Entrevista de Perfil.com
El periodista Luis Gasulla, autor del libro El negocio de los derechos humanos, editado en noviembre de 2012 por Sudamericana declaró durante tres horas ante el juez federal Norberto Oyarbide, a cargo de la investigación por el presunto desvío de fondos públicos en la Fundación Madres de Plaza de Mayo.
Fue el 29 de enero último, pero su testimonio cobra actualidad en la investigación que derivó anoche en una nueva detención de los hermanos Sergio y Pablo Schocklender y del contador Alejandro Gotkin.
En su libro, Gasulla revela la "bicicleta financiera" que los hermanos Schoklender llevaron adelante sin control alguno. "Sueños Compartidos fue el programa de viviendas e inclusión social de mayor envergadura de los gobiernos de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner que llegó a controlar más de mil millones de pesos", asegura.
Consultado por Perfil.com, el periodista contó que su declaración testimonial en el juzgado número 5 que preside Oyarbide fue por término de tres horas. El encargado de tomar declaración fue el secretario del magistrado, Carlos Leiva, que según Gasulla le confió que su investigación "era el alegato ideal para condenar a mucha gente": "Fue bastante extenso. Me pidieron precisar, profundizar sobre algunos temas".
- Perfil.com: ¿Cómo era la relación entre Hebe y Sergio Schoklender?
- Gasulla: Era una relación muy cercana como se conoce. Hebe de Bonafini lo adoptó como a un hijo, se acercó a Sergio y no al revés porque Schoklender estaba preso en aquel momento. Schoklender hace posible que la Asociación Madres de Plaza de Mayo se convierta en una Fundación todo terreno y fundamentalmente en los últimos años con el kirchnerismo y por algunos problemas internos dentro de la Fundación, empiezan a distanciarse. Schoklender se quería ir varios meses o un año antes de que estalle el escándalo, y Hebe no quería de ninguna manera porque era el que manejaba la Fundación por dentro, el que hacía posible el sueño de construir viviendas que Bonafini había soñado junto con el Gobierno.
- ¿Por qué decís en tu libro que hay un negocio con los derechos humanos?
- Hay un negocio que no es sólo económico, que no es sólo plata, sino simbólico: el negocio lo realiza el gobierno que cooptó a los dos símbolos más importantes de los derechos humanos como son Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto; hay otros organismos que se han alineado acríticamente al Gobierno y hay muchos otros que en estos momentos escandaloso, como el asado del ministro de Justicia en la ESMA, se animan a hablar pero durante mucho tiempo callaron. Es un negocio en el sentido se cooptó a estos organismos como un escudo ético por el que se permitieron muchas contradicciones de las políticas de los Kirchner, incluso a la criminalización de la protesta que en estos tiempos está empezando a verse cada vez más con la ley antiterrorismo.
- ¿Cuál es el lugar de Pablo Schoklender en esta historia?
- Es una figura mucho más misteriosa. Toda la gente que trabajó con Pablo dicen que era mucho más seductor, más entrador, le iba muy bien con las mujeres, era un tipo simpático, carismático pero que también era un chanta. Si el que trabajaba era Sergio, Pablo despilfarraba la plata. El que llevaba el nivel de vida más ostentoso, el que iba a los boliches, a los cabarets más conocidos de Recoleta, y le gustaba vivir realmente la vida. Entre ellos había pelea feroz y creo que es un tema tabú entre los hermanos, y ellos tienen la real respuesta de qué fue lo que sucedió entre los dos porque eso es lo posibilita que el escándalo llegue a los medios porque Sergio Schoklender estaba afuera de la Fundación quince días antes de que se conociera en los grandes medios.
La Presidenta suele decir que la Patria es el otro y que representa 40 millones de argentinos pero, mientras algunos tienen que pedir permiso hasta para ir al baño, otros crean sociedades anónimas y giran divisas al exterior con la misma facilidad que tienen muchos políticos en cambiar de partido.
En la Argentina, en los últimos años, sacar dólares fuera del país, es una tarea cada vez más compleja y comprar una propiedad en el extranjero requiere completar formularios que son controlados, exhaustivamente, por la AFIP y la Unidad de Información Financiera. Pero hecha la ley, hecha la trampa y algunos pocos afortunados, entran y salen de sociedades anónimas y van y vienen, en avión, durante todo el año para arribar, finalmente, a la deseada Panamá.
En su programa televisivo Periodismo Para Todos (en su nueva temporada ha logrado convertirse en la santa misa del periodismo y perdérselo, sería como un pecado mortal), Jorge Lanata abrió la Caja de Pandora de la corrupción K e hizo volar el relato en mil pedazos. La ruta del dinero kirchnerista, a diferencia de las rutas del sur, sí tienen destino aunque poco tiene que ver con la aclamada “revolución productiva” de está “década ganada”.
La bicicleta financiera se han subido desde “operadores todoterreno” vinculados con gobernadores e intendentes a “testaferros” y ex hijos putativos de uno de los símbolos de los derechos humanos en este país. Personajes desconocidos aparecen en empresas que registran operaciones o activos que no graban impuestos en el país, gentileza, del “tráfico de influencias” que sus “jefes” han sabido obtener merced a los correspondientes y obligatorios aportes de campaña.
La última semana, el periodista Nicolás Wiñazki, relató que, debido al escándalo que vincula a quien era el contratista preferido del difunto Néstor Kirchner, Lázaro Báez, el directorio de Teegan Ink. renunció abruptamente. La firma, manejada por el hijo del hombre fuerte de Austral Construcciones, Martín, giraba fondos hacia los bancos suizos luego de radicar a la empresa fantasmal en Belice, otro paraíso fiscal. Sólo uno de sus ex directores, Eduardo Pérez Pinzón, también forma parte de 57 firmas: un verdadero prestanombre. Pero no hay que viajar a Panamá para encontrar a estos personajes del sí fácil.
