lunes, 3 de junio de 2013

tiene razon

REFERENTE DE AMMAR CUENTA COMO ES TRABAJAR LIBRE DE PROXENETAS

La salida es una cooperativa

"Los proxenetas tienen que ir todos presos y las chicas tienen que aprender a ser libres y trabajar por su propia voluntad", dice la dirigente gremial de Ammar Rosario. Tiene 42 años y sola mantiene a sus cinco hijos.
 

 Por Sonia Tessa
Nueva referente de la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina en Rosario, Norma prefiere -por ahora- hacer notas sin develar su apellido. Madre de cinco hijas, a las que cría en soledad, Norma tiene 42 años y está decidida a reactivar la organización sindical local, que forma parte de la Central de Trabajadores de la Argentina. En principio, es la titular de los contratos de alquiler de tres inmuebles que una cooperativa de 43 trabajadoras sexuales -así quieren ser llamadas-, que funcionan en la zona de la Terminal, en Santa Fe y Castellanos, donde sus integrantes pueden ganar entre 600 pesos -un día de semana- y 1200, los viernes. Están organizadas en turnos, para no saturar determinados horarios del día y cada una hace un aporte -de alrededor de 30 pesos diarios- para solventar los gastos del inmueble. "Cuando nos sobra plata después de pagar el alquiler y los servicios, por ahí compramos un juego de sábanas, o cortinas", describe Norma la experiencia cooperativa. Pero además, en este momento, las 43 compañeras aportan solidariamente para sostener a dos de ellas. Una, que está embarazada y otra, enferma de tuberculosis, que debe mantener a cinco hijos. La propia Norma sufrió un accidente, se cayó de una moto, y tiene un brazo enyesado pero, dada la necesidad de ingresos, concurre a trabajar.
Antes de enredarse en los discursos, Norma prefiere ser concreta. "En un lugar como La Rosa o el Palacio Berlusconi trabajan al 50 por ciento. Y los proxenetas tienen que ir todos presos. Las chicas tienen que aprender a ser libres y trabajar por su propia voluntad", dice la dirigente gremial, que comenzó en Ammar antes del asesinato de Sandra Cabrera, el 27 de enero de 2004. "Hace 16 años que estoy en el rubro, siempre íbamos a las reuniones con Sandra, pero las chicas tienen miedo después de todo lo que pasó", dice la nueva líder de Ammar, que hoy celebra el Día de la Trabajadora Sexual (ver recuadro).
Norma cuenta que el año pasado, en agosto, fueron allanadas por la Dirección de Trata y la División de Drogas Peligrosas. "Pero no encontraron nada, porque no había drogas y nosotras tenemos una cooperativa, que no está constituida como tal. A mí me querían investigar como responsable de regentear el lugar, porque los contratos están a mi nombre, pero las chicas explicaron que somos cooperativa, pero no puede haber 43 titulares de un contrato", relató la mujer, que se quejó porque no se pueden inscribir como grupo ya que "no te reconocen el rubro".
Desde Ammar, Norma subraya su apoyo a la lucha contra la trata. "Hay lugares donde hay chicas a las que les sacan el documento, hasta que no finalice el contrato no te dan los documentos ni ves un centavo. Eso pasa en muchos cabarets y boliches", dice la dirigente.
Aunque dice estar "de acuerdo" con el cierre de whiskerías, subraya que les preocupa el futuro de las mujeres que están allí. "Dónde van a ir a parar", pregunta, al tiempo que "entiende" a las mujeres que concurrieron la semana pasada a defender a Juan Cabrera, propietario del prostíbulo La Rosa. "Hay muchas chicas que defienden a los dueños, sienten que es un trabajo y están bien. Pero no se dan cuenta de que si vos ponés el cuerpo, está mal que otro se quede con la plata. Por qué tiene que beneficiarse con tu cuerpo", apunta.
Y también aclara que "tanto la policía como los funcionarios políticos saben donde hay proxenetismo. Es como que al Indio (Blanco, Cabrera) no se lo toca". Al menos hasta el sábado de la semana pasada, cuando la jueza Alejandra Rodenas dispuso el cierre del prostíbulo, al detectar el delito de facilitamiento y promoción de la prostitución.

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