La Cámpora pone al sistema aerocomercial al borde del colapso
Los camporistas que lidera Mariano Recalde quieren expulsar del país a LAN por la via de expropiarle el hangar de Aeroparque. Además, el sistema de mangas y rampas vive un conflicto salarial que podría derivar en un paro la próxima semana.
La Politica Online | 29.06.2013 19:26:00
Mariano Recalde y Axel Kicillof han convencido a Cristina Kirchner que Aerolíneas Argentinas es dolosamente deficitaria (pierde unos 3 millones de dólares por día), porque no accede a la cuota de mercado que absorbe LAN Argentina.
Se trata de una mentira flagrante porque la mayor parte del déficit de Aerolíneas es por sus vuelos internacionales, en los que compite no sólo con LAN sino con el resto de las líneas que vuelan a Buenos Aires. Pero es la excusa que encontraron para justificar el flagrante fracaso de su gestión en la línea de bandera.
En esa postura de culpar siempre al otro por las propias fallas, los camporistas lograron también convencer a la Presidenta que el control absoluto de todas la spiezas del sistema aerocomercial argentino les permitiría “cerrar” la ecuación económica.
Así, Recalde logró designar a Gustavo Lipovich en el ORSNA (organismo regulador del sistema nacional de aeropuertos), que ahora utiliza para terminar de forzar una salida del país de LAN, poniendo en riesgo la continuidad de los 3000 trabajadores que emplea, que eventualmente “absorberá Aerolíneas” agravando uno de sus problemas estructurales: la desmesurada plantilla que tiene para su nivel de operaciones.
Los directivos de LAN confirmaron a los gremialistas de APTA que lidera Ricardo Cierielli, que representantes del ORSNA ya les anticiparon que podrían quitarles el Hangar de Aeroparque de 2500 metros cuadrados, que la empresa construyó íntegro en el 2009 a un costo de 3,2 millones de dólares y por el cual tiene una concesión por 15 años con Aeropuertos Argentina 2000.
Peor en esta compañía La Cámpora también puso el pie a través del inexperto Fernando Muriel, ex secretario de Lipovich, con cero antecedentes en el mercado aerocomercial. Los rumores de una estatización de Aeropuertos 2000 también son moneda corriente.
La estrategia es tan simple como torpe. Creen que si se quedan con las ganancias de Aeropuertos 2000 sumarán ingresos que podrían compensar el déficit criminal de Aerolíneas. Fue esa lógica la que los llevó a tomar el control de Intercargo, que ahora vive un duro conflicto laboral y está en las puerta de un paro.
El problema de la lógica camporista es que no repara en una de las causas centrales de su problema: la mala gestión empresarial y la precariedad e los recursos humanos que destina a los puestos de dirección. Entonces, al sumar competencias y empresas, lejos de solucionar el problema original de Aerolíneas, lo agrava.
La embestida contra LAN
En su acoso a LAN Argentina, los camporistas lograron a mediados del año pasado que se le impida a la firma la incorporación de un Airbus 320 para el mercado doméstico y un Boeing 767 para aumentar sus frecuencias internacionales. Frecuencia extra que tampoco le fue autorizada, en pos de no aumentar su competencia con Aerolíneas Argentinas y Austral.
Luego una vez que tomaron el control de Intercargo inventaron una deuda de 18 millones de dólares, para suspenderle el servicio de rampa (mangas para aeronaves, limpieza de aviones, transporte de pasajeros en ómnibus) y a pesar de que LAN obtuvo resoluciones judiciales a su favor, los camporistas las desoyeron, poniendo en riesgo incluso a los pasajeros de la aerolínea chilena que debían atravesar caminando la pista.
Según recuerda el gremio de Cirielli LAN Argentina comenzó a operar en el país en junio de 2005 por decisión de Néstor Kirchner. Su porcentaje original de mercado de cabotaje era el 15%, y en la actualidad es del 30 %; y del 18 % de los vuelos internacionales. Los 382 técnicos y despachantes aeronáuticos de la empresa, cobran sueldos del mismo nivel que en Aerolíneas Argentinas y Austral y tienen similar situación convencional.
“Si al gobierno argentino le molesta la competencia de LAN Argentina, para nuestra Línea Aérea de Bandera y Austral, debe saber y poder competir con ella como corresponde empresarialmente. Con las políticas corporativas adecuadas, un gerenciamiento idóneo a todo nivel, transparencia en sus finanzas, y las inversiones correctas y necesarias en cuanto a flota como en las Áreas Técnicas industriales de ambas”, sostuvo APTA en un comunicado.
Y reiteró que si se le quita el hangar de Aeroparque “su actividad en el país se verá imposibilitada y no solo perderán sus trabajos los 382 Técnicos y Despachantes Aeronáuticos que emplea, sino los 3000 trabajadores directos de la compañía, además de miles indirectos”.