En Ramos Mejía, a pocas cuadras de la Avenida General Paz, el 4 de junio del 2003, dos ancianas crearon Meldorek S.A. para dedicarse a la fabricación industrial en línea de casas móviles y módulos. Sus nombres: Noemí Raquel Averza e Inmaculada Concepción Fazio. La escribana que dio el visto bueno era Marta Amelia Cascales, la mujer del todopoderoso secretario de Comercio, Guillermo Moreno. Cascales también fue la escribana de la creación de Morisana S.A., Taliber, Esparkli, Zuicker, entre otras.
El 29 de febrero del 2009 fue designada como directora suplente de la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales S.A. y, dos meses después, directora titular de Energía Argentina S.A. Mientras tanto, las dos solteronas que habían invertido 12 mil pesos, vendieron Meldorek en un monto infinitamente superior.
Solo en el 2003, Averza y Fazio, formaron parte de otras 45 sociedades anónimas de las cuales, rápidamente, vendían sus acciones luego de su conformación. Meldorek era la principal empresa proveedora del proyecto de inclusión social, Sueños Compartidos, que manejaba la Fundación Madres de Plaza de Mayo para construir viviendas. Años después, exactamente el 26 de febrero del 2010, Sergio Schoklender, compraría el 90% de esa firma. El contador que formalizó esa escritura pública era Fernando Luis Koval.
La semana pasada, el creador del blog 200 monos (http://200monos.blogspot.com. ar/2013/04/sgi-argentina-sa- en-el-tongo-aparecen.html) me comentó la sorpresa que sintió cuando descubrió que en SGI Argentina S.A., radicada en Panamá, aparecían como directores Asterio Caballero Ibarra y Berta Acoca de Patton. El primer prestanombre formaba parte de más de 300 empresas, entre ellas, Atenea Services S.A. que integraba el directorio de la estadounidense Dalia Ventures LLC vinculada con la embarcación Altamar 64 por la que fue investigado el ex secretario de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime.
El otro prestanombre, Berta Acoca de Patton, aparece ligado a la empresa Tersina Financial con el contador de Sergio Schoklender en la constitución de Meldorek. ¿Qué relación tenía el citado Fernando Koval con la panameña Patton, nacida el 13 de octubre de 1955, casada y residente de Costa del Este del país caribeño para conformar, el 16 de noviembre del 2011, esa sociedad? A pesar del escándalo mediático que protagonizó uno de sus clientes, a fines de mayo de ese año, el contador de Schoklender, empezó a trabajar en distintas empresas que, misteriosamente, aumentaban su capital de forma repentina.
El trabajo fue arduo. Luego de crear Tersina Financial con Acoca de Patton, una prestanombre panameña que conformó SGI Argentina, Koval es nombrado apoderado de Madeka S.A., el 2 de marzo del 2012, KP Developers S.A., el 23 de abril y de Navsol Meat, el 28 de diciembre de ese mismo año.
En octubre del 2012, autorizó a Trascopier S.A. a aumentar su capital de 100 mil pesos a cinco millones y en marzo del 2013, hizo lo propio con Aller Atucha S.R.L., en este caso, de 2.200.000 a 3.224.000 pesos. Ese mes también firmó la autorización para que Genova Emprendimientos S.A. aumentara su capital de 12 mil pesos a $5.278.312 fijando domicilio en la calle Brasil al 500, al igual que Consbel S.A. que también aumentó exponencialmente su patrimonio: de 50 mil pasó a 4.340.000 pesos. Su antiguo domicilio fiscal quedaba en la calle Iberá al 4000, el mismo de Fe Desarrollo S.A., empresa constituida el 4 de julio del 2012 por Santiago y Maximiliano Fernández Echeverría. Dos meses después, los 30 mil pesos originales se habían transformado en $ 2.365.000.
El contador, otra vez, era Fernando Luis Koval. El 9 de marzo del 2012 otra sociedad con fines inmobiliarios veía la luz: Fec Desarrollos S.A., un nombre casi similar al antes mencionado. Esta vez, el presidente era Maximiliano Fernández Echeverría y el director suplente, Estanislao Fernández Echeverría. También aumentó su capital raudamente. El 19 de abril del 2012, Koval es designado apoderado de RT5640 con un capital inicial de 200 mil pesos.
El 18 de junio, el contador de Schoklender, autoriza un aumento de $ 5.624.000. ¿Qué negocio en la Argentina genera esas tasas de ganancia? Por si fuera poco, Koval es apoderado de Thomas Valle Agropecuaria, Edron S.A., Conallison S.A., Kibun y International Consultants Group. Toda esta información fue publicada en el Boletín Oficial de cada fecha mencionada. El nombre de las empresas parece interminable. Dicen que la historia siempre tiene dos tipos de protagonistas: perdedores y ganadores. El tiempo dirá de qué lado terminan los creadores de las sociedades anónimas para todos y todas.
(*) El 1 de mayo a las 17:30, en la Sala Adolfo Bioy Casares, Luis Gasulla presentará su libro “El negocio de los Derechos humanos” acompañado por Ceferino Reato, María Luján Rey, madre de Paolo Menghini Rey, y la Madre de Plaza de Mayo, Elía Espen.
Durante la presentación en la Feria del Libro de El Negocio de los Derechos humanos del periodista Luis Gasulla, Elia Espen, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, pidió "romper con el miedo" y dijo que "nadie la va a callar como muchos quisieron".
En primer lugar, María Luján Rey, mamá de Lucas Menghini, la última víctima fatal de la tragedia ferroviaria de Once, dijo que "el negocio de los derechos humanos no debería haber existido como tampoco debería haber existido Once". Rey dijo que "hoy nos toca levantar la voz por un montón de familias que están sumidas en la resignación de pensar que nuestro país es así, nuestros funcionarios es así y la corrupción es natural".
En una mesa integrada por víctimas del doble discurso, en relación con los derechos humanos, el escritor Ceferino Reato remarcó la valentía de la obra de Gasulla y que "el tiempo colocará al libro en su justo lugar".
El momento más emotivo de la presentación realizada a sala llena y con más de 50 personas pidiendo ingresar, fue cuando tomó la palabra la Madre de Plaza de Mayo investigada por el Proyecto X quien dijo que "ellos (por los Kirchner) jamás estuvieron, ni para escribir un comunicado, durante la dictadura ni los noventa".
