domingo, 7 de noviembre de 2010

una vision de clarin

La nueva vida de la Presidenta y la difícil soledad del poder
PorPaola Juárez, Especial para Clarín

• La ventana indiscreta
Sólo cuando baja del helicóptero en la quinta de Olivos y entra en la residencia, se deja ganar por el dolor. Hace 10 días, cuando murió su esposo a su lado, todo cambió para siempre. La vida de la Presidenta sin Kirchner es un golpe que jamás imaginó.
En la soledad más íntima que le brinda la casa, Cristina Kirchner se saca los zapatos altos, el blazer negro y comparte la angustia con sus hijos Máximo y Florencia . Ellos son los únicos testigos de los momentos tristes de su madre. Para el resto del mundo K, la Presidenta está “entera”, con “mucha fuerza” y decidida a gobernar con el homenaje permanente como sello.
Los hijos de Néstor y Cristina Kirchner todavía habitan la quinta presidencial. Son los únicos sostenes emocionales de su madre.
No se sabe hasta cuándo se quedarán en Olivos.
“Maxi y Flopy” -así les dicen- siempre tuvieron bajo perfil. Florencia Kirchner apenas terminó el secundario se fue a estudiar cine a Nueva York. Además de cumplir con su vocación, allí disfruta del anonimato siempre buscado.
Podría volverse en breve.
Esta semana se reencontró en la quinta con sus amigos.
Cada metro cuadrado de la residencia trae a la Presidenta recuerdos de su esposo; vivían en ese espacio del poder, a dónde los políticos quieren llegar, desde 2003.
Cristina Kirchner habla mucho con su hijo Máximo . Siempre lo escuchó. Algunos que conocen secretos de Olivos contaron que “Maxi” sigue muy triste.
“Siente mucho la muerte del padre”, dijo una fuente que ingresa en Olivos.
Los Kirchner siempre preservaron la intimidad familiar. La Presidenta lo hace ahora más que nunca.
Quiere que todos la vean “entera”, no se permite la debilidad.
Ni siquiera delante de los choferes que la trasladan a la Casa Rosada, ni de los pilotos del helicóptero presidencial.
No se deja ver por los jardines de Olivos donde antes salía a caminar, a veces con Kirchner.
Tampoco volvió al gimnasio que ella y el ex presidente habían construido en la quinta.
Sólo sale para trabajar.
Es Presidenta todo el tiempo, pero en público es donde trata de mostrarse como la de antes.
Lo aclaró en su discurso al país: una cosa es el dolor (el más grande de su vida) y otra la responsabilidad de ejercer el cargo que se ganó en 2007.
A los ministros los empezó a llamar el día después que el cuerpo de Kirchner quedó en la bóveda del cementerio de Río Gallegos. Pidió “más fuerza que nunca” y dio instrucciones como siempre. Habló con todos.
Se apoyó mucho en el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y convocó al ministro de Planificación, Julio de Vido , quien antes definía todo con “Néstor”.
Los gobernadores del PJ esperan ahora qué alguien diga con quién hay que hablar . Muchos arreglaban cosas con Kirchner y analizaban la estrategia política electoral.
¿Ahora será todo con Cristina? La Presidenta retomó su actividad sin respiro para vivir la tristeza. Ratificó el rumbo y no cambió ni cambiará ahora ministros.
“Ella quiere saber cómo Kirchner manejaba la política” , dijo una fuente.
Eso se hacía desde Olivos. La oficina de “Néstor” era una sede oculta del Gobierno y una unidad básica para 2011.
Cristina Kirchner recibe en estos días -como hizo siempre- a sus asistentes personales, los que conocen sus secretos de belleza y de los que ella detesta que se hable. Tiene diseñados -casi a las apuradas- varios vestidos y tallieurs negros que usa para ir a trabajar y para sus apariciones públicas. Todavía no dijo nada sobre h asta cuándo mantendrá el luto en la vestimenta.
El otro, el privado, es difícil.
Un hombre que conoce la intimidad de la pareja presidencial como nadie asegura que cada día que pasa la ausencia de “Néstor” se agranda.
En el Gobierno por momentos hay desconcierto , pese a que la Presidenta no para con su actividad.