De manera que si LAN Argentina se retira del mercado, advierte el gremio de Cirielli, el servicio de transporte aerocomercial quedaría a cargo exclusivamente de “un gran monopolio estatal, conformado por Aerolíneas Argentinas y Austral”.
Se trata de una mentira flagrante porque la mayor parte del déficit de Aerolíneas es por sus vuelos internacionales, en los que compite no sólo con LAN sino con el resto de las líneas que vuelan a Buenos Aires. Pero es la excusa que encontraron para justificar el flagrante fracaso de su gestión en la línea de bandera.
En esa postura de culpar siempre al otro por las propias fallas, los camporistas lograron también convencer a la Presidenta que el control absoluto de todas la spiezas del sistema aerocomercial argentino les permitiría “cerrar” la ecuación económica.
Así, Recalde logró designar a Gustavo Lipovich en el ORSNA (organismo regulador del sistema nacional de aeropuertos), que ahora utiliza para terminar de forzar una salida del país de LAN, poniendo en riesgo la continuidad de los 3000 trabajadores que emplea, que eventualmente “absorberá Aerolíneas” agravando uno de sus problemas estructurales: la desmesurada plantilla que tiene para su nivel de operaciones.
Los directivos de LAN confirmaron a los gremialistas de APTA que lidera Ricardo Cierielli, que representantes del ORSNA ya les anticiparon que podrían quitarles el Hangar de Aeroparque de 2500 metros cuadrados, que la empresa construyó íntegro en el 2009 a un costo de 3,2 millones de dólares y por el cual tiene una concesión por 15 años con Aeropuertos Argentina 2000.
Peor en esta compañía La Cámpora también puso el pie a través del inexperto Fernando Muriel, ex secretario de Lipovich, con cero antecedentes en el mercado aerocomercial. Los rumores de una estatización de Aeropuertos 2000 también son moneda corriente.
La estrategia es tan simple como torpe. Creen que si se quedan con las ganancias de Aeropuertos 2000 sumarán ingresos que podrían compensar el déficit criminal de Aerolíneas. Fue esa lógica la que los llevó a tomar el control de Intercargo, que ahora vive un duro conflicto laboral y está en las puerta de un paro.
El problema de la lógica camporista es que no repara en una de las causas centrales de su problema: la mala gestión empresarial y la precariedad e los recursos humanos que destina a los puestos de dirección. Entonces, al sumar competencias y empresas, lejos de solucionar el problema original de Aerolíneas, lo agrava.
La embestida contra LAN
En su acoso a LAN Argentina, los camporistas lograron a mediados del año pasado que se le impida a la firma la incorporación de un Airbus 320 para el mercado doméstico y un Boeing 767 para aumentar sus frecuencias internacionales. Frecuencia extra que tampoco le fue autorizada, en pos de no aumentar su competencia con Aerolíneas Argentinas y Austral.
Luego una vez que tomaron el control de Intercargo inventaron una deuda de 18 millones de dólares, para suspenderle el servicio de rampa (mangas para aeronaves, limpieza de aviones, transporte de pasajeros en ómnibus) y a pesar de que LAN obtuvo resoluciones judiciales a su favor, los camporistas las desoyeron, poniendo en riesgo incluso a los pasajeros de la aerolínea chilena que debían atravesar caminando la pista.
Según recuerda el gremio de Cirielli LAN Argentina comenzó a operar en el país en junio de 2005 por decisión de Néstor Kirchner. Su porcentaje original de mercado de cabotaje era el 15%, y en la actualidad es del 30 %; y del 18 % de los vuelos internacionales. Los 382 técnicos y despachantes aeronáuticos de la empresa, cobran sueldos del mismo nivel que en Aerolíneas Argentinas y Austral y tienen similar situación convencional.
“Si al gobierno argentino le molesta la competencia de LAN Argentina, para nuestra Línea Aérea de Bandera y Austral, debe saber y poder competir con ella como corresponde empresarialmente. Con las políticas corporativas adecuadas, un gerenciamiento idóneo a todo nivel, transparencia en sus finanzas, y las inversiones correctas y necesarias en cuanto a flota como en las Áreas Técnicas industriales de ambas”, sostuvo APTA en un comunicado.
Y reiteró que si se le quita el hangar de Aeroparque “su actividad en el país se verá imposibilitada y no solo perderán sus trabajos los 382 Técnicos y Despachantes Aeronáuticos que emplea, sino los 3000 trabajadores directos de la compañía, además de miles indirectos”.
De manera que si LAN Argentina se retira del mercado, advierte el gremio de Cirielli, el servicio de transporte aerocomercial quedaría a cargo exclusivamente de “un gran monopolio estatal, conformado por Aerolíneas Argentinas y Austral”.
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