Elia Espen contó, emocionada, su historia personal y la forma en que desaparecieron a su hijo, las torturas, el vuelo de la muerte y dijo que estaba "a medias con los juicios pues el que mató, robó y torturo sigue y el aparato represivo está vigente como lo demuestra la desaparición de Jorge Julio López". Agregó que hoy "muchas personas la están pasando mal y nos mienten con las estadísticas" y que "pienso que no solo los desaparecidos son derechos humanos y no me parece justo que sean utilizados en beneficio propio como hace rato que ellos -por los Kirchner- lo vienen haciendo".
Elia Espen finalizó que "disentir debería ser normal pero nos han llevado a mirar al que piensa diferente como enemigo y reclamar lo que corresponde, no es desestabilizar". Dijo que "nos han llevado a tener miedo pero debemos decir lo que pensamos porque, a esta edad, no pienso quedarme en mi casa pensando en lo que no dije o no me dejaron decir". Agregó que "nos quieren imponer el miedo pero ¿por qué me van a hacer callar? Si sólo pido justicia".
Rey concluyó que "el libro de Gasulla ayuda a tomar conciencia que la corrupción puede matar en cualquier lado y uno no debería tener que esperar a que le toque de cerca".
Por último, el autor del libro editado por Sudamericana dijo que "hoy el libro cobra nuevo sentido con los vuelos del gobernador chaqueño, Jorge Capitanich, vinculados con Leo Fariña y las sociedades anónimas que asocian a SGI con el ex contador de Sergio Schoklender". Gasulla repasó los hechos que ocurrieron en los últimos seis meses desde la aparición del libro como la citación judicial del juez Norberto Oyarbide, los aprietes en la provincia del Chaco, el silencio oficial, la citación a Hebe de Bonafini y las nuevas denuncias que recibió desde la Fundación Madres de Plaza de Mayo.
Cómo fue el "alegato ideal" para el fallo por los desmanejos en Madres
El autor de El negocio de los derechos humanos habló sobre su declaración ante el juez Norberto Oyarbide, quien detuvo a los Schoklender y citará a Hebe. Video.
Luis Gasulla, autor de El negocio de los derechos humanos. | Foto: Perfil.com | Cámara: Esteban Cabrera | Edición: Silvina Palumbo | Diseño: Alexis Moyano
Fue el 29 de enero último, pero su testimonio cobra actualidad en la investigación que derivó anoche en una nueva detención de los hermanos Sergio y Pablo Schocklender y del contador Alejandro Gotkin.
En su libro, Gasulla revela la "bicicleta financiera" que los hermanos Schoklender llevaron adelante sin control alguno. "Sueños Compartidos fue el programa de viviendas e inclusión social de mayor envergadura de los gobiernos de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner que llegó a controlar más de mil millones de pesos", asegura.
Consultado por Perfil.com, el periodista contó que su declaración testimonial en el juzgado número 5 que preside Oyarbide fue por término de tres horas. El encargado de tomar declaración fue el secretario del magistrado, Carlos Leiva, que según Gasulla le confió que su investigación "era el alegato ideal para condenar a mucha gente": "Fue bastante extenso. Me pidieron precisar, profundizar sobre algunos temas".
- Perfil.com: ¿Cómo era la relación entre Hebe y Sergio Schoklender?
- Gasulla: Era una relación muy cercana como se conoce. Hebe de Bonafini lo adoptó como a un hijo, se acercó a Sergio y no al revés porque Schoklender estaba preso en aquel momento. Schoklender hace posible que la Asociación Madres de Plaza de Mayo se convierta en una Fundación todo terreno y fundamentalmente en los últimos años con el kirchnerismo y por algunos problemas internos dentro de la Fundación, empiezan a distanciarse. Schoklender se quería ir varios meses o un año antes de que estalle el escándalo, y Hebe no quería de ninguna manera porque era el que manejaba la Fundación por dentro, el que hacía posible el sueño de construir viviendas que Bonafini había soñado junto con el Gobierno.
- ¿Por qué decís en tu libro que hay un negocio con los derechos humanos?
- Hay un negocio que no es sólo económico, que no es sólo plata, sino simbólico: el negocio lo realiza el gobierno que cooptó a los dos símbolos más importantes de los derechos humanos como son Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto; hay otros organismos que se han alineado acríticamente al Gobierno y hay muchos otros que en estos momentos escandaloso, como el asado del ministro de Justicia en la ESMA, se animan a hablar pero durante mucho tiempo callaron. Es un negocio en el sentido se cooptó a estos organismos como un escudo ético por el que se permitieron muchas contradicciones de las políticas de los Kirchner, incluso a la criminalización de la protesta que en estos tiempos está empezando a verse cada vez más con la ley antiterrorismo.
- ¿Cuál es el lugar de Pablo Schoklender en esta historia?
- Es una figura mucho más misteriosa. Toda la gente que trabajó con Pablo dicen que era mucho más seductor, más entrador, le iba muy bien con las mujeres, era un tipo simpático, carismático pero que también era un chanta. Si el que trabajaba era Sergio, Pablo despilfarraba la plata. El que llevaba el nivel de vida más ostentoso, el que iba a los boliches, a los cabarets más conocidos de Recoleta, y le gustaba vivir realmente la vida. Entre ellos había pelea feroz y creo que es un tema tabú entre los hermanos, y ellos tienen la real respuesta de qué fue lo que sucedió entre los dos porque eso es lo posibilita que el escándalo llegue a los medios porque Sergio Schoklender estaba afuera de la Fundación quince días antes de que se conociera en los grandes medios.
Los creadores de sociedades anónimas para todos y todas
SGI, Schoklender y Meldorek SA, parte del dinero K que se reparte en distintas empresas creadas para lavar dinero.
En la Argentina, en los últimos años, sacar dólares fuera del país, es una tarea cada vez más compleja y comprar una propiedad en el extranjero requiere completar formularios que son controlados, exhaustivamente, por la AFIP y la Unidad de Información Financiera. Pero hecha la ley, hecha la trampa y algunos pocos afortunados, entran y salen de sociedades anónimas y van y vienen, en avión, durante todo el año para arribar, finalmente, a la deseada Panamá.
