Los toritos de Miura
Publicado el 21 de Noviembre de 2011Por
Ex canciller argentino.
Los toritos de Miura ya no tienen miedo a nada”, dicen unas sevillanas. Es que se había muerto el Espartero, aquel diestro, “el mejor que los mataba”. Mario Draghi es presidente del Banco Central Europeo desde el 1 de noviembre. Entre enero de 2002 y enero de 2006 fue vicepresidente, por Europa, del cuarto banco de inversión del mundo, Goldman Sachs. Un sucesor a la medida del antecesor, Jean-Claude Trichet, quien presidió el Club de París entre 1985 y 1993. “Ya no tienen miedo a nada.” El jueves 10 de noviembre Lukás Dimitrios Papademos fue nombrado primer ministro del nuevo gobierno de unidad nacional en Grecia. Ex vicepresidente del Banco Central Europeo, bajo el mandato de Jean-Claude Trichet, desde su puesto de gobernador del Banco Central Griego llevó del barroco al rococó la contabilidad creativa para que su país pudiese ingresar en la zona euro, mientras Goldman Sachs aumentaba su exposición en bonos soberanos griegos. “Porque soy contador / Y de vulgares modos / Y visto simplemente”, escribió nuestro José Pedroni –esperancino en una época de menguadas esperanzas–; no hablaba de alguien como Papademos. “Los toritos de Miura”. El 13 de noviembre de 2011, tras la dimisión de Silvio Berlusconi, el presidente de la República de Italia, Giorgio Napolitano, encargó a Mario Monti la formación de un gobierno. Trabajó para Goldman Sachs y fue director europeo de la Comisión Trilateral, un lobby de orientación neoliberal fundado en 1973 por David Rockefeller. El domingo 20 de noviembre –en la primera elección popular hasta este punto de la crónica–, Mariano Rajoy ganó las elecciones generales en España y logró la mayoría absoluta con 187 diputados, según cómputos preliminares. Para saber lo que piensa hacer alcanza con recordar a José María Aznar y a su grupo de pertenencia. “Los toritos de Miura ya no tienen miedo a nada”, cantaron las sevillanas; había muerto el Espartero, “el que mejor los mataba”. Durante el transcurso de apenas dos años (desde 1979 hasta 1981), Margaret Thatcher fue elegida primer ministro del Reino Unido, y Ronald Reagan, presidente de los EE UU. El río de la historia se contorsionó y adoptó un nuevo cauce. El predominio conservador coincidió, convivió y robusteció un mercado financiero, autónomo de la economía real, que hizo crecer exponencialmente el proceso de internacionalización. Mario Monti manifestó que la ausencia en su gobierno de “políticos” iba a facilitar “la tarea”, como si “la tarea” por delante no fuese responsabilidad primaria del capital financiero y como si fuese posible abolir la política. Preservar la tasa de acumulación del sistema a todo evento es lo que descerrajó la crisis, y hacer “la tarea” para mantenerla es imposible sin que sufran los más expuestos. Cierto es que los líderes progresistas aplicaron las recetas neoliberales, serruchando la rama en donde se habían parado a lo largo de todas sus vidas. José Luis Rodríguez Zapatero, Georgios Papandreu. Crimen y castigo. Hay nubarrones densos en el cielo de Europa, pero la política está en todas partes. Hasta ahora las “Plazas del Sol” estuvieron pobladas por indignados. Lo estarán de coléricos, una fase más física que moral. Ya se sabe lo que se gana cuando millones no tienen nada que perder.
Ex canciller argentino.
Los toritos de Miura ya no tienen miedo a nada”, dicen unas sevillanas. Es que se había muerto el Espartero, aquel diestro, “el mejor que los mataba”. Mario Draghi es presidente del Banco Central Europeo desde el 1 de noviembre. Entre enero de 2002 y enero de 2006 fue vicepresidente, por Europa, del cuarto banco de inversión del mundo, Goldman Sachs. Un sucesor a la medida del antecesor, Jean-Claude Trichet, quien presidió el Club de París entre 1985 y 1993. “Ya no tienen miedo a nada.” El jueves 10 de noviembre Lukás Dimitrios Papademos fue nombrado primer ministro del nuevo gobierno de unidad nacional en Grecia. Ex vicepresidente del Banco Central Europeo, bajo el mandato de Jean-Claude Trichet, desde su puesto de gobernador del Banco Central Griego llevó del barroco al rococó la contabilidad creativa para que su país pudiese ingresar en la zona euro, mientras Goldman Sachs aumentaba su exposición en bonos soberanos griegos. “Porque soy contador / Y de vulgares modos / Y visto simplemente”, escribió nuestro José Pedroni –esperancino en una época de menguadas esperanzas–; no hablaba de alguien como Papademos. “Los toritos de Miura”. El 13 de noviembre de 2011, tras la dimisión de Silvio Berlusconi, el presidente de la República de Italia, Giorgio Napolitano, encargó a Mario Monti la formación de un gobierno. Trabajó para Goldman Sachs y fue director europeo de la Comisión Trilateral, un lobby de orientación neoliberal fundado en 1973 por David Rockefeller. El domingo 20 de noviembre –en la primera elección popular hasta este punto de la crónica–, Mariano Rajoy ganó las elecciones generales en España y logró la mayoría absoluta con 187 diputados, según cómputos preliminares. Para saber lo que piensa hacer alcanza con recordar a José María Aznar y a su grupo de pertenencia. “Los toritos de Miura ya no tienen miedo a nada”, cantaron las sevillanas; había muerto el Espartero, “el que mejor los mataba”. Durante el transcurso de apenas dos años (desde 1979 hasta 1981), Margaret Thatcher fue elegida primer ministro del Reino Unido, y Ronald Reagan, presidente de los EE UU. El río de la historia se contorsionó y adoptó un nuevo cauce. El predominio conservador coincidió, convivió y robusteció un mercado financiero, autónomo de la economía real, que hizo crecer exponencialmente el proceso de internacionalización. Mario Monti manifestó que la ausencia en su gobierno de “políticos” iba a facilitar “la tarea”, como si “la tarea” por delante no fuese responsabilidad primaria del capital financiero y como si fuese posible abolir la política. Preservar la tasa de acumulación del sistema a todo evento es lo que descerrajó la crisis, y hacer “la tarea” para mantenerla es imposible sin que sufran los más expuestos. Cierto es que los líderes progresistas aplicaron las recetas neoliberales, serruchando la rama en donde se habían parado a lo largo de todas sus vidas. José Luis Rodríguez Zapatero, Georgios Papandreu. Crimen y castigo. Hay nubarrones densos en el cielo de Europa, pero la política está en todas partes. Hasta ahora las “Plazas del Sol” estuvieron pobladas por indignados. Lo estarán de coléricos, una fase más física que moral. Ya se sabe lo que se gana cuando millones no tienen nada que perder.
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