la marcha de la batalla cultural : hoy, empate
En fin, cantemos: Pelado no te vallas, Tumini vení, midamos bien los precios porque aumento el maní!
Con las paritarias y los planes sociales actualizados en promedio diez puntos (10) sobre el nivel inflacionario que reconoce el neoliberalismo, releemos ?
Un repaso histórico por los tres acuerdos de precios peronistas exitosos que, a su vez, permiten traer al presente la tan vigente derrota por goleada de los “curtidores” de la teoría neoliberal y la supuesta superioridad del libre mercado en la fijación de precios.
En esta humildísima columna vamos a señalar los tres acuerdos de precios peronistas exitosos y a rememorar, a vuelo de pájaro, la derrota por goleada de los “curtidores” de la teoría neoliberal y la supuesta superioridad del libre mercado en la fijación de precios.
1. Viajemos, entonces, al año 1952, cuando Juan Domingo Perón crea la Comisión Nacional de Precios y Salarios que tenía la función de vincular aumentos salariales con los niveles de productividad y evitar aumentos de precios no justificados. Las medidas de control o acuerdo de precios que generó el “Pocho” lograron revertir la situación, y la inflación pasó del 38% en 1952 al 4% en 1953 y cayó al 3,8% en el año 1954. Por otra parte, en términos generales, puede decirse que el nivel de actividad económica, en su conjunto, se reactivó y pasó de una caída de 6% del PBI en 1952 a un crecimiento del 5,4% en 1953.
En este sentido, la serie estadística histórica sobre la distribución funcional del ingreso muestra dos años clave: 1954 y 1974. En ambos se alcanzó la máxima participación de los asalariados en el Producto. En 1954, el registro fue de 50,1%, alcanzándose así el deseado fifty-fifty.
Frente a esto, como sabemos, la reacción conservadora apeló al golpe de Estado para derrocar al gobierno peronista y desarticular el proceso socioeconómico que permitió conquistar la Justicia Social, conquista que siempre supuso en el país transitar etapas de acuerdos de precios.
2. En el año 1973, con el regreso definitivo del General Perón, el Pacto Social, que impulsara como principal medida de política económica supuso también acuerdo de precios, y fue tan exitoso que logró bajar la inflación drásticamente del 100% existente, cuando iniciara el gobierno el “Tío” Cámpora, al 30% en solo un año.
Luego, acontecimientospolíticos, trágicos unos y muy desestabilizantes otros,como el asesinato de Rucci, la muerte del General Perón y la ausencia de poder político que supuso, impulsaron el sabotaje permanente al “Plan Gelbard” por parte del poder económico transnacional, la izquierda mágica y la derecha esotérica.
Muerto Perón, la ofensiva contra el plan Gelbard finalmente culminó con el llamado "Plan de los Tres Chiflados", en referencia a López Rega, Celestino Rodrigo, autor del “Rodrigazo”, y el siniestro Caballo de Troya neoliberal Ricardo Zinn, integrantes todos ellos de la, en esos días, nutrida orden esotérica "Los caballeros de Fuego", que sostenía, entre otras lindezas y así lo expresaba López Rega en reuniones de gabinete, que Perón era la reencarnación de un Faraón Egipcio. (¡Úpalala!)
Zinn, liberal y antiperonista furioso, reconoció explícitamente que su plan tenía como objetivo de fondo la destrucción del modelo político social implementado a partir de 1946 y que tuvo su recomienzo a mediados del año 1973 con la llegada al gobierno de Héctor Cámpora y Juan Perón, a punto de que ya en el año 1974, y también como efecto del control de precios, la participación de los trabajadores en el Producto alcanzó el 47,0%, ¡segundo récord histórico!
Así las cosas, vemos que el plan de acuerdo de precios implementado por Gelbard y sostenido políticamente por Perón, no fracasó como consecuencia de asépticas “inconsistencias de teoría económica”, como pretenden hacernos creer los gurúes neoliberales -incluido el ex ministro Lavagna , otro prócer al que ya le haremos pelo y barba-, sino que fue fracasado por la ofensiva política de los sectores conservadores que no culminaron su tarea sino hasta el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 y las consecuencias por todos conocidas.
3. Por último, llegamos al año 2006, durante la etapa más reciente de acuerdos de precios que fue desplegada exitosamente por otro gran patriota peronista, Néstor Kirchner, que supuso la muy oportuna eyección del Ministerio de Economía de Roberto Lavagna, quien, según Kirchner, en lugar de establecer compromisos efectivos con los formadores de precios "éste tomaba cafecito".
En efecto, en los inicios del año 2006, con el sistema de controles de precios funcionando, la inversión de la curva histórica de impacto de la inflación desagregada por quintiles de población (cada una de las cinco partes en que se divide la sociedad) resultó una nota destacada de la política económica tras la partida del entonces proto candidato del radicalismo, conocido como “El Pálido Lavagna”- Néstor dixit.