En su programa televisivo Periodismo Para Todos (en su nueva temporada ha logrado convertirse en la santa misa del periodismo y perdérselo, sería como un pecado mortal), Jorge Lanata abrió la Caja de Pandora de la corrupción K e hizo volar el relato en mil pedazos. La ruta del dinero kirchnerista, a diferencia de las rutas del sur, sí tienen destino aunque poco tiene que ver con la aclamada “revolución productiva” de está “década ganada”.
La bicicleta financiera se han subido desde “operadores todoterreno” vinculados con gobernadores e intendentes a “testaferros” y ex hijos putativos de uno de los símbolos de los derechos humanos en este país. Personajes desconocidos aparecen en empresas que registran operaciones o activos que no graban impuestos en el país, gentileza, del “tráfico de influencias” que sus “jefes” han sabido obtener merced a los correspondientes y obligatorios aportes de campaña.
La última semana, el periodista Nicolás Wiñazki, relató que, debido al escándalo que vincula a quien era el contratista preferido del difunto Néstor Kirchner, Lázaro Báez, el directorio de Teegan Ink. renunció abruptamente. La firma, manejada por el hijo del hombre fuerte de Austral Construcciones, Martín, giraba fondos hacia los bancos suizos luego de radicar a la empresa fantasmal en Belice, otro paraíso fiscal. Sólo uno de sus ex directores, Eduardo Pérez Pinzón, también forma parte de 57 firmas: un verdadero prestanombre. Pero no hay que viajar a Panamá para encontrar a estos personajes del sí fácil.
En Ramos Mejía, a pocas cuadras de la Avenida General Paz, el 4 de junio del 2003, dos ancianas crearon Meldorek S.A. para dedicarse a la fabricación industrial en línea de casas móviles y módulos. Sus nombres: Noemí Raquel Averza e Inmaculada Concepción Fazio. La escribana que dio el visto bueno era Marta Amelia Cascales, la mujer del todopoderoso secretario de Comercio, Guillermo Moreno. Cascales también fue la escribana de la creación de Morisana S.A., Taliber, Esparkli, Zuicker, entre otras.
El 29 de febrero del 2009 fue designada como directora suplente de la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales S.A. y, dos meses después, directora titular de Energía Argentina S.A. Mientras tanto, las dos solteronas que habían invertido 12 mil pesos, vendieron Meldorek en un monto infinitamente superior.
Solo en el 2003, Averza y Fazio, formaron parte de otras 45 sociedades anónimas de las cuales, rápidamente, vendían sus acciones luego de su conformación. Meldorek era la principal empresa proveedora del proyecto de inclusión social, Sueños Compartidos, que manejaba la Fundación Madres de Plaza de Mayo para construir viviendas. Años después, exactamente el 26 de febrero del 2010, Sergio Schoklender, compraría el 90% de esa firma. El contador que formalizó esa escritura pública era Fernando Luis Koval.
La semana pasada, el creador del blog 200 monos (http://200monos.blogspot.com.
El otro prestanombre, Berta Acoca de Patton, aparece ligado a la empresa Tersina Financial con el contador de Sergio Schoklender en la constitución de Meldorek. ¿Qué relación tenía el citado Fernando Koval con la panameña Patton, nacida el 13 de octubre de 1955, casada y residente de Costa del Este del país caribeño para conformar, el 16 de noviembre del 2011, esa sociedad? A pesar del escándalo mediático que protagonizó uno de sus clientes, a fines de mayo de ese año, el contador de Schoklender, empezó a trabajar en distintas empresas que, misteriosamente, aumentaban su capital de forma repentina.
El trabajo fue arduo. Luego de crear Tersina Financial con Acoca de Patton, una prestanombre panameña que conformó SGI Argentina, Koval es nombrado apoderado de Madeka S.A., el 2 de marzo del 2012, KP Developers S.A., el 23 de abril y de Navsol Meat, el 28 de diciembre de ese mismo año.
En octubre del 2012, autorizó a Trascopier S.A. a aumentar su capital de 100 mil pesos a cinco millones y en marzo del 2013, hizo lo propio con Aller Atucha S.R.L., en este caso, de 2.200.000 a 3.224.000 pesos. Ese mes también firmó la autorización para que Genova Emprendimientos S.A. aumentara su capital de 12 mil pesos a $5.278.312 fijando domicilio en la calle Brasil al 500, al igual que Consbel S.A. que también aumentó exponencialmente su patrimonio: de 50 mil pasó a 4.340.000 pesos. Su antiguo domicilio fiscal quedaba en la calle Iberá al 4000, el mismo de Fe Desarrollo S.A., empresa constituida el 4 de julio del 2012 por Santiago y Maximiliano Fernández Echeverría. Dos meses después, los 30 mil pesos originales se habían transformado en $ 2.365.000.
El contador, otra vez, era Fernando Luis Koval. El 9 de marzo del 2012 otra sociedad con fines inmobiliarios veía la luz: Fec Desarrollos S.A., un nombre casi similar al antes mencionado. Esta vez, el presidente era Maximiliano Fernández Echeverría y el director suplente, Estanislao Fernández Echeverría. También aumentó su capital raudamente. El 19 de abril del 2012, Koval es designado apoderado de RT5640 con un capital inicial de 200 mil pesos.
El 18 de junio, el contador de Schoklender, autoriza un aumento de $ 5.624.000. ¿Qué negocio en la Argentina genera esas tasas de ganancia? Por si fuera poco, Koval es apoderado de Thomas Valle Agropecuaria, Edron S.A., Conallison S.A., Kibun y International Consultants Group. Toda esta información fue publicada en el Boletín Oficial de cada fecha mencionada. El nombre de las empresas parece interminable. Dicen que la historia siempre tiene dos tipos de protagonistas: perdedores y ganadores. El tiempo dirá de qué lado terminan los creadores de las sociedades anónimas para todos y todas.
