Hermes Binner cumple hoy 68 años en la víspera de la decisión más trascendente de su vida: ser candidato a presidente de la Nación.
La inmensa mayoría de la dirigencia socialista se muestra a favor de que el gobernador santafesino acepte ser postulante a la Presidencia de la Nación, algo que Binner analiza por estas horas. Desde el intendente de la ciudad de Rosario y secretario general del Partido Socialista santafesino, Miguel Lifschitz, hasta el último de los militantes espera que el titular de la Casa Gris tome la decisión y comience a recorrer el país promocionando su postulación.
Numerosos gestos corren en dirección paralela a la candidatura de Binner presidente. Apenas cerrados los comicios en Santa Fe, el gobernador capeó el temporal de viento, agua y tierra que azotaba el horizonte para llegar a la provincia de Córdoba y dar el presente en el lanzamiento de la candidatura a gobernador de Luis Juez, una de las zonas de clivaje que anticipó la ruptura de relaciones con el radicalismo. Juez enfrenta en Córdoba no sólo al justicialismo sino también a Oscar Aguad, dirigente de la UCR alineado explícitamente con Ricardo Alfonsín.
Además de la parada cordobesa, Binner mantuvo reuniones con buena parte de lo que será su mapa de alianzas nacional, que incluye a Margarita Stolbizer, Víctor de Gennaro y Fernando Pino Solanas. Coronó la saga de encuentros subterráneos con un viaje hacia el sur del país y, en Tierra del Fuego, cruzó opiniones con la gobernadora, Fabiana Ríos.
De regreso, Hermes. Binner regresó ayer a la provincia, pidió a sus colaboradores más inmediatos que no le pasen llamadas de nadie, sabedor de que todos los periodistas y todos los dirigentes socialistas intentarán arrebatarle una decisión acelerada.
Que el gobernador santafesino esté hoy mas cerca de dar el sí obedece a una circunstancia clave: la elección de Javier González Fraga como candidato a vicepresidente de Alfonsín. Cree Binner que si el postulante a número dos de la UCR era un dirigente vinculado más directamente al declamado progresismo (tal el caso de Graciela Ocaña) un tercer espacio con aire de centroizquierda no tendría razón de ser.
Tercera fórmula. Pese a que el ex presidente del Banco Central lejos está de ser un economista ortodoxo, el socialismo ventila que la fórmula radical tiene un aire de centroderecha y que, en esas, circunstancias, un binomio encabezado por Binner atraerá voluntades no sólo del progresismo que no abona al kirchnerismo sino también de muchos radicales disconformes con los pasos que dio Alfonsín.
El gobernador pidió a a un par de colaboradores que monitoreen los ánimos del radicalismo santafesino de cara a su postulación presidencial. Rápidamente ayer los socialistas fueron anfitriones de un núcleo de dirigentes de todo el espectro frenteprogresista santafesino y concluyeron que los radicales no romperán la coalición de gobierno provincial si Binner es candidato a presidente.
Una de las razones que desde hace mucho convenció a Binner de no ser compañero de fórmula de Alfonsín tiene que ver con la dificultad que le hubiera acarreado hacer campaña directa contra Cristina Fernández de Kirchner, si es que la presidenta va por la reelección. Esa opción hubiera convertido a la provincia de Santa Fe en una plataforma de aterrizaje nacional en el mismo momento de la tarea proselitista para decidir quién será el gobernador.
Ahora, una fórmula encabezada por Binner competirá directamente contra Alfonsín y Elisa Carrió, dividiendo en tres los votos no kirchneristas, además de las opciones que se levanten en otros espacios no ligados al progresismo. Ayer, una importante fuente kirchnerista nacional reconoció a La Capital que ese escenario será “perfectamente funcional” a las aspiraciones de la presidenta.
Cambio de planes. Como por arte de magia las voces que hace una semana aseguraban desde el socialismo que este no era el momento de pegar el salto hacia una candidatura presidencial ayer mutaron hacia la aceptación de la nueva realidad. Sin embargo, Binner no deja lado su habitual racionalidad a la hora de la gran decisión y se pregunta: ¿Será su candidatura un salto hacia adelante o un paso en falso atento a otras experiencias de centroizquierda que terminaron luego fagocitadas? Se posan sobre el imaginario las frustradas aspiraciones de poder del Frepaso y, mucho antes, del Partido Intransigente.Cambio de planes. El socialismo sigue siendo un partido acotado territorialmente con dos responsabilidades supremas: la ciudad de Rosario y la provincia de Santa Fe. “Nosotros sabemos eso. Es lo que estamos analizando por estas horas. Pero también nos damos cuenta de que la oportunidad que se nos presenta difícilmente se vuelva a repetir. Y, además, Hermes es un militante”, dijo ayer una referencia importante del PS.
La caracterización de “militante” tiene que ver con la nueva realidad partidaria. Binner pidió a todo el partido (más allá de los sectores enrolados con Rubén Giustiniani) el voto y el trabajo territorial para que Antonio Bonfatti sea el candidato a gobernador. El gran conglomerado estructural respondió a esa orden militando y direccionando las voluntades. Ahora, esos mismos dirigentes quieren que el dos veces intendente de Rosario vaya por la presidencia. La definición encuentra al líder del socialismo en su mejor momento de maduración política, pero deberá acarrear los altos índices de desconocimiento entre el electorado nacional. También será una lectura a seguir el posicionamiento que tomen algunos factores de poder.
Anímese y vaya. Sabe Binner que cuantitativamente poco le puede aportar nacionalmente el coro de dirigentes nacionales que lo presionan para que sea candidato. Stolbizer, Juez, De Gennaro son más una referencia mediática que una colectora de votos. “Hermes, anímese y vaya”, parecen decirle.
Pero, créase o no, Binner por estas horas está más cerca de aceptar la candidatura presidencial que de ser cabeza de lista en una nómina a diputado nacional. En cuestión de días estará la respuesta final.
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