Las consecuencias casi inmediatas del acuerdo de precios del año 2006 fueron inmejorables.Veamos esto más de cerca.
En el quintil poblacional más bajo -el 20% más pobre de la sociedad-, el 46,6% del ingreso del hogar se destina a alimentos y bebidas, por lo que moderar la inflación de la canasta básica alimentaria resulta central para mejorar las condiciones socioeconómicas de la población más vulnerable.
En el lapso comprendido entre los meses de enero de 2002 y mayo de 2003, la inflación de la canasta básica de alimentos duplicaba el Índice de Precios al Consumidor general (IPC). Esta relación IPC/Canasta alimentaria se alteró drásticamente durante la gestión de gobierno de Néstor Kirchner, y hasta el ante último trimestre de gestión del ex ministro Lavagna, los alimentos aumentaban mucho menos que el IPC general.
Esta relación virtuosa para un país en crisis socioeconómica de la profundidad que tuvo la Argentina -que supone el aumento de la canasta alimentaria por debajo el IPC general- cambió sustancialmente en los meses de septiembre, octubre y noviembre de 2005, cuando se proyectaba una inflación anualizada de canasta de alimentos del 24,7% lo que hubiera supuesto, por el lado del gasto de los hogares, 1,2 millones de indigentes más -no existía la Asignación Universal por Hijo como mecanismo compensador.
Este enorme fracaso de Lavagna en el control inflacionario que de persistir hubiera generado un gran deterioro social, tras la implantación de los acuerdos de precios se detuvo, y los sectores más vulnerables recibieron a partir de enero de 2006 mucho menor impacto inflacionario.
El alza del índice de precios en alimentos y bebidas de 2006 para el 20% más pobre fue del 3,3%, para el segundo quintil, 20% mayoritariamente clase media baja, fue del 3,8%, y para el tercer quintil, clase media plena, ascendió apenas al 3,8%, valores inferiores al 4,9% del aumento general de alimentos y bebidas, y muy por debajo del 25% de canasta básica que dejara como pesada herencia Lavagna.
De esta forma, mediante el control de precios y contra toda la mala onda tirada entonces por el señor “Pálido”, junto al FMI y la derecha económica, medios y gurúes, en el año 2006 Néstor Kirchner, mediante el acuerdo de precios, logró que el índice inflacionario de 2006 bajara al 9,8% anual, 2,5 puntos por debajo del nivel del año anterior, cuando había trepado a 12,3% y, muy especialmente, se detuvo drásticamente el aumento de la canasta básica de alimentos que cayó 20 puntos en un año.
Finalmente -y como para que tengan, guarden y repartan-, ¿qué hicieron los gurúes libremercadistas durante sus diversas gestiones de gobierno, incluida la última dictadura? Fácil: tomaron un país con 3% de pobreza en 1975 y lo devolvieron con 54% en 2003, mientras a la indigencia la dispararon del 2% al 27,6 en igual lapso. Por suerte, el desempleo solo pasó del 3% en 1975 al 24% en 2003, y la participación de los trabajadores sobre el producto cayó del 47% de 1974 al 17% de mayo del 2003.
Ahora sí, en materia inflacionaria debemos reconocer que los gurúes libremercadistas anduvieron al pelete: por ejemplo, 178% de inflación en 1978 con el “Oreja” Martínez de Hoz, congelando salarios y con los milicos asesinando, persiguiendo y prohibiendo la actividad sindical.
A los éxitos en el control inflacionario bajo el paradigma de los sabios neoliberales debemos agregar dos ciclos de híper durante los años 1989 y 1990 y una salida a toda orquesta de la súper estabilidad de precios con deflación incluida en diciembre de 2001, cuando mandaron a la indigencia, al hambre digámoslo sin rodeos, a 4 de cada 10 menores de 15 años a nivel nacional -por citar solo un ejemplo sensible de los grandes hits a que nos tienen acostumbrados los neoliberalotes argentos, esa especie de joyas nunca taxi, que, como pollo al espiedo, están quemados hasta el culo, pero igual siguen girando… (¡Ay, perdón, me crispé!)
FUENTE: TELAM
Pero otra parte se desvía hacia el financiamiento del presupuesto eclesiástico, como en 1955 denunció el presidente Juan Perón y en 1964 el gobernador radical de Córdoba Justo Páez Molina. El miércoles, el papa Francisco almorzó en Roma con dos de los hombres que diseñaron el sistema de succión de recursos públicos para la enseñanza privada: el macrista Luis Liberman, que actuó desde el Estado, como subsecretario de Educación de la Ciudad, y José María del Corral, como presidente del Consejo General de Educación del Arzobispado de Buenos Aires. La afirmación de Radrizzani de que “es mucho lo que se viene haciendo, pero es mucho todavía lo que falta” es una abstracción atemporal.
