Agustina vs Cristina, “la borracha de poder”
Hay que cumplir con el cupo femenino. De acuerdo con la ley 24.012, las listas de candidatos a cargos electivos deben poseer un 30 por ciento de mujeres en su composición. Y los artífices de las listas de las PASO están decididos a respetar esa norma. Tanto así, que hasta sumaron a un tendal de esposas de diputados e intendentes del conurbano bonaerense, con o sin experiencia en la arena política.
La semana pasada, la tríada Massa-Scioli-De Narváez se trasladó a sus esposas: Galmarini-Rabolini-Ayllón. La única que llegó a confirmar su candidatura es ésta última, como parte del listado presentado por el Frente Unión por la Libertad y el Trabajo (liderado por Francisco, claro. No, el Papa, no.. El Colorado, su marido).
Ya sin Scioli en esos comicios, bastó con que cerrara la inscripción para participar de las elecciones primarias para que las lecturas políticas recayeran sobre la llamativa composición de la lista presentada por el Frente Renovador, y los posibles pasos de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para promover su “re-re”. Son varios los que especulan con que la llegada de los legisladores del flamante espacio massista terminará por convertirse en una suerte de espacio converso hacia el oficialismo.
Agustina Ayllón está convencida de que así será. Como De Narváez, la exmodelo y abogada sostiene que hay dos listas K en Buenos Aires: la del FpV, con el intendente de Lomas, Martín Insaurralde, a la cabeza, y la de Massa.
“El mejor plan de Cristina fue el lanzamiento de Massa“, aseguró Ayllón a FM Delta. “La lista de Massa es un poco de cristinismo y un poco de ‘mostremos que no somos tan cristinistas’”, advirtió.
Pero las definiciones políticas no quedaron ahí. Para la precandidata, “gran parte de la responsabilidad por la división (de la sociedad) es por la Presidenta”.
“(Cristina está) en una borrachera de poder, en la cual cree que puede ir por encima de las instituciones”, acusó la posible diputada por la octava sección (La Plata).
“La acumulación de poder a lo largo de los años hace que una persona se maree“, opinó Ayllón.
Esto recién empieza, y las “señoras de” podrían llevarse todo el crédito.
Hay que cumplir con el cupo femenino. De acuerdo con la ley 24.012, las listas de candidatos a cargos electivos deben poseer un 30 por ciento de mujeres en su composición. Y los artífices de las listas de las PASO están decididos a respetar esa norma. Tanto así, que hasta sumaron a un tendal de esposas de diputados e intendentes del conurbano bonaerense, con o sin experiencia en la arena política.La semana pasada, la tríada Massa-Scioli-De Narváez se trasladó a sus esposas: Galmarini-Rabolini-Ayllón. La única que llegó a confirmar su candidatura es ésta última, como parte del listado presentado por el Frente Unión por la Libertad y el Trabajo (liderado por Francisco, claro. No, el Papa, no.. El Colorado, su marido).
Ya sin Scioli en esos comicios, bastó con que cerrara la inscripción para participar de las elecciones primarias para que las lecturas políticas recayeran sobre la llamativa composición de la lista presentada por el Frente Renovador, y los posibles pasos de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para promover su “re-re”. Son varios los que especulan con que la llegada de los legisladores del flamante espacio massista terminará por convertirse en una suerte de espacio converso hacia el oficialismo.
Agustina Ayllón está convencida de que así será. Como De Narváez, la exmodelo y abogada sostiene que hay dos listas K en Buenos Aires: la del FpV, con el intendente de Lomas, Martín Insaurralde, a la cabeza, y la de Massa.
“El mejor plan de Cristina fue el lanzamiento de Massa“, aseguró Ayllón a FM Delta. “La lista de Massa es un poco de cristinismo y un poco de ‘mostremos que no somos tan cristinistas’”, advirtió.
Pero las definiciones políticas no quedaron ahí. Para la precandidata, “gran parte de la responsabilidad por la división (de la sociedad) es por la Presidenta”.
“(Cristina está) en una borrachera de poder, en la cual cree que puede ir por encima de las instituciones”, acusó la posible diputada por la octava sección (La Plata).
“La acumulación de poder a lo largo de los años hace que una persona se maree“, opinó Ayllón.
Esto recién empieza, y las “señoras de” podrían llevarse todo el crédito.
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