viernes, 4 de mayo de 2012

young & rubican o cómo aprender (tarde) a no involucrarse "con cualquier cosa que tenga motivaciones políticas" ...



Leemos:

La agencia de publicidad Young & Rubicam pidió disculpas y comunicó su "condena enérgica" por el spot del atleta argentino en Malvinas. Le pidió al gobierno argentino en un comunicado que retire la publicidad de circulación de los medios.


"Nos llamó la atención que nuestra agencia (en Argentina) creó un aviso para el gobierno argentino que ofendió profundamente a mucha gente en Reino Unido y en todo el mundo. Condenamos enfáticamente este trabajo y le pedimos al gobierno argentino que removiera el spot", señala el comunicado al que tuvo acceso Infobae.com.


Al mismo tiempo, señalaron: "Aunque no creamos que haya sido la intención de los creadores del anuncio profanar un monumento de guerra, se comportaron de manera inaceptable para nuestra compañía".

Además, las autoridades de Y&R sostienen que es "contrario" a la política de la empresa de no involucrase con "cualquier cosa que tenga motivaciones políticas". "Además, el spot es ofensivo con el espíritu olímpico. Más allá de lo que los creadores intentaron resaltar, lo que provocaron es contrario a todo lo que la compañía defiende", añaden. Para finalizar, desde la agencia pidieron perdón. "Sentimos mucho el dolor causado por este anuncio y nos disculpamos con los muchos que, en su derecho, se sintieron perturbados por él, como nosotros", sostienen.


Burson-Marsteller, Ltd. es una de las agencias de relaciones públicas más grandes del mundo. Creada por Harold Burson y Bill Marsteller en 1953, integra en la actualidad el grupo Young & Rubicam, controlado a su vez por el WPP Group, con base en Londres. La firma tiene 58 oficinas propias y 45 filiales en 59 países en los seis continentes.


Casos notables :
Dictadura argentina

En las décadas de 1970 y 1980, Burson-Marsteller organizó la campaña de la dictadura militar argentina (1976-1983) destinada a impedir las denuncias internacionales por violaciones a los derechos humanos, siendo la autora del conocido eslógan pro-dictatorial «los argentinos somos derechos y humanos».

Burson-Marsteller ha sido criticada por organizar a favor de la última dictadura militar de Argentina (1976-1983), durante la década de 1970, la campaña contra las organizaciones de derechos humanos que denunciaban los crímenes de lesa humanidad que se estaban cometiendo en el Terrorismo de Estado en Argentina en las décadas de 1970 y 1980‎. Burson-Marsteller ha declarado que la dictadura nunca le pidió defenderla de las acusaciones por violaciones de derechos humanos, sin embargo, el investigador Rubén Morales ha señalado que la compañía creó un conocido y cuestionado eslógan de 1979, que decía «los argentinos somos derechos y humanos».

En el libro The Shock Doctrine, Naomi Klein dice que:

Victor Emmanuel, el ejecutivo de Burson-Marsteller que estaba a cargo de vender al mundo el nuevo régimen favorable a las empresas de la junta de Argentina, le contó a un investigador que la violencia era necesaria para abrir la economía "proteccionista, estatista" de Argentina. "Nadie, pero nadie, invierte en un país envuelto en una guerra civil", dijo, admitiendo también que no fueron solo guerrilleros quienes murieron. "Mucha personas inocentes probablemente fueron asesinados," le contó a la autora Marguerite Feitlowitz, pero, "dada la situación, se requería una inmensa fuerza".

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