La realeza de todo el mundo se prepara para viajar a Londres
Muchos nobles confirmaron su presencia en el Jubileo de Diamante de la reina Isabel II, que se celebrará el 2 de junio
La reina Isabel es conocida por ser una meticulosa anfitriona que se enorgullece de supervisar personalmente todos y cada uno de los detalles antes de las recepciones y banquetes en palacio. Así que si la soberana inglesa ya se encuentra en el castillo de Windsor para ultimar el almuerzo del próximo viernes con motivo de su Jubileo de Diamante es porque la lista de invitados es más exclusiva de lo habitual.
Será la gran cita monárquica de 2012. La gran familia de la realeza volverá a reunirse para arropar a la reina Isabel en las celebraciones de su 60º aniversario en el trono. Volveremos a ser testigos excepcionales del encuentro regio, del glamour de las damas reales con sus vestidos de alta costura y sus impresionantes joyas, de tradiciones centenarias... del ambiente palaciego.
El palacio de Buckingham no ha confirmado los asistentes con anticipación, pero algunos de los invitados, como los Emperadores de Japón, ya se han puesto en camino. Su asistencia sorprende más que la de otros habituales de las cumbres reales (la Reina de Dinamarca, la Reina de Holanda, los Reyes de Suecia, los Reyes de Noruega, los Grandes Duques de Luxemburgo, los Reyes de Jordania...), debido a la reciente operación de corazón del emperador Akihito.
Pero también se esperan caras nuevas, como el Rey de Bután, coronado en 2006, con su joven y guapa esposa, Jetsun Pema. Alberto de Mónaco y su flamante esposa, la princesa Charlene, que se casaron el año pasado, pocos meses después de la Boda Real de los Duques de Cambridge, han recibido asimismo la invitación.
La gran ausente será la reina de España, quien tuvo que cancelar el viaje por la tensión que hay entre su país y Gran Bretaña por estos días: desde que se anunció la visita del príncipe Eduardo, el hijo menor de la reina Isabel II, a Gibraltar, territorio que pertenece a Inglaterra y es reclamado por España desde 1713, las relaciones entre ambos países se enfriaron y el Ministerio de Asuntos Exteriores manifestó el "disgusto y malestar" que provoca la situación al embajador británico. Luego, se dio a conocer que el Gobierno español consideraba "poco adecuado" el viaje de la reina Sofía a Londres dadas estas circunstancias..
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