(*) El 1 de mayo a las 17:30, en la Sala Adolfo Bioy Casares, Luis Gasulla presentará su libro “El negocio de los Derechos humanos” acompañado por Ceferino Reato, María Luján Rey, madre de Paolo Menghini Rey, y la Madre de Plaza de Mayo, Elía Espen.
Una Madre: "Los K no escribieron ni un comunicado durante la dictadura"
En la presentación en la Feria del Libro de El negocio de los derechos humanos, Elia Espen pidió "romper el miedo". Galería de imágenes.
Presentación del libro "El negocio de los derechos humanos", con la madre de Plaza de Mayo Elia Espen, junto al autor Luis Gasulla. | Foto: Luis Gasulla
En primer lugar, María Luján Rey, mamá de Lucas Menghini, la última víctima fatal de la tragedia ferroviaria de Once, dijo que "el negocio de los derechos humanos no debería haber existido como tampoco debería haber existido Once". Rey dijo que "hoy nos toca levantar la voz por un montón de familias que están sumidas en la resignación de pensar que nuestro país es así, nuestros funcionarios es así y la corrupción es natural".
En una mesa integrada por víctimas del doble discurso, en relación con los derechos humanos, el escritor Ceferino Reato remarcó la valentía de la obra de Gasulla y que "el tiempo colocará al libro en su justo lugar".
El momento más emotivo de la presentación realizada a sala llena y con más de 50 personas pidiendo ingresar, fue cuando tomó la palabra la Madre de Plaza de Mayo investigada por el Proyecto X quien dijo que "ellos (por los Kirchner) jamás estuvieron, ni para escribir un comunicado, durante la dictadura ni los noventa".
Elia Espen contó, emocionada, su historia personal y la forma en que desaparecieron a su hijo, las torturas, el vuelo de la muerte y dijo que estaba "a medias con los juicios pues el que mató, robó y torturo sigue y el aparato represivo está vigente como lo demuestra la desaparición de Jorge Julio López". Agregó que hoy "muchas personas la están pasando mal y nos mienten con las estadísticas" y que "pienso que no solo los desaparecidos son derechos humanos y no me parece justo que sean utilizados en beneficio propio como hace rato que ellos -por los Kirchner- lo vienen haciendo".
Elia Espen finalizó que "disentir debería ser normal pero nos han llevado a mirar al que piensa diferente como enemigo y reclamar lo que corresponde, no es desestabilizar". Dijo que "nos han llevado a tener miedo pero debemos decir lo que pensamos porque, a esta edad, no pienso quedarme en mi casa pensando en lo que no dije o no me dejaron decir". Agregó que "nos quieren imponer el miedo pero ¿por qué me van a hacer callar? Si sólo pido justicia".
Rey concluyó que "el libro de Gasulla ayuda a tomar conciencia que la corrupción puede matar en cualquier lado y uno no debería tener que esperar a que le toque de cerca".
Por último, el autor del libro editado por Sudamericana dijo que "hoy el libro cobra nuevo sentido con los vuelos del gobernador chaqueño, Jorge Capitanich, vinculados con Leo Fariña y las sociedades anónimas que asocian a SGI con el ex contador de Sergio Schoklender". Gasulla repasó los hechos que ocurrieron en los últimos seis meses desde la aparición del libro como la citación judicial del juez Norberto Oyarbide, los aprietes en la provincia del Chaco, el silencio oficial, la citación a Hebe de Bonafini y las nuevas denuncias que recibió desde la Fundación Madres de Plaza de Mayo.
Los protagonistas
Néstor Kirchner
Nacionalizó el proyecto “Sueños Compartidos” y le dio protección política. La iniciativa de inclusión social y construcción de viviendas surgió de un sueño de Hebe que lo plasmó Sergio Schoklender. Nació en la ciudad de Buenos Aires, a fines del 2006, apoyado por el exjefe de gobierno porteño, Jorge Telerman, y sus ministros Gabriela Cerruti y Juan Pablo Schiavi. Allí, conocieron al hombre fuerte de la Corporación Buenos Aires-Sur, Enrique Rodríguez, quien conformó sociedades anónimas con el círculo cercano a Pablo Schoklender y también gerenció el bar “70” en San Telmo con el menor de los hermanos.
“Le dio todo lo que le pedía Hebe” recuerda Herman Schiller, periodista y referente de los derechos humanos que fue echado de la Radio de las Madres, en el 2006, por criticar el alineamiento acrítico de las Madres con el gobierno de Kirchner. El expresidente confiaba plenamente en Sergio Schoklender y, en una de las primeras inauguraciones en Ciudad Oculta, lo abrazó delante de parte del gabinete nacional provocando envidias generales. La muerte del ex Presidente significó el comienzo del fin del reinado de Sergio Schoklender y de su proyecto entre los contratistas amigos del gobierno.
Hebe de Bonafini
Gasulla afirma que, luego de la publicación de su libro, empleados de la Fundación se animaron a contar detalles de una trama en la que la Madre no estaba al margen: “Hebe sabía todo”. Sus relaciones políticas, sus gastos personales, el financiamiento de actos políticos y de afiches de campaña, las cuentas en el exterior a título personal, el financiamiento espurio de la Fundación, su vínculo personal con un procesado en la causa de Oyarbide, vinculado con el laboratorio Leanity en Lanús –Walter Bernardo Bocca-, y haber promovido a su propia hija, sin ningún tipo de experiencia en gestión, son algunos puntos oscuros que Bonafini no pudo aclarar en la Justicia. A mediados de junio del 2013, luego de ausentarse en un careo con Sergio Schoklender ordenado por Oyarbide, su estado de salud es delicado. Según su abogado, Eduardo Fachal, la Madre estaría “convalesciente”.