Todo es poco, cuando se trata de “personas, hombres y mujeres, ancianos, jóvenes y niños” que no constituyen “sólo un problema económico o estadístico sino primariamente un problema moral”, como reza una de las citas de Bergoglio leídas el 25 de mayo. Esto implica desconocer el proceso más profundo de reducción de la pobreza y de la indigencia que haya tenido lugar en tan poco tiempo en la Argentina y en cualquier otro país de la región, mediante la transferencia directa de ingresos, de los sectores más poderosos a los más desvalidos de la sociedad y además con un sistema de pago objetivado en la tarjeta bancaria que reduce al mínimo la explotación clientelística de lo que no constituye una dádiva sino un derecho.
Este grado de transparencia, que contrasta con el opaco manejo de Caritas, ha permitido reducir la brecha entre el 10 por ciento de mayores y de menores ingresos, de 35 veces cuando asumió Néstor Kirchner a 11 veces cuando empiece a cobrarse la última actualización de la AUH, según el cálculo del sociólogo Artemio López. El tema tiene estricta actualidad, dadas las insistentes menciones del papa Francisco a la pobreza y el trascendido de que constituiría el eje de su primera encíclica.
Un milagro
La referencia de Bergoglio-Radrizzani a quién cuenta el número de pobres y excluidos alude al debate por el Observatorio de la Deuda Social de la Pontificia Universidad Católica Argentina, cuyo Gran Canciller era en aquel momento el propio Bergoglio. Desde esa posición azuzó al gobierno con el aguijón del Observatorio, con la coincidencia tomista de razón y fe.
El mismo López se refirió así a esas mediciones:
“La utilización del discurso opositor bajo el formato estadístico es otro fetichismo corriente en estos días donde no existe oposición político-partidaria sólida y capaz de argumentar. Es la Iglesia la que divulga cifras referidas a la pobreza generadas en la universidad privada UCA, aprovechando el imaginario tradicional que supone a la institución católica “comprometida con los que menos tienen”. Nada más arbitrario y contradictorio con la historia reciente de la cúpula eclesial, protagonista de cuanto proyecto conservador y excluyente existió en el país.
Para esta “consultora opositora”, en noviembre de 2011 existía “un 34,9 por ciento de pobres en la región metropolitana. Esto es un nivel similar de pobreza que el de 2004, más precisamente la existente en el segundo semestre de aquel año, cuando la pobreza, según el impoluto Indec de entonces, ascendía a 37,7 por ciento en el Gran Buenos Aires. En ese momento concurrían tres factores que, analizados en conjunto, desbaratan de raíz el cálculo falaz del Observatorio de la Deuda Social:
1 La desocupación, que hoy es de 7,3 por ciento en el GBA, ascendía en 2004 al 15,3 por ciento.
2 El trabajo informal, que hoy asciende al 34,5 por ciento, en 2004 llegaba al 47,7.
3 Hoy existe la Asignación Universal por Hijo, que transfiere el equivalente a 750 pesos por hogar beneficiario, de alto impacto en el universo de ciudadanos bajo la línea de pobreza, cuando en 2004 simplemente no existía.
Recapitulando, según Caritas tendríamos a fines del año 2011 los mismos niveles de pobreza que en el segundo semestre de 2004, cuando se observaba el doble de desempleo abierto, un 30 por ciento más de trabajo informal que en la actualidad y aún no existía la Asignación Universal por Hijo. Un disparate por donde se lo mire”.
A mediados de 2012, el mismo Observatorio adujo que casi el 22 por ciento de la población vivía aún bajo la línea de pobreza, con un núcleo duro de indigencia del 5,4 por ciento. López desmenuzó en términos lapidarios esas nuevas cifras de aquel Observatorio: “No existe ningún ejemplo planetario de reducción tan drástica de la pobreza en tan corto lapso como el que señalan los informes de la UCA: ¡de 34,9 a 22 por ciento de la población en un semestre! Trece puntos de pobreza menos en seis meses. El Observatorio de la UCA pretende decirnos que abandonaron la pobreza en 180 días el equivalente a 5,2 millones de personas. A razón de 860.000 pobres menos por mes, 28.600 por día, 1192 por hora, casi 20 por minuto. Record Mundial, Medalla de Oro Olímpico en desempobrecimiento, si fuera cierto, claro.
POBREZA: EL SERRUCHO DEL OSO
En fin, que ahora, en materia de baja de la pobreza, el Indec no está solo. El Observatorio de la Deuda Social de la UCA, o sea lo más cercano a Dios en materia de medición de pobreza, lo acompaña”. El último día de marzo de este año Clarín tituló su tapa con un nuevo relevamiento de la Universidad Católica, en el que decía que a fines de 2012, es decir en otro semestre, la pobreza había vuelto a crecer cinco puntos, hasta llegar al 26,9 por ciento de la población.
