedazo de la patria", aseguró Suárez en una entrevista televisiva. El cantinero, uno de los pocos tripulantes civiles que realizaban los viajes del buque escuela de la Armada, comparó su vuelta a la Argentina con uno de los días más tristes de su vida: "Fue la misma sensación de cuando se murió mi madre".
Además, aprovechó para c uestionar al Gobierno y a Cristina Kirchner. "La Presidente como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas sabía lo que iba a pasar", señaló en diálogo con el canal TN. "Lo peor que se le puede hacer a un marino es que se le pida que abandone el barco. Así como nos mandaron de vuelta, que también tengas las agallas de restituir el barco", desafió.
"Acá son responsables la Cancillería y la Presidenta, que sabían que íbamos a Ghana. Todos sabían que se iban a correr ese riesgo", aseveró.


Suárez relató que viajó 12 veces sobre la Fragata desde 1985 y reveló su sueldo como cantinero: 1000 dólares. Cuando no está de servicio, este santafecino oriundo de la ciudad de Ceres trabaja como panadero, no tiene hijos y está divorciado. "Seguro después de lo que digo me cortan las piernas", admitió.
Suárez negó conocer que en los primeros días de la retención de la Fragata en el puerto de Tema se haya planeado un escape del buque. También reconoció el labor del capitán, Pablo Salonia, y reprochó las versiones sobre que los marinos vivían cómodos.
"Cuando jugábamos al fútbol poníamos las zapatillas de arco. Y nos bañábamos con agua salada. No somos ricos pero jamás pasamos necesidad", subrayó.
Al terminar, defendió a la Fragata y reclamó porque sea devuelta a la Argentina. "Es el deber de todos nosotros restituirlo", alentó, y luego agregó: "Sabe Dios cuándo volverá el barco"..

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