Sergio Schoklender
De un genio, como lo consideraban funcionarios de obras públicas como Claudio Freidín y de hijo adoptivo de Hebe, el mayor de los Schoklender se transformó en “un chorro que se robó todo” y en el único universitario reincidente –como lo recordó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, al defender el accionar del Vatayón Militante. Según “El negocio de los derechos humanos”, Schoklender “no hubiese podido transformarse en lo que llegó a ser sin la complicidad de un sistema conformado por los poderes ejecutivo, judicial y legislativo que decidieron mirar para otro lado”. Lo que el Gobierno no perdonó del exapoderado de la Fundación fue quebrar el pacto de silencio tácito, no escrito y cuasi mafioso que conforma el ejercicio del poder político en la Argentina. Provocador, Sergio Schoklender, habló con el logo del grupo de medios, Clarín, provocando el odio de su antigua Madre y de parte de un gobierno que lo quería ver caer en desgracia. Sus peores pecados fueron la ostentación de su riqueza personal –en ese sentido, Leo Fariña y Federico Elaskar corrieron la misma suerte- hablarle al periodismo “opositor” y creerse más vivo que gran parte de uno de los gobiernos más corruptos de la historia argentina. Hoy evita la exposición pública, se presenta semanalmente en los tribunales de Comodoro Py, no habló nunca más con su hermano menor Pablo, pero coincide en su pelea legal por recusar al juez Oyarbide por ser imparcial de forma manifiesta.
Julio De Vido
El plan de construcción de viviendas "Sueños Compartidos" se inscribió dentro del programa nacional que manejaba el ministro de Planificación, Julio De Vido. El secretario de Obras Públicas, José López, era el funcionario que mayor resistencia ponía a los pedidos de dinero de Sergio Schoklender por la creciente inflación y los gastos operativos de las obras. El 10 de febrero de 2011, mientras Cristina Fernández daba un discurso en el barrio Carlos Mujica y felicitaba a Bonafini -pues “construir, construyen muchos, pero construir para otros, no tantos”-, detrás del obrador Castañares, tenían que separar al mayor de los Schoklender de López para evitar un escándalo. Pablo Schoklender fue testigo preferencial de los empujones que casi terminan a las piñas. López no soportaba más los malos tratos del protegido de Bonafini y, sin Kirchner para defenderlo, ansiaba encarar sus propios “proyectos personales”. “Es un hijo de puta, le llenaba la cabeza en contra de Sueños Compartidos a la Presidenta” describe Sergio Schoklender al funcionario. Agrega que “éramos los únicos, dentro de la obra pública, que no nos dejábamos sobornar”. Sin embargo admite la financiación de la campaña 2011 de Abel Fatala, funcionario de De Vido, pero “no se trataba de una coima directa” pero había que estar bien con el arquitecto. Sin embargo, ex empleados de la Fundación, un maestro mayor de obras, la arquitecta a cargo de los obradores del Chaco y un importante funcionario de Derechos Humanos de esa provincia admitieron a Gasulla que existieron tasas de retorno que iban del 15 al 50% según el proyecto.
José López
Se compró una majestuosa vivienda en el año 2000 en Río Gallegos cuando estaba al frente del Instituto de la Vivienda de Santa Cruz. Es oriundo de Tucumán, aumentó su patrimonio personal en un 600% y, hasta hace poco tiempo, era dueño de una finca que producía entre cuatro y cinco millones de kilos de caña de azúcar por año en Concepción, Tucumán. El 25 de mayo del 2003, tenía un patrimonio declarado de 158.908 pesos y en 2010, ascendía a 2.274.895 pesos, catorce veces más.
Su amigo, Gustavo Enrique Menocal, gestionaba la empresa “La Araceliti”, que comenzó produciendo tabaco en 2008, pero rápidamente diversificó sus funciones como construcciones viales, obras mecánicas, servicios de inspección y supervisión de obras públicas. Menocal, a su vez, trabajaba en el Órgano de Control de Concesiones Viales (Occovi) designado, según el Boletín Oficial, el 15 de julio del 2009. La esposa de López, María Amalia Díaz, empleada judicial de Santa Cruz durante 26 años, era la dueña del 50% de la compañía.
Los extraños nexos:
Aníbal Fernández
Luego de la pelea entre los hermanos Schoklender, a las piñas, en la vereda de la Fundación, ubicada en Hipólito Yrigoyen al 1500, Bonafini se asesoró legalmente a través del, por entonces, ministro del Gobierno nacional, Aníbal Fernández. Los vínculos del juez sorteado en la causa, Norberto Oyarbide, permitió que la Fundación fuera aceptada como querellante, posibilitara el acceso a un expediente que permaneció, durante un año, bajo secreto de sumario y que, recién en febrero del 2013, se realizase la declaración indagatoria de su presidenta desde 1979. Aníbal Fernández promovió la designación de uno de sus empleados predilectos, Gonzalo Seoane, como prensa personal de Bonafini, quien la acompañó por todo el país, desde semanas después de que estalle el escándalo, y la relacionase con los medios de comunicación.
Amado Boudou
Otro nexo directo entre Bonafini con el Gobierno nacional fue el vicepresidente Amado Boudou. El exministro de Economía fue respaldado simbólica y económicamente en la campaña 2011 a jefe de gobierno porteño de la que, finalmente, no participó. “Son como nuestros hijos” llegó a decir Hebe por Amado y Felisa Miceli. Amado Boudou, tras el escándalo, pasó tardes enteras tomando mate y consolando a Bonafini en su casa de La Plata. Tras la pelea de Bonafini con su hija Alejandra, Amado colocó a gente de su riñón político para dirigir las cuentas de la Fundación. Un conocido suyo, señalado por diputados de la oposición como su testaferro, pasó a manejar el dinero de la Fundación. El amigo del vicepresidente desde los tiempos en que era ministro del Partido de la Costa, “El gordo”, Roberto Aybar Domínguez, se transformó en el hombre fuerte de Bonafini.
Victor Hugo Morales
Otro de los herederos y custodios de la Madre, tras la salida de los hermanos Schoklender, fue el exproductor del periodista Víctor Hugo Morales, Daniel Narezo. El dueño del bar “Perón Perón” junto con Fabiana Segovia, productora histórica de Morales, remodeló, tras la salida de los Schoklender, el bar que funciona en las instalaciones de la Fundación. Además, Narezo comenzó a dirigir la Radio de las Madres tras una feroz pelea de poder con Pedro Lanteri, quien se desempeña en Cancillería. La voz institucional de la radio, “auspiciada por la AFIP, aunque es trucha y no paga impuestos” como afirmó el exdirector del COMFER, Julio Bárbaro, es Víctor Hugo Morales. Varios son los funcionarios que forman parte de la grilla de la radio, incluso, Aníbal Fernández. Los conductores cobran un sueldo promedio de 10 mil pesos y la radio es una de las más beneficiadas por la pauta oficial, más allá de su magra audiencia.