López acompañó este análisis con un gráfico (ver arriba) en el que las estimaciones del Observatorio episcopal aparecen como un alocado serrucho, con el que tala su propia credibilidad...
Completo acá
Final de las principales editoriales de los dos grandes diarios opositores, hegemónicos y que probablemente la miren con cariño:
- Joaquín Morales Solá: Empiezan convocando a los mejores; siguen rodeándose de amigos, y terminan con los que quedan.
- Eduardo Van Der Kooy: Ya pasaron los mejores, ya pasan los amigos y va quedando lo que hay.
Opo constructiva: Hermes colabora en "Ropa para todos" |
En fin, cantemos: Pelado no te vallas, Tumini vení, midamos bien los precios porque aumento el maní!
de la vieja burocracia partidaria y gremial, a los nuevos referentes sociales
Las transformaciones de la sociedad argenta post crisis , el crecimiento del piquetaje y la interné, dió origen a nuevos actores sociales, voces y miradas diversas, todos y todas, que es necesario empoderar.
Y hacerlo con más énfasis hoy, cuando las viejas estructuras de representaciones partidarias y gremiales hacen agua.
Nuevos emergentes en suma, como la Dra. Alcira Pignata en Twitter o este nuevo ídolo producto de la movilidad social ascendente que ofrece el fóbal , un fenómeno bien popular y de masa secas...
Y hacerlo con más énfasis hoy, cuando las viejas estructuras de representaciones partidarias y gremiales hacen agua.
Nuevos emergentes en suma, como la Dra. Alcira Pignata en Twitter o este nuevo ídolo producto de la movilidad social ascendente que ofrece el fóbal , un fenómeno bien popular y de masa secas...
Di Zeo negó haber sido jefe de "La 12" pero sí un "referente"
El ex número uno de la barra brava de Boca Juniors, Rafael Di Zeo, manifestó que "nunca" fue "el jefe" de la hinchada sino un "referente" y aseguró que no volverá a integrar "La 12".
Di Zeo, en una charla con Canal 26, manifestó: "Nunca fui el jefe, sólo un referente. La jefatura la tiene otra gente", y recordó que asumió ese rol cuando el ex líder, José Barrita "El Abuelo", cayó preso por la muerte de dos hinchas de River en 1994...
Jeje, que lindo todo esto que nos pasa...
Completo acá
El ex número uno de la barra brava de Boca Juniors, Rafael Di Zeo, manifestó que "nunca" fue "el jefe" de la hinchada sino un "referente" y aseguró que no volverá a integrar "La 12".
Di Zeo, en una charla con Canal 26, manifestó: "Nunca fui el jefe, sólo un referente. La jefatura la tiene otra gente", y recordó que asumió ese rol cuando el ex líder, José Barrita "El Abuelo", cayó preso por la muerte de dos hinchas de River en 1994...
Jeje, que lindo todo esto que nos pasa...
Completo acá
se cae otro verso neoliberal: y? funcionaron o no los acuerdos de precios?
Cavallo Junior y el Finacial Times se bajan de la motoneta |
Con las paritarias y los planes sociales actualizados en promedio diez puntos (10) sobre el nivel inflacionario que reconoce el neoliberalismo, releemos ?
El país donde los acuerdos de precios funcionan y el libremercado fracasa
Un repaso histórico por los tres acuerdos de precios peronistas exitosos que, a su vez, permiten traer al presente la tan vigente derrota por goleada de los “curtidores” de la teoría neoliberal y la supuesta superioridad del libre mercado en la fijación de precios.
La semana que se cierra, como es habitual, estuvo signada por la iniciativa excluyente de la presidenta Cristina Kirchner, quien anunció, por segunda vez en el exitoso ciclo de peronismo kirchnerista, otra gran medida de gestión orientada a sostener los niveles de consumo y el empleo, mejorando las condiciones de vida cotidiana del conjunto de la ciudadanía, en especial, de los sectores más vulnerables.
Se trata del acuerdo de precios, el cual, inmediatamente de anunciado, como también es habitual, recibió la réplica Totalmente Negativa por parte de la cadena del desánimo, desplegada con sagrada furia por los medios opositores y por el coro de políticos y sabios neoliberales que le son funcionales.
El argumento central de aquellos que sustentaron las “bellas” posiciones de libre mercado durante los años noventa y antes es falaz, y puede resumirse en una patética sentencia: "Los controles de precios siempre han fallado en la Argentina".
Se trata del acuerdo de precios, el cual, inmediatamente de anunciado, como también es habitual, recibió la réplica Totalmente Negativa por parte de la cadena del desánimo, desplegada con sagrada furia por los medios opositores y por el coro de políticos y sabios neoliberales que le son funcionales.
El argumento central de aquellos que sustentaron las “bellas” posiciones de libre mercado durante los años noventa y antes es falaz, y puede resumirse en una patética sentencia: "Los controles de precios siempre han fallado en la Argentina".
