Responsabilidad social: un compromiso ciudadano
« La responsabilidad social es un compromiso de todos. Es asumir una nueva cultura ciudadana. Cultura ciudadana que debe regirse por una concepción ética y por el reconocimiento de la norma como la forma más legítima de regular los comportamientos. »
La sociedad necesita un gobierno que protagonice los procesos de cambio y necesita a todas sus instituciones, para que se multipliquen las acciones solidarias y el trabajo social para disminuir la fragmentación social.
Escribe Mario Barletta
Hablar de responsabilidad social es otra manera de hacer referencia al compromiso de los ciudadanos con la sociedad de la que somos parte. Este concepto, que aparece en el mundo empresarial en los últimos años, refiere precisamente al rol que deben asumir las entidades privadas en tanto "ciudadanos corporativos", asumiendo acciones que tienen impacto positivo sobre la sociedad más allá de sus funciones económicas específicas.
Estas iniciativas surgen como una forma de incorporar la mirada ética y el compromiso social al mundo empresarial, frente a sociedades cada vez más fragmentadas socialmente y preocupadas ambientalmente. Implica reconocer que las empresas tienen un rol social y que pueden desarrollar acciones tendientes a afirmar los valores de una sociedad más igualitaria, sustentable y democrática. El verdadero desarrollo sustentable no puede pensarse hoy de manera escindida de un equilibrado desarrollo social y ambiental.
Dicho en otras palabras: no es posible un mundo mejor si no nos involucramos todos, desde el lugar que cada uno ocupa en la sociedