Cristina confirmó su candidatura para competir por la reelección
Publicado el 22 de Junio de 2011Por
La presidenta le puso punto final al suspenso y oficializó su postulación cuatro días antes del vencimiento de los plazos legales. “Siempre supe lo que tenía que hacer. Mi compromiso es irrenunciable e irrevocable”, puntualizó.
Ni en el Teatro Argentino de La Plata, ni en el estadio de River Plate, como varias veces había sugerido el titular de la CGT Hugo Moyano. Tampoco en un acto partidario, tal vez en territorio bonaerense, al filo de los plazos legales o una vez cumplido el trámite de la inscripción de candidaturas. Sorteó todos y cada uno de los pronósticos y eligió la Casa Rosada, la Galería de los Patriotas Latinoamericanos, entre los retratos de Juan Domingo Perón y el chileno Salvador Allende, para terminar con el suspenso. Desde allí, al promediar un acto oficial transmitido por cadena nacional para anunciar los avances en la plena aplicación de la Ley de Medios, Cristina Fernández confirmó finalmente que competirá por la reelección en los comicios de octubre. “Siempre supe lo que tenía que hacer porque siempre tuve un alto sentido de la responsabilidad política. Lo supe el 28 de octubre en este mismo lugar. No lo supe de inteligente, ni de ambiciosa. Lo supe cuando miles y miles me gritaban ‘Fuerza Cristina’. Y hoy todavía más”, dijo entre los aplausos rabiosos de los funcionarios, gobernadores, legisladores e invitados que colmaron la planta baja de la Casa de Gobierno con la sospecha de un anuncio definitivo. El recuerdo de la multitudinaria despedida al ex presidente Néstor Kirchner, en ese mismo lugar, hace poco menos de siete meses, emergió sin esfuerzo. “Una vez más, vamos a someternos a la voluntad popular. Mi compromiso es irrenunciable e irrevocable, por los jóvenes que tanto esperan de este nuevo país. Quiero ser un puente entre las nuevas y viejas generaciones”, afirmó.
Cristina cumplió con el protocolo de la sorpresa que el kirchnerismo convirtió en sello propio de su gestión, pero evitó otros dos rituales: repetir el escenario y esperar al límite de la inscripción de candidaturas que cierra el sábado próximo a las 24. Ambas decisiones tienen historia. El Teatro Argentino fue el escenario del lanzamiento de sus candidaturas a senadora nacional, en 2005, y a la presidencia, en 2007.
En el mismo lugar, Kirchner también presentó su proyecto electoral en 2009 y, en marzo de ese año, la presidenta hizo público el anteproyecto de la Ley de Medios. “Ese lugar va a ser siempre de él. Levantar la vista y no encontrarlo… Entre los dos, siempre que hablábamos, buscábamos la mirada de aprobación. Por eso tal vez me cueste un poco más de tiempo ese lugar”, explicó.
La inversión de los tiempos comenzó a madurarla ayer, algo molesta por las versiones periodísticas de su viaje del fin de semana a Santa Cruz para acompañar a sus hijos en el primer Día del Padre sin Kirchner. “A partir del 27 de octubre, a los agravios y descalificaciones se sumó que muchos se convirtieron en psicólogos y en médicos”, juzgó. La alusión pareció ajustarse al nuevo y reciente apocalíptico vaticinio de Elisa Carrió. “El luto es parte del disfraz. Cristina no se va a presentar”, dijo sin filtro la titular de la Coalición Cívica.
En verdad, el acto de ayer comenzó tomar cuerpo como un potencial escenario de lanzamiento a fines de la semana pasada, antes del viaje de la presidenta a Río Gallegos. Desde la Secretaría General a cargo de Oscar Parrilli partieron entonces las primeras invitaciones a todos los gobernadores, autoridades parlamentarias, legisladores, empresarios y representantes de organizaciones de Derechos Humanos. Con parte de los anuncios sobre TV digital (ver p. 6) publicados en varios medios en los últimos días, la expectativa quedó concentrada en la definición electoral. Algunos gobernadores se comunicaron con la Casa Rosada para conocer detalles de la convocatoria. Para entonces, la presidenta ya había desistido de encabezar el acto en el recientemente inaugurado Museo del Bicentenario. El hermetismo dejó a algunos –incluso ministros y gobernadores– afuera del amplio salón en el que cuelgan los retratos de los principales próceres latinoamericanos.
Favorita en todas las encuestas con una proyectada intención de voto superior al 40%, la presidenta hizo un primer guiño a sus rivales. “Dos candidatos (por Mauricio Macri y Fernando “Pino” Solanas) que lanzaron sus candidaturas y luego pensaron que no iban a poder vinieron a la Ciudad” de Buenos Aires, ironizó.
En la mesa central, la escuchaban el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, el ministro Julio De Vido (Planificación Federal), el titular de la AFSCA, Gabriel Mariotto, y el secretario de Comunicación Pública, Juan Manuel Abal Medina, mencionado como uno de los potenciales compañeros de fórmula. Entre las primeras filas también estuvo, emocionada hasta el llanto, la ministra Alicia Kirchner (Desarrollo Social), y su colega Amado Boudou (Economía). El gobernador bonaerense Daniel Scioli, y su colega de Santiago del Estero, el radical K Gerardo Zamora, también fueron de los primeros en recibir el saludo presidencial, junto al senador José Pampuro, y el titular de la Cámara de Diputados, el jujeño Eduardo Fellner. También en lugar destacado, al medio en la primera fila central, estuvo el candidato a jefe de gobierno porteño, Daniel Filmus. <
La presidenta le puso punto final al suspenso y oficializó su postulación cuatro días antes del vencimiento de los plazos legales. “Siempre supe lo que tenía que hacer. Mi compromiso es irrenunciable e irrevocable”, puntualizó.