¡Les va a salir una jorobita!
En esta humildísima columna vamos a señalar los tres acuerdos de precios peronistas exitosos y a rememorar, a vuelo de pájaro, la derrota por goleada de los “curtidores” de la teoría neoliberal y la supuesta superioridad del libre mercado en la fijación de precios.
1. Viajemos, entonces, al año 1952, cuando Juan Domingo Perón crea la Comisión Nacional de Precios y Salarios que tenía la función de vincular aumentos salariales con los niveles de productividad y evitar aumentos de precios no justificados. Las medidas de control o acuerdo de precios que generó el “Pocho” lograron revertir la situación, y la inflación pasó del 38% en 1952 al 4% en 1953 y cayó al 3,8% en el año 1954. Por otra parte, en términos generales, puede decirse que el nivel de actividad económica, en su conjunto, se reactivó y pasó de una caída de 6% del PBI en 1952 a un crecimiento del 5,4% en 1953.
"La serie estadística histórica sobre la distribución funcional del ingreso muestra dos años clave: 1954 y 1974. En ambos se alcanzó la máxima participación de los asalariados en el Producto."Hacia 1954 el Producto Bruto Interno se ubicaba un 10% por sobre el del año 1952, mientras que el incremento de precios había sido tan solo del 8% acumulado bianual, los salarios reales mantenían los niveles de principios de la década y la participación de los trabajadores sobre la renta fue la máxima en la historia nacional.
En este sentido, la serie estadística histórica sobre la distribución funcional del ingreso muestra dos años clave: 1954 y 1974. En ambos se alcanzó la máxima participación de los asalariados en el Producto. En 1954, el registro fue de 50,1%, alcanzándose así el deseado fifty-fifty.
Frente a esto, como sabemos, la reacción conservadora apeló al golpe de Estado para derrocar al gobierno peronista y desarticular el proceso socioeconómico que permitió conquistar la Justicia Social, conquista que siempre supuso en el país transitar etapas de acuerdos de precios.
2. En el año 1973, con el regreso definitivo del General Perón, el Pacto Social, que impulsara como principal medida de política económica supuso también acuerdo de precios, y fue tan exitoso que logró bajar la inflación drásticamente del 100% existente, cuando iniciara el gobierno el “Tío” Cámpora, al 30% en solo un año.
Luego, acontecimientospolíticos, trágicos unos y muy desestabilizantes otros,como el asesinato de Rucci, la muerte del General Perón y la ausencia de poder político que supuso, impulsaron el sabotaje permanente al “Plan Gelbard” por parte del poder económico transnacional, la izquierda mágica y la derecha esotérica.
"En el año 1973, con el regreso definitivo del General Perón, el Pacto Social, que impulsara como principal medida de política económica supuso también acuerdo de precios, y fue tan exitoso que logró bajar la inflación drásticamente del 100% existente"Este proceso desestabilizador hizo trepar el IPC al 76% en pocos meses y forzó la renuncia del ministro elegido por Perón, “maldito” para la derecha, que se opuso a la política de distribución del ingreso, y para la izquierda, que nunca entendió la apuesta peronista a un capitalismo con equidad. Gelbard fue perseguido ferozmente por la dictadura de Videla-Martínez de Hoz en 1976, que le quitó su nacionalidad argentina. Se exilió en los Estados Unidos y murió, apátrida, en octubre de 1977. Sus restos reposan en un cementerio de California.
Muerto Perón, la ofensiva contra el plan Gelbard finalmente culminó con el llamado "Plan de los Tres Chiflados", en referencia a López Rega, Celestino Rodrigo, autor del “Rodrigazo”, y el siniestro Caballo de Troya neoliberal Ricardo Zinn, integrantes todos ellos de la, en esos días, nutrida orden esotérica "Los caballeros de Fuego", que sostenía, entre otras lindezas y así lo expresaba López Rega en reuniones de gabinete, que Perón era la reencarnación de un Faraón Egipcio. (¡Úpalala!)
Zinn, liberal y antiperonista furioso, reconoció explícitamente que su plan tenía como objetivo de fondo la destrucción del modelo político social implementado a partir de 1946 y que tuvo su recomienzo a mediados del año 1973 con la llegada al gobierno de Héctor Cámpora y Juan Perón, a punto de que ya en el año 1974, y también como efecto del control de precios, la participación de los trabajadores en el Producto alcanzó el 47,0%, ¡segundo récord histórico!
Así las cosas, vemos que el plan de acuerdo de precios implementado por Gelbard y sostenido políticamente por Perón, no fracasó como consecuencia de asépticas “inconsistencias de teoría económica”, como pretenden hacernos creer los gurúes neoliberales -incluido el ex ministro Lavagna , otro prócer al que ya le haremos pelo y barba-, sino que fue fracasado por la ofensiva política de los sectores conservadores que no culminaron su tarea sino hasta el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 y las consecuencias por todos conocidas.
