miércoles, 2 de mayo de 2012

como le fascina a la prensa cipaya sacar este tipo de notas,cuando las invasiones inglesas la nacion hubiese titulado:los ingleses no fueron derrotados se retiraron para no causar mas muertes"

MalvinasMiércoles 02 de mayo de 2012 | 14:16

A bordo del buque de guerra británico que va camino a las Islas Malvinas

Es uno de los barcos de guerra más avanzados y poderosos de la armada de Reino Unido y ahora viaja al archipiélago; por Jonathan Beale
 
 
 
 
El HMS Dauntless es el destructor más grande que ha construido el ejército británico y está hecho de 3.000 toneladas de acero. Su amplio casco ayuda a soportar dos grande radares.
Es radicalmente distinto en diseño si se compara con barcos de guerra antiguos. Gracias a sus líneas anguladas, en los radares de otros navíos no parece más grande que un barco de pesca y muchos lo consideran el "primer barco de guerra furtivo" de la armada británica.
Buena parte de la tripulación de 200 personas no había siquiera nacido cuando las fuerzas militares partieron hacia las islas hace exactamente 30 años.
Pero en el barco hay unos cuantos veteranos del conflicto. El ingeniero de armamento Steve Collins apenas tenía 18 años cuando estaba en el HMS Antelope, que fue hundido por la fuerza aérea argentina en el estrecho de San Carlos, en el archipiélago de las islas.
Aquella fue su primera misión. Y esta será la última.
Dice que espera ver las islas de nuevo y visitar los memoriales. Pero también insiste en que el despliegue no es nada fuera de lo común.
Gary Morris, otro veterano que está a bordo, niega que este viaje al Atlántico Sur sea un acto de provocación contra Argentina. Dice que es rutinario que un barco de guerra de la armada proteja un pedazo de territorio soberano británico.
En tanto el capitán del barco, Will Warrender, cuenta que puede entender "por qué ha aumentado el interés" tras el envío del HMS Dauntless. Pero añade que la armada ha estado presente durante "muchos años". Nadie a bordo parece querer echarle leña al fuego político.

Video: El destructor británico por dentro (BBC)

Lecciones

El diseño del Dauntless nació de las lecciones de 1982, cuando Reino Unido perdió media docena de barcos a manos de aviones argentinos a vuelo bajo y misiles que rozan la superficie del mar. En teoría podría responder a cualquier ataque de la fuerza aérea argentina.
En el centro operativo del barco decenas de pantallas de computador muestran datos de los dos grandes radares, que pueden registrar información de hasta 250 millas (unos 400 kilómetros).
A 60 millas, unos 96 kilómetros, pueden identificar y captar múltiples objetivos al mismo tiempo. Incluso pueden rastrear un objeto del tamaño de una pelota de cricket que viaje al doble de la velocidad de la luz.
El teniente de navío Tom Rowley, uno de los oficiales de guerra aérea del Dauntless, resalta lo que califica de "capacidades asombrosas" del barco.
Su arma principal son los 48 misiles Sea Viper -o víbora del mar-. Estos pueden alcanzar velocidades de Mach 4 a Mach 5 en sólo dos segundos. Es decir, pueden ser cuatro o cinco veces más rápidos que el sonido.
Además pueden llevar a cabo maniobras de vuelo tres veces más severas de lo que puede soportar un piloto de combate. Si llegara a haber un escenario tipo Armagedón, el barco podría disparar los 48 misiles en sólo dos segundos. Pero cada uno vale 1,6 millones de dólares por lo que el Dauntless sólo ha lanzado uno, y de prueba.
Sus otras defensas son ametralladoras instaladas en el barco, un cañón de calibre 4,5 y un helicóptero que puede proteger el barco de ataques con submarinos o barcos de superficie.


Las condiciones de la tripulación

El capitán Warrender dice que es mucho más que un destructor de defensa aérea y que ofrece "versatilidad y flexibilidad". Hay espacio a bordo para añadir otros sistemas de defensa como un compartimento para instalar misiles de crucero. También existe una cabina extra para un destacamento de infantes de marina o fuerzas especiales.
El barco cuenta con más espacio para la tripulación que otros navíos de la armada y la mayoría duerme en cabinas dobles. Hay comedores separados para oficiales de distinto rango, pero para una misión de siete meses, esto no se puede considerar una vida de lujo. Cada miembro de la tripulación recibe comida por valor diario de US$3,8.
A la armada también le ha tocado sacarle el máximo provecho a este barco de guerra de US$1.600 millones. Originalmente, Reino Unido estaba planeando comprar doce destructores tipo 45. Pero la armada sólo recibirá seis.
Para el HMS Dauntless eso significa que este viaje es mucho más que patrullar las islas Malvinas. En el trayecto, en la costa occidental de África, la tripulación ayudó a entrenar naciones en la región sobre cómo combatir el crimen marítimo.
Se probó el conocimiento de equipos de Gambia, Senegal y Marruecos en el Dauntless en temas como misiones de abordaje o aprender a enfrentar la piratería, la pesca ilegal y el comercio ilegal de drogas, armas y personas.

Largo viaje

En Reino Unido es probable que el viaje del Dauntless siga pareciendo una misión orientada a las islas, especialmente dadas las tensiones crecientes con Argentina, que ya han generado dudas sobre los lugares en los que podría parar el Dauntless en su viaje de regreso.
No es un secreto que el gobierno quisiera mostrarles su nuevo destructor a los poderes emergentes de la región, particularmente a Brasil.
Dauntless no sólo está izando la bandera de la armada, sino también la de los negocios británicos, y del contratista principal, BAE systems.
Sin embargo, algunas naciones sudamericanas ya rechazaron otros navíos británicos, en un acto de solidaridad con la Argentina por la disputa sobre la soberanía de las islas. Warrender no está dispuesto a comentar sobre los destinos del barco durante este viaje.
Pero admite que la situación en Sudamérica "sí hace que sea un poco más difícil" detenerse en la región. Para la tripulación del Dauntless, puede ser un largo regreso a casa

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