martes, 16 de octubre de 2012

OPINION E INTERESES

¡Uy, uy, uy, gana Capriles!

Por Artemio López
12/10/12 - 11:26
Uy, uy, uy, uy, uy... gana Capriles!”, escribía Federico Pinedo en su cuenta de Twitter y, más precisa, Patricia Bullrich informaba: “52,8 Capriles, 47,2 Chávez”, antes de que el 54% populista enterrara sus deseos de guiarse por bocas de urna hechas a medida.
Lo acontecido en Venezuela con el festival de encuestas de opinión y bocas de urna para todos los gustos replica de manera simétrica la situación que se observa urbi et orbi y con particular intensidad en nuestro país.
Sucede que las encuestas de opinión ya forman parte del debate político nacional, de manera tan plena como los medios de difusión, y el alineamiento político de las consultoras de opinión es inevitable por las características del trabajo.
De hecho, tienen como clientes a las dirigencias políticas o a los medios de difusión opositores u oficialistas, y son ellos los que pagan los estudios.
Por lo que los estudios que se publican al menos no dañarán los intereses de quien los paga. “Aciertan las encuestas cuyo cliente gana” es una verdad de Perogrullo en la tarea de sondear la “opinión pública” para transformarla en “opinión publicada”.
La diferencia entre consultoras, entonces, no radica en si defienden o no el interés de su cliente, circunstancia obvia, sino en si esta defensa es explícita o no.
La no explicitación de la defensa de intereses es un módico intento de asignarle “objetividad” al estudio, al igual que suponer que la imparcialidad se logra trabajando en exclusiva para un medio de difusión cuyos intereses políticos lo atraviesan de cabo a rabo.
Las operaciones más frecuentes que se realizan con encuestas de opinión pagadas por la oposición están dirigidas a esmerilar la imagen de la Presidenta, buscando provocar un “cambio de clima” que permita afirmar alguna alternativa al escenario electoral explicitado en octubre de 2011, donde la diferencia entre el FpV y la segunda fuerza fue récord histórico y represento el equivalente al 80% de los votos de toda la oposición sumada.
La operación es sencilla y reiterada. Los medios opositores instalan temas críticos para el oficialismo en materia de corrupción, socioeconómicos u otros y las encuestas opositoras corroboran que estos temas “figuran como principales problemas de los argentinos”.
Son estudios que reproducen las tapas de los medios opositores bajo el formato ya no de noticias o editoriales periodísticas, sino el más “objetivo” de “encuesta de opinión”, donde las opiniones se encubren con “porcentajes”, margen de error, etcétera.
De las tantas operaciones sobre caídas estrepitosas de la imagen de la Presidenta recordamos la más reciente del caso Schoklender y Sueños Compartidos que estallara antes de las elecciones de octubre y, según diarios y encuestas opositoras, provocó una debacle oficialista. Vinieron luego más de once millones y medio de votos para sepultar la opereta “mediática-encuestoril”.
Recientemente, tras los cacerolazos de segmentos medios altos y altos que ya enfrentaron en octubre al Gobierno nacional, con epicentro en el centro norte de la CABA y poca expansión a algunas ciudades del interior, Mendoza, Rosario y Córdoba, volvió el show de la caída de imagen de Cristina y el Apocalipsis tan temido.
Estos estudios de opinión opositores llegaron a afirmar disparates tales como que todos los gobernadores opositores de la centroderecha tienen imagen muy superior a la Presidenta, al tiempo que un 15,2% de los encuestados manifiesta haber participado del último cacerolazo, más gente movilizada a nivel nacional que en la crisis del 20 de diciembre del año 2001, algo así como 3.200.000 personas según el padrón electoral, cuando los mismos medios y políticos opositores hablaron de 250 mil caceroleros el pasado jueves 13 de septiembre.
Pero ahí no queda la cosa: según estos mismos estudios de opinión opositores, Cristina Kirchner tiene un escuálido 24% de imagen positiva pero mantiene un voluminoso piso de 30% de electores del “kirchnerismo duro”. O sea que, según la “encuesta”, dos de cada diez “kirchneristas duros” tienen una imagen negativa de CFK.
En fin, estimados lectores, que según las encuestas de la opo, para duros, los blandos +/-5%, desde luego.


*Director Consultora Equis.

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