3. Por último, llegamos al año 2006, durante la etapa más reciente de acuerdos de precios que fue desplegada exitosamente por otro gran patriota peronista, Néstor Kirchner, que supuso la muy oportuna eyección del Ministerio de Economía de Roberto Lavagna, quien, según Kirchner, en lugar de establecer compromisos efectivos con los formadores de precios "éste tomaba cafecito".
En efecto, en los inicios del año 2006, con el sistema de controles de precios funcionando, la inversión de la curva histórica de impacto de la inflación desagregada por quintiles de población (cada una de las cinco partes en que se divide la sociedad) resultó una nota destacada de la política económica tras la partida del entonces proto candidato del radicalismo, conocido como “El Pálido Lavagna”- Néstor dixit.
Las consecuencias casi inmediatas del acuerdo de precios del año 2006 fueron inmejorables.Veamos esto más de cerca.
En el quintil poblacional más bajo -el 20% más pobre de la sociedad-, el 46,6% del ingreso del hogar se destina a alimentos y bebidas, por lo que moderar la inflación de la canasta básica alimentaria resulta central para mejorar las condiciones socioeconómicas de la población más vulnerable.
En el lapso comprendido entre los meses de enero de 2002 y mayo de 2003, la inflación de la canasta básica de alimentos duplicaba el Índice de Precios al Consumidor general (IPC). Esta relación IPC/Canasta alimentaria se alteró drásticamente durante la gestión de gobierno de Néstor Kirchner, y hasta el ante último trimestre de gestión del ex ministro Lavagna, los alimentos aumentaban mucho menos que el IPC general.
Esta relación virtuosa para un país en crisis socioeconómica de la profundidad que tuvo la Argentina -que supone el aumento de la canasta alimentaria por debajo el IPC general- cambió sustancialmente en los meses de septiembre, octubre y noviembre de 2005, cuando se proyectaba una inflación anualizada de canasta de alimentos del 24,7% lo que hubiera supuesto, por el lado del gasto de los hogares, 1,2 millones de indigentes más -no existía la Asignación Universal por Hijo como mecanismo compensador.
"Mediante el control de precios y contra toda la mala onda tirada entonces por el señor “Pálido”, junto al FMI y la derecha económica, medios y gurúes, en el año 2006 Néstor Kirchner, mediante el acuerdo de precios, logró que el índice inflacionario de 2006 bajara al 9,8% anual."
Este enorme fracaso de Lavagna en el control inflacionario que de persistir hubiera generado un gran deterioro social, tras la implantación de los acuerdos de precios se detuvo, y los sectores más vulnerables recibieron a partir de enero de 2006 mucho menor impacto inflacionario.
El alza del índice de precios en alimentos y bebidas de 2006 para el 20% más pobre fue del 3,3%, para el segundo quintil, 20% mayoritariamente clase media baja, fue del 3,8%, y para el tercer quintil, clase media plena, ascendió apenas al 3,8%, valores inferiores al 4,9% del aumento general de alimentos y bebidas, y muy por debajo del 25% de canasta básica que dejara como pesada herencia Lavagna.
De esta forma, mediante el control de precios y contra toda la mala onda tirada entonces por el señor “Pálido”, junto al FMI y la derecha económica, medios y gurúes, en el año 2006 Néstor Kirchner, mediante el acuerdo de precios, logró que el índice inflacionario de 2006 bajara al 9,8% anual, 2,5 puntos por debajo del nivel del año anterior, cuando había trepado a 12,3% y, muy especialmente, se detuvo drásticamente el aumento de la canasta básica de alimentos que cayó 20 puntos en un año.
Finalmente -y como para que tengan, guarden y repartan-, ¿qué hicieron los gurúes libremercadistas durante sus diversas gestiones de gobierno, incluida la última dictadura? Fácil: tomaron un país con 3% de pobreza en 1975 y lo devolvieron con 54% en 2003, mientras a la indigencia la dispararon del 2% al 27,6 en igual lapso. Por suerte, el desempleo solo pasó del 3% en 1975 al 24% en 2003, y la participación de los trabajadores sobre el producto cayó del 47% de 1974 al 17% de mayo del 2003.
"¿Qué hicieron los gurúes libremercadistas durante sus diversas gestiones de gobierno, incluida la última dictadura? Fácil: tomaron un país con 3% de pobreza en 1975 y lo devolvieron con 54% en 2003".
Ahora sí, en materia inflacionaria debemos reconocer que los gurúes libremercadistas anduvieron al pelete: por ejemplo, 178% de inflación en 1978 con el “Oreja” Martínez de Hoz, congelando salarios y con los milicos asesinando, persiguiendo y prohibiendo la actividad sindical.