Ni en el Teatro Argentino de La Plata, ni en el estadio de River Plate, como varias veces había sugerido el titular de la CGT Hugo Moyano. Tampoco en un acto partidario, tal vez en territorio bonaerense, al filo de los plazos legales o una vez cumplido el trámite de la inscripción de candidaturas. Sorteó todos y cada uno de los pronósticos y eligió la Casa Rosada, la Galería de los Patriotas Latinoamericanos, entre los retratos de Juan Domingo Perón y el chileno Salvador Allende, para terminar con el suspenso. Desde allí, al promediar un acto oficial transmitido por cadena nacional para anunciar los avances en la plena aplicación de la Ley de Medios, Cristina Fernández confirmó finalmente que competirá por la reelección en los comicios de octubre. “Siempre supe lo que tenía que hacer porque siempre tuve un alto sentido de la responsabilidad política. Lo supe el 28 de octubre en este mismo lugar. No lo supe de inteligente, ni de ambiciosa. Lo supe cuando miles y miles me gritaban ‘Fuerza Cristina’. Y hoy todavía más”, dijo entre los aplausos rabiosos de los funcionarios, gobernadores, legisladores e invitados que colmaron la planta baja de la Casa de Gobierno con la sospecha de un anuncio definitivo. El recuerdo de la multitudinaria despedida al ex presidente Néstor Kirchner, en ese mismo lugar, hace poco menos de siete meses, emergió sin esfuerzo. “Una vez más, vamos a someternos a la voluntad popular. Mi compromiso es irrenunciable e irrevocable, por los jóvenes que tanto esperan de este nuevo país. Quiero ser un puente entre las nuevas y viejas generaciones”, afirmó.
Cristina cumplió con el protocolo de la sorpresa que el kirchnerismo convirtió en sello propio de su gestión, pero evitó otros dos rituales: repetir el escenario y esperar al límite de la inscripción de candidaturas que cierra el sábado próximo a las 24. Ambas decisiones tienen historia. El Teatro Argentino fue el escenario del lanzamiento de sus candidaturas a senadora nacional, en 2005, y a la presidencia, en 2007.
En el mismo lugar, Kirchner también presentó su proyecto electoral en 2009 y, en marzo de ese año, la presidenta hizo público el anteproyecto de la Ley de Medios. “Ese lugar va a ser siempre de él. Levantar la vista y no encontrarlo… Entre los dos, siempre que hablábamos, buscábamos la mirada de aprobación. Por eso tal vez me cueste un poco más de tiempo ese lugar”, explicó.
La inversión de los tiempos comenzó a madurarla ayer, algo molesta por las versiones periodísticas de su viaje del fin de semana a Santa Cruz para acompañar a sus hijos en el primer Día del Padre sin Kirchner. “A partir del 27 de octubre, a los agravios y descalificaciones se sumó que muchos se convirtieron en psicólogos y en médicos”, juzgó. La alusión pareció ajustarse al nuevo y reciente apocalíptico vaticinio de Elisa Carrió. “El luto es parte del disfraz. Cristina no se va a presentar”, dijo sin filtro la titular de la Coalición Cívica.
En verdad, el acto de ayer comenzó tomar cuerpo como un potencial escenario de lanzamiento a fines de la semana pasada, antes del viaje de la presidenta a Río Gallegos. Desde la Secretaría General a cargo de Oscar Parrilli partieron entonces las primeras invitaciones a todos los gobernadores, autoridades parlamentarias, legisladores, empresarios y representantes de organizaciones de Derechos Humanos. Con parte de los anuncios sobre TV digital (ver p. 6) publicados en varios medios en los últimos días, la expectativa quedó concentrada en la definición electoral. Algunos gobernadores se comunicaron con la Casa Rosada para conocer detalles de la convocatoria. Para entonces, la presidenta ya había desistido de encabezar el acto en el recientemente inaugurado Museo del Bicentenario. El hermetismo dejó a algunos –incluso ministros y gobernadores– afuera del amplio salón en el que cuelgan los retratos de los principales próceres latinoamericanos.
Favorita en todas las encuestas con una proyectada intención de voto superior al 40%, la presidenta hizo un primer guiño a sus rivales. “Dos candidatos (por Mauricio Macri y Fernando “Pino” Solanas) que lanzaron sus candidaturas y luego pensaron que no iban a poder vinieron a la Ciudad” de Buenos Aires, ironizó.
En la mesa central, la escuchaban el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, el ministro Julio De Vido (Planificación Federal), el titular de la AFSCA, Gabriel Mariotto, y el secretario de Comunicación Pública, Juan Manuel Abal Medina, mencionado como uno de los potenciales compañeros de fórmula. Entre las primeras filas también estuvo, emocionada hasta el llanto, la ministra Alicia Kirchner (Desarrollo Social), y su colega Amado Boudou (Economía). El gobernador bonaerense Daniel Scioli, y su colega de Santiago del Estero, el radical K Gerardo Zamora, también fueron de los primeros en recibir el saludo presidencial, junto al senador José Pampuro, y el titular de la Cámara de Diputados, el jujeño Eduardo Fellner. También en lugar destacado, al medio en la primera fila central, estuvo el candidato a jefe de gobierno porteño, Daniel Filmus. <
No hay comentarios:
Publicar un comentario