Hay dos preguntas que se hacen en privado todos los hombres que importan del Gobierno y del PJ: ¿Quién hará ahora la política? ¿Quién reemplazará a “Néstor”? Son muchísimas las anécdotas sobre el nivel de detalle de los temas en los que estaba Kirchner. Pero una fuente lo graficó así: “Antes llamaba Néstor, vos le preguntabas: tengo un tema lo hablo con tal? Y el decía no con este no que es un pelotudo, lo arreglo yo. Bueno ahora tenemos que hablar con el pelotudo” .
De ésa orfandad se habla en las reuniones privadas de los protagonistas del Gobierno.
Nadie le quita méritos a la Presidenta. Todo lo contrario: elogian su tenacidad.
Pero lo que más intriga en el poder es cómo se hará la construcción política que hacía Kirchner sin descanso y que es vital para cualquier Gobierno.
“Cristina quiere empezar a sentarse con los que se sentaba Néstor a solas”, dijo una fuente del Gobierno. Pero ya en el medio del velorio de Kirchner Hugo Moyano -con la mejor voluntad de apoyo- arregló una reunión con el titular de la UIA, Héctor Méndez y no le avisó a nadie del Gobierno. Primer síntoma, eso jamás hubiera pasado con Néstor Kirchner vivo.
El líder de la CGT habló con Aníbal Fernández antes de irse a un congreso de transporte en Suiza y ratificó su alineamiento con el Gobierno. Volverá en unos días luego de acompañar a su esposa a la peregrinación en Bosnia a la Virgen de Mejugorje de la que ella es devota. Fernández ya lo dijo: “Moyano no es un problema para Gobierno y la CGT es la columna vertebral de este proyecto”.
Mientras tanto, la Presidenta reinventa su propia autoridad, según su entorno. “El Jefe” siempre fue Kirchner. Tenían un acuerdo no escrito de división de tareas. Pero ella pareciera tener la intención de convertirse en “La Jefa” .
Los funcionarios que la vieron en su despacho esta semana sintieron que en el Gobierno nada cambió mucho.
El enigma dramático es cómo se reemplaza a Kirchner. Esto preocupa a hombres del poder, legisladores, gobernadores, funcionarios, sindicalistas.
Después de la sepultura de su padre, Máximo Kirchner no apareció en público . Hay demasiadas especulaciones y pocas señales sobre su futuro.
El único dato es que la Presidenta tomó nota de la presencia de la juventud que acompañó la multitudinaria despedida de “Néstor”. Y daría ahora espacios de poder a dirigentes de La Cámpora , la agrupación que creó su hijo.
Máximo siempre se ocupó de las finanzas y proyectos inmobiliarios familiares en Río Gallegos. Pero cada vez que iba a Olivos opinaba en la mesa chica del poder K.
Cuestionaba, en medio de los asados, medidas o funcionarios. “Para vos es fácil criticarnos. Pero una cosa es estar en tu silla y otra en la mía”, le habría dicho más de una vez el entonces el ex presidente. Todos le reconocen a Máximo su inteligencia, su militancia, pero no saben si será el consejero de su madre.
La Presidenta siente también el vacío político. Después de que se fue del Gobierno Alberto Fernández la mesa chica del poder quedó reducida a tres personas: Cristina, Néstor y Carlos Zannini. Ahora hay sólo dos. La Presidenta sabe que “Alberto” estuvo en el velorio pero no lo perdonó. Y el ex jefe de Gabinete ya dijo que no volvería al Gobierno.
La prioridad de Cristina Kirchner es gobernar, rearmarse, definir un sistema de delegación de tareas y contener las presiones para que sea candidata en 2011.
Ella no habla del tema. Sólo es y será defensora del modelo. Decidirá más adelante, aunque los ultra K trabajan en el lanzamiento de la reelección.
Los gobernadores del PJ ya dieron su apoyo total a la Presidenta. Pero algunos destacan en privado que ya no está Kirchner para frenar las ambiciones de nadie.
El ex presidente centralizaba todo. Era el poder. No alentó ni siquiera herederos en el PJ de su proyecto, siempre fue él o en tal caso su esposa. “Néstor” nunca pensó que se podía morir tan pronto

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