A los éxitos en el control inflacionario bajo el paradigma de los sabios neoliberales debemos agregar dos ciclos de híper durante los años 1989 y 1990 y una salida a toda orquesta de la súper estabilidad de precios con deflación incluida en diciembre de 2001, cuando mandaron a la indigencia, al hambre digámoslo sin rodeos, a 4 de cada 10 menores de 15 años a nivel nacional -por citar solo un ejemplo sensible de los grandes hits a que nos tienen acostumbrados los neoliberalotes argentos, esa especie de joyas nunca taxi, que, como pollo al espiedo, están quemados hasta el culo, pero igual siguen girando… (¡Ay, perdón, me crispé!)
los usos de la pobreza - más sobre el oso, observatorio social de la opo -
FUENTE: TELAM
Leemos al Perro:
Quita y pon
El alocado serrucho de la pobreza que tala la credibilidad de la Universidad Católica.
Fuente: Artemio López (Télam)
Otra forma de dimensionar las magnitudes es el cotejo de estos hipotéticos 32 millones que la Iglesia aportaría, con los 31 millones que recibió de la Secretaría de Culto en 2012 en concepto de remuneraciones a 107 obispos y administradores apostólicos y/o diocesanos, a 481 párrocos de frontera y a 1143 seminaristas, un gasto improductivo que se origina en decretos de gobiernos de facto. Es decir, que toman tanto como colectan. La Iglesia no podría hacer mejor aporte a la reducción de la pobreza que costear sus propios gastos, según el plan de renuncia al aporte estatal elaborado hace 18 años por el Episcopado y nunca puesto en práctica. Pero además, aquella suma palidece ante los fondos remitidos a los colegios confesionales, por fuera de la obligación constitucional de sostener el culto.
En 2010, la Nación, las provincias y la ciudad de Buenos Aires aportaron a unos 3500 establecimientos educacionales católicos 4200 millones de pesos. Actualizando esos montos las transferencias para la educación católica rondarían este año entre 5100 y 6300 millones, según se aplique el Indice de Precios al Consumidor del INDEC o el IPC/9 provincias. La Iglesia ha logrado que el presupuesto no discrimine como rubro específico la enseñanza confesional, con el argumento de que se trata de educación pública de gestión privada, lo cual hace engorrosa la reconstrucción. Parte de esos fondos contribuye a morigerar la pobreza en forma indirecta, subsidiando el servicio educativo.
Quita y pon
El alocado serrucho de la pobreza que tala la credibilidad de la Universidad Católica.
Fuente: Artemio López (Télam)
Otra forma de dimensionar las magnitudes es el cotejo de estos hipotéticos 32 millones que la Iglesia aportaría, con los 31 millones que recibió de la Secretaría de Culto en 2012 en concepto de remuneraciones a 107 obispos y administradores apostólicos y/o diocesanos, a 481 párrocos de frontera y a 1143 seminaristas, un gasto improductivo que se origina en decretos de gobiernos de facto. Es decir, que toman tanto como colectan. La Iglesia no podría hacer mejor aporte a la reducción de la pobreza que costear sus propios gastos, según el plan de renuncia al aporte estatal elaborado hace 18 años por el Episcopado y nunca puesto en práctica. Pero además, aquella suma palidece ante los fondos remitidos a los colegios confesionales, por fuera de la obligación constitucional de sostener el culto.
En 2010, la Nación, las provincias y la ciudad de Buenos Aires aportaron a unos 3500 establecimientos educacionales católicos 4200 millones de pesos. Actualizando esos montos las transferencias para la educación católica rondarían este año entre 5100 y 6300 millones, según se aplique el Indice de Precios al Consumidor del INDEC o el IPC/9 provincias. La Iglesia ha logrado que el presupuesto no discrimine como rubro específico la enseñanza confesional, con el argumento de que se trata de educación pública de gestión privada, lo cual hace engorrosa la reconstrucción. Parte de esos fondos contribuye a morigerar la pobreza en forma indirecta, subsidiando el servicio educativo.
Pero otra parte se desvía hacia el financiamiento del presupuesto eclesiástico, como en 1955 denunció el presidente Juan Perón y en 1964 el gobernador radical de Córdoba Justo Páez Molina. El miércoles, el papa Francisco almorzó en Roma con dos de los hombres que diseñaron el sistema de succión de recursos públicos para la enseñanza privada: el macrista Luis Liberman, que actuó desde el Estado, como subsecretario de Educación de la Ciudad, y José María del Corral, como presidente del Consejo General de Educación del Arzobispado de Buenos Aires. La afirmación de Radrizzani de que “es mucho lo que se viene haciendo, pero es mucho todavía lo que falta” es una abstracción atemporal.