La SIDE
El martes 12 de julio de 2011, trabajadores del obrador Castañares –obra que jamás se concluyó y que en la inundación del 2 de abril del 2013 fue tomado por sus vecinos- cortaron la avenida General Paz en Lugano. Desde uno de los balcones de los monoblocks de Castañares, Fernando Pocino, el hombre fuerte de la Secretaría de Inteligencia de la Nación, monitoreaba los movimientos y marcaba a los díscolos trabajadores. “El hombre del balcón” según Sergio Schoklender luego sería enviado, por Aníbal Fernández, “para negociar” su silencio. Pocino y Schoklender se encontraron en un bar de Triunvirato, a dos cuadras de su domicilio en la calle Guevara, en la que el agente le prometió al exapoderado que “la causa se iba a dormir hasta el 23”, en alusión al 23 de octubre de 2011 en que se realizarían las elecciones nacionales. El día del corte, los servicios de inteligencia trabajaron para un organismo de Derechos Humanos. No fue la única vez. Hebe de Bonafini fue la vocera del ala más dura del Gobierno, que escrachó a los integrantes de la Corte Suprema de Justicia por no pronunciarse a favor de la aplicación del artículo 161 de la ley de servicios de comunicación audiovisual. La información provenía de la SIDE y el único miembro que se salvó del escarmiento público fue Eugenio Zaffaroni.
Nacionalizó el proyecto “Sueños Compartidos” y le dio protección política. La iniciativa de inclusión social y construcción de viviendas surgió de un sueño de Hebe que lo plasmó Sergio Schoklender. Nació en la ciudad de Buenos Aires, a fines del 2006, apoyado por el exjefe de gobierno porteño, Jorge Telerman, y sus ministros Gabriela Cerruti y Juan Pablo Schiavi. Allí, conocieron al hombre fuerte de la Corporación Buenos Aires-Sur, Enrique Rodríguez, quien conformó sociedades anónimas con el círculo cercano a Pablo Schoklender y también gerenció el bar “70” en San Telmo con el menor de los hermanos.
“Le dio todo lo que le pedía Hebe” recuerda Herman Schiller, periodista y referente de los derechos humanos que fue echado de la Radio de las Madres, en el 2006, por criticar el alineamiento acrítico de las Madres con el gobierno de Kirchner. El expresidente confiaba plenamente en Sergio Schoklender y, en una de las primeras inauguraciones en Ciudad Oculta, lo abrazó delante de parte del gabinete nacional provocando envidias generales. La muerte del ex Presidente significó el comienzo del fin del reinado de Sergio Schoklender y de su proyecto entre los contratistas amigos del gobierno.
Hebe de Bonafini
Gasulla afirma que, luego de la publicación de su libro, empleados de la Fundación se animaron a contar detalles de una trama en la que la Madre no estaba al margen: “Hebe sabía todo”. Sus relaciones políticas, sus gastos personales, el financiamiento de actos políticos y de afiches de campaña, las cuentas en el exterior a título personal, el financiamiento espurio de la Fundación, su vínculo personal con un procesado en la causa de Oyarbide, vinculado con el laboratorio Leanity en Lanús –Walter Bernardo Bocca-, y haber promovido a su propia hija, sin ningún tipo de experiencia en gestión, son algunos puntos oscuros que Bonafini no pudo aclarar en la Justicia. A mediados de junio del 2013, luego de ausentarse en un careo con Sergio Schoklender ordenado por Oyarbide, su estado de salud es delicado. Según su abogado, Eduardo Fachal, la Madre estaría “convalesciente”.
Sergio Schoklender
De un genio, como lo consideraban funcionarios de obras públicas como Claudio Freidín y de hijo adoptivo de Hebe, el mayor de los Schoklender se transformó en “un chorro que se robó todo” y en el único universitario reincidente –como lo recordó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, al defender el accionar del Vatayón Militante. Según “El negocio de los derechos humanos”, Schoklender “no hubiese podido transformarse en lo que llegó a ser sin la complicidad de un sistema conformado por los poderes ejecutivo, judicial y legislativo que decidieron mirar para otro lado”. Lo que el Gobierno no perdonó del exapoderado de la Fundación fue quebrar el pacto de silencio tácito, no escrito y cuasi mafioso que conforma el ejercicio del poder político en la Argentina. Provocador, Sergio Schoklender, habló con el logo del grupo de medios, Clarín, provocando el odio de su antigua Madre y de parte de un gobierno que lo quería ver caer en desgracia. Sus peores pecados fueron la ostentación de su riqueza personal –en ese sentido, Leo Fariña y Federico Elaskar corrieron la misma suerte- hablarle al periodismo “opositor” y creerse más vivo que gran parte de uno de los gobiernos más corruptos de la historia argentina. Hoy evita la exposición pública, se presenta semanalmente en los tribunales de Comodoro Py, no habló nunca más con su hermano menor Pablo, pero coincide en su pelea legal por recusar al juez Oyarbide por ser imparcial de forma manifiesta.
Julio De Vido
El plan de construcción de viviendas "Sueños Compartidos" se inscribió dentro del programa nacional que manejaba el ministro de Planificación, Julio De Vido. El secretario de Obras Públicas, José López, era el funcionario que mayor resistencia ponía a los pedidos de dinero de Sergio Schoklender por la creciente inflación y los gastos operativos de las obras. El 10 de febrero de 2011, mientras Cristina Fernández daba un discurso en el barrio Carlos Mujica y felicitaba a Bonafini -pues “construir, construyen muchos, pero construir para otros, no tantos”-, detrás del obrador Castañares, tenían que separar al mayor de los Schoklender de López para evitar un escándalo. Pablo Schoklender fue testigo preferencial de los empujones que casi terminan a las piñas. López no soportaba más los malos tratos del protegido de Bonafini y, sin Kirchner para defenderlo, ansiaba encarar sus propios “proyectos personales”. “Es un hijo de puta, le llenaba la cabeza en contra de Sueños Compartidos a la Presidenta” describe Sergio Schoklender al funcionario. Agrega que “éramos los únicos, dentro de la obra pública, que no nos dejábamos sobornar”. Sin embargo admite la financiación de la campaña 2011 de Abel Fatala, funcionario de De Vido, pero “no se trataba de una coima directa” pero había que estar bien con el arquitecto. Sin embargo, ex empleados de la Fundación, un maestro mayor de obras, la arquitecta a cargo de los obradores del Chaco y un importante funcionario de Derechos Humanos de esa provincia admitieron a Gasulla que existieron tasas de retorno que iban del 15 al 50% según el proyecto.
José López
Se compró una majestuosa vivienda en el año 2000 en Río Gallegos cuando estaba al frente del Instituto de la Vivienda de Santa Cruz. Es oriundo de Tucumán, aumentó su patrimonio personal en un 600% y, hasta hace poco tiempo, era dueño de una finca que producía entre cuatro y cinco millones de kilos de caña de azúcar por año en Concepción, Tucumán. El 25 de mayo del 2003, tenía un patrimonio declarado de 158.908 pesos y en 2010, ascendía a 2.274.895 pesos, catorce veces más.
Su amigo, Gustavo Enrique Menocal, gestionaba la empresa “La Araceliti”, que comenzó produciendo tabaco en 2008, pero rápidamente diversificó sus funciones como construcciones viales, obras mecánicas, servicios de inspección y supervisión de obras públicas. Menocal, a su vez, trabajaba en el Órgano de Control de Concesiones Viales (Occovi) designado, según el Boletín Oficial, el 15 de julio del 2009. La esposa de López, María Amalia Díaz, empleada judicial de Santa Cruz durante 26 años, era la dueña del 50% de la compañía.
Los extraños nexos:
Aníbal Fernández
Luego de la pelea entre los hermanos Schoklender, a las piñas, en la vereda de la Fundación, ubicada en Hipólito Yrigoyen al 1500, Bonafini se asesoró legalmente a través del, por entonces, ministro del Gobierno nacional, Aníbal Fernández. Los vínculos del juez sorteado en la causa, Norberto Oyarbide, permitió que la Fundación fuera aceptada como querellante, posibilitara el acceso a un expediente que permaneció, durante un año, bajo secreto de sumario y que, recién en febrero del 2013, se realizase la declaración indagatoria de su presidenta desde 1979. Aníbal Fernández promovió la designación de uno de sus empleados predilectos, Gonzalo Seoane, como prensa personal de Bonafini, quien la acompañó por todo el país, desde semanas después de que estalle el escándalo, y la relacionase con los medios de comunicación.
Amado Boudou
Otro nexo directo entre Bonafini con el Gobierno nacional fue el vicepresidente Amado Boudou. El exministro de Economía fue respaldado simbólica y económicamente en la campaña 2011 a jefe de gobierno porteño de la que, finalmente, no participó. “Son como nuestros hijos” llegó a decir Hebe por Amado y Felisa Miceli. Amado Boudou, tras el escándalo, pasó tardes enteras tomando mate y consolando a Bonafini en su casa de La Plata. Tras la pelea de Bonafini con su hija Alejandra, Amado colocó a gente de su riñón político para dirigir las cuentas de la Fundación. Un conocido suyo, señalado por diputados de la oposición como su testaferro, pasó a manejar el dinero de la Fundación. El amigo del vicepresidente desde los tiempos en que era ministro del Partido de la Costa, “El gordo”, Roberto Aybar Domínguez, se transformó en el hombre fuerte de Bonafini.
Victor Hugo Morales
Otro de los herederos y custodios de la Madre, tras la salida de los hermanos Schoklender, fue el exproductor del periodista Víctor Hugo Morales, Daniel Narezo. El dueño del bar “Perón Perón” junto con Fabiana Segovia, productora histórica de Morales, remodeló, tras la salida de los Schoklender, el bar que funciona en las instalaciones de la Fundación. Además, Narezo comenzó a dirigir la Radio de las Madres tras una feroz pelea de poder con Pedro Lanteri, quien se desempeña en Cancillería. La voz institucional de la radio, “auspiciada por la AFIP, aunque es trucha y no paga impuestos” como afirmó el exdirector del COMFER, Julio Bárbaro, es Víctor Hugo Morales. Varios son los funcionarios que forman parte de la grilla de la radio, incluso, Aníbal Fernández. Los conductores cobran un sueldo promedio de 10 mil pesos y la radio es una de las más beneficiadas por la pauta oficial, más allá de su magra audiencia.
La SIDE
El martes 12 de julio de 2011, trabajadores del obrador Castañares –obra que jamás se concluyó y que en la inundación del 2 de abril del 2013 fue tomado por sus vecinos- cortaron la avenida General Paz en Lugano. Desde uno de los balcones de los monoblocks de Castañares, Fernando Pocino, el hombre fuerte de la Secretaría de Inteligencia de la Nación, monitoreaba los movimientos y marcaba a los díscolos trabajadores. “El hombre del balcón” según Sergio Schoklender luego sería enviado, por Aníbal Fernández, “para negociar” su silencio. Pocino y Schoklender se encontraron en un bar de Triunvirato, a dos cuadras de su domicilio en la calle Guevara, en la que el agente le prometió al exapoderado que “la causa se iba a dormir hasta el 23”, en alusión al 23 de octubre de 2011 en que se realizarían las elecciones nacionales. El día del corte, los servicios de inteligencia trabajaron para un organismo de Derechos Humanos. No fue la única vez. Hebe de Bonafini fue la vocera del ala más dura del Gobierno, que escrachó a los integrantes de la Corte Suprema de Justicia por no pronunciarse a favor de la aplicación del artículo 161 de la ley de servicios de comunicación audiovisual. La información provenía de la SIDE y el único miembro que se salvó del escarmiento público fue Eugenio Zaffaroni.
No hay comentarios:
Publicar un comentario