El anuncio marcó el inicio de la campaña
Publicado el 22 de Junio de 2011Por
La euforia de los kirchneristas y los aliados contrastó con la reacción agresiva de Elisa Carrió y Eduardo Duhalde. Alfonsín lo tomó como un hecho natural. El contrapunto reflejó el tono de la disputa que librarán hasta el 23 de octubre.
La catarata de declaraciones que desató el anuncio de la presidenta Cristina Fernández de competir para su reelección fue incontenible. Mientras toda la dirigencia oficialista festejaba, los opositores buscaban atribuir el anuncio a decisiones “demagógicas”, a especulaciones conspirativas y hasta malos augurios.
Una de las primeras en hablar fue la ministra de Seguridad Nilda Garré. “Una militante no abandona un puesto de lucha”, dijo minutos después del anuncio. “Estoy muy contenta y sé que en el próximo gobierno ella fijará nuevas metas de gestión. El pueblo esperaba que ella decidiera porque su compromiso es con la militancia y con un proyecto de país”, remarcó la ministra en el Salón de los Patriotas Latinoamericano.
Su par, la ministra de Producción, también festejó. “Nadie mejor que Cristina para continuar un proceso que generó el crecimiento más alto en 200 años, creó millones de puestos de trabajo”, dijo.
El secretario general de la CGT, Hugo Moyano, aseguró estar “gratamente sorprendido”. Destacó “la enorme responsabilidad de la jefa de Estado, que conoce el rol que tiene que jugar en un momento como el que vive el país para continuar profundizando el modelo”, dijo Moyano. En tanto, Julio Piumanto dijo estar “alegremente sorprendido”. “Todos los que estábamos allí quedamos con una cara de sorpresa y después sentimos alegría.”
Aliados al gobierno también salieron a apoyar la candidatura de Cristina.
“Néstor la está acompañando y por eso Cristina se anima a seguir. Seguramente él la está apuntalando. Yo me imaginaba que ella sí iba a aceptar, lo hizo, y le demostró al pueblo que no lo va a abandonar”, dijo la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini
Desde la oposición se dispararon comentarios exasperados. “Debo reconocer que logró engañarme con su dolor y sus lágrimas permanentes hasta la semana pasada. Su vestido negro y su carácter de víctima eran parte de la escenografía”, lanzó la candidata presidencial Elisa Carrió, quien había pronosticado que Cristina no se iba a presentar. En un comunicado, Carrió puntualizó que “empieza la etapa de melodrama y demagogia pura que debemos combatir con nuestro proyecto de república”. Eduardo Duhalde se jactó de conocer los detalles del anuncio desde antes. “No tiene ninguna posibilidad de gobernar bien”, se descargó en una especie de aceptación anticipada del triunfo de Cristina.
Ricardo Alfonsín afirmó, más moderado que sus contrincantes en la pelea presidencial, que “si no hubiera sido ella, se generarían muchos problemas internos en el Frente para la Victoria por la sucesión”. Pero la más desopilante de las especulaciones nació del candidato puntano Alberto Rodríguez Saá, quien aseguró que Cristina anunció su postulación “para tapar el escándalo de Sergio Schoklender.
Por último, Fernando “Pino” Solanas, quien bajó de la contienda nacional a la porteña, se quejó de la mención de Cristina a los “refugiados políticos” en la Ciudad. “La desafortunada frase de la presidenta confunde porque estamos defendiendo nuestra propia casa con el refugio del exilio”, pataleó desde Twitter
La euforia de los kirchneristas y los aliados contrastó con la reacción agresiva de Elisa Carrió y Eduardo Duhalde. Alfonsín lo tomó como un hecho natural. El contrapunto reflejó el tono de la disputa que librarán hasta el 23 de octubre.
La catarata de declaraciones que desató el anuncio de la presidenta Cristina Fernández de competir para su reelección fue incontenible. Mientras toda la dirigencia oficialista festejaba, los opositores buscaban atribuir el anuncio a decisiones “demagógicas”, a especulaciones conspirativas y hasta malos augurios.
Una de las primeras en hablar fue la ministra de Seguridad Nilda Garré. “Una militante no abandona un puesto de lucha”, dijo minutos después del anuncio. “Estoy muy contenta y sé que en el próximo gobierno ella fijará nuevas metas de gestión. El pueblo esperaba que ella decidiera porque su compromiso es con la militancia y con un proyecto de país”, remarcó la ministra en el Salón de los Patriotas Latinoamericano.
Su par, la ministra de Producción, también festejó. “Nadie mejor que Cristina para continuar un proceso que generó el crecimiento más alto en 200 años, creó millones de puestos de trabajo”, dijo.
El secretario general de la CGT, Hugo Moyano, aseguró estar “gratamente sorprendido”. Destacó “la enorme responsabilidad de la jefa de Estado, que conoce el rol que tiene que jugar en un momento como el que vive el país para continuar profundizando el modelo”, dijo Moyano. En tanto, Julio Piumanto dijo estar “alegremente sorprendido”. “Todos los que estábamos allí quedamos con una cara de sorpresa y después sentimos alegría.”
Aliados al gobierno también salieron a apoyar la candidatura de Cristina.
“Néstor la está acompañando y por eso Cristina se anima a seguir. Seguramente él la está apuntalando. Yo me imaginaba que ella sí iba a aceptar, lo hizo, y le demostró al pueblo que no lo va a abandonar”, dijo la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini
Desde la oposición se dispararon comentarios exasperados. “Debo reconocer que logró engañarme con su dolor y sus lágrimas permanentes hasta la semana pasada. Su vestido negro y su carácter de víctima eran parte de la escenografía”, lanzó la candidata presidencial Elisa Carrió, quien había pronosticado que Cristina no se iba a presentar. En un comunicado, Carrió puntualizó que “empieza la etapa de melodrama y demagogia pura que debemos combatir con nuestro proyecto de república”. Eduardo Duhalde se jactó de conocer los detalles del anuncio desde antes. “No tiene ninguna posibilidad de gobernar bien”, se descargó en una especie de aceptación anticipada del triunfo de Cristina.
Ricardo Alfonsín afirmó, más moderado que sus contrincantes en la pelea presidencial, que “si no hubiera sido ella, se generarían muchos problemas internos en el Frente para la Victoria por la sucesión”. Pero la más desopilante de las especulaciones nació del candidato puntano Alberto Rodríguez Saá, quien aseguró que Cristina anunció su postulación “para tapar el escándalo de Sergio Schoklender.
Por último, Fernando “Pino” Solanas, quien bajó de la contienda nacional a la porteña, se quejó de la mención de Cristina a los “refugiados políticos” en la Ciudad. “La desafortunada frase de la presidenta confunde porque estamos defendiendo nuestra propia casa con el refugio del exilio”, pataleó desde Twitter
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