Todo es poco, cuando se trata de “personas, hombres y mujeres, ancianos, jóvenes y niños” que no constituyen “sólo un problema económico o estadístico sino primariamente un problema moral”, como reza una de las citas de Bergoglio leídas el 25 de mayo. Esto implica desconocer el proceso más profundo de reducción de la pobreza y de la indigencia que haya tenido lugar en tan poco tiempo en la Argentina y en cualquier otro país de la región, mediante la transferencia directa de ingresos, de los sectores más poderosos a los más desvalidos de la sociedad y además con un sistema de pago objetivado en la tarjeta bancaria que reduce al mínimo la explotación clientelística de lo que no constituye una dádiva sino un derecho.
Este grado de transparencia, que contrasta con el opaco manejo de Caritas, ha permitido reducir la brecha entre el 10 por ciento de mayores y de menores ingresos, de 35 veces cuando asumió Néstor Kirchner a 11 veces cuando empiece a cobrarse la última actualización de la AUH, según el cálculo del sociólogo Artemio López. El tema tiene estricta actualidad, dadas las insistentes menciones del papa Francisco a la pobreza y el trascendido de que constituiría el eje de su primera encíclica.
Un milagro
La referencia de Bergoglio-Radrizzani a quién cuenta el número de pobres y excluidos alude al debate por el Observatorio de la Deuda Social de la Pontificia Universidad Católica Argentina, cuyo Gran Canciller era en aquel momento el propio Bergoglio. Desde esa posición azuzó al gobierno con el aguijón del Observatorio, con la coincidencia tomista de razón y fe.
El mismo López se refirió así a esas mediciones:
“La utilización del discurso opositor bajo el formato estadístico es otro fetichismo corriente en estos días donde no existe oposición político-partidaria sólida y capaz de argumentar. Es la Iglesia la que divulga cifras referidas a la pobreza generadas en la universidad privada UCA, aprovechando el imaginario tradicional que supone a la institución católica “comprometida con los que menos tienen”. Nada más arbitrario y contradictorio con la historia reciente de la cúpula eclesial, protagonista de cuanto proyecto conservador y excluyente existió en el país.
Para esta “consultora opositora”, en noviembre de 2011 existía “un 34,9 por ciento de pobres en la región metropolitana. Esto es un nivel similar de pobreza que el de 2004, más precisamente la existente en el segundo semestre de aquel año, cuando la pobreza, según el impoluto Indec de entonces, ascendía a 37,7 por ciento en el Gran Buenos Aires. En ese momento concurrían tres factores que, analizados en conjunto, desbaratan de raíz el cálculo falaz del Observatorio de la Deuda Social:
1 La desocupación, que hoy es de 7,3 por ciento en el GBA, ascendía en 2004 al 15,3 por ciento.
2 El trabajo informal, que hoy asciende al 34,5 por ciento, en 2004 llegaba al 47,7.
3 Hoy existe la Asignación Universal por Hijo, que transfiere el equivalente a 750 pesos por hogar beneficiario, de alto impacto en el universo de ciudadanos bajo la línea de pobreza, cuando en 2004 simplemente no existía.
Recapitulando, según Caritas tendríamos a fines del año 2011 los mismos niveles de pobreza que en el segundo semestre de 2004, cuando se observaba el doble de desempleo abierto, un 30 por ciento más de trabajo informal que en la actualidad y aún no existía la Asignación Universal por Hijo. Un disparate por donde se lo mire”.
A mediados de 2012, el mismo Observatorio adujo que casi el 22 por ciento de la población vivía aún bajo la línea de pobreza, con un núcleo duro de indigencia del 5,4 por ciento. López desmenuzó en términos lapidarios esas nuevas cifras de aquel Observatorio: “No existe ningún ejemplo planetario de reducción tan drástica de la pobreza en tan corto lapso como el que señalan los informes de la UCA: ¡de 34,9 a 22 por ciento de la población en un semestre! Trece puntos de pobreza menos en seis meses. El Observatorio de la UCA pretende decirnos que abandonaron la pobreza en 180 días el equivalente a 5,2 millones de personas. A razón de 860.000 pobres menos por mes, 28.600 por día, 1192 por hora, casi 20 por minuto. Record Mundial, Medalla de Oro Olímpico en desempobrecimiento, si fuera cierto, claro.
POBREZA: EL SERRUCHO DEL OSO
En fin, que ahora, en materia de baja de la pobreza, el Indec no está solo. El Observatorio de la Deuda Social de la UCA, o sea lo más cercano a Dios en materia de medición de pobreza, lo acompaña”. El último día de marzo de este año Clarín tituló su tapa con un nuevo relevamiento de la Universidad Católica, en el que decía que a fines de 2012, es decir en otro semestre, la pobreza había vuelto a crecer cinco puntos, hasta llegar al 26,9 por ciento de la población.
López acompañó este análisis con un gráfico (ver arriba) en el que las estimaciones del Observatorio episcopal aparecen como un alocado serrucho, con el que tala su propia credibilidad...
Completo acá
No hay comentarios:
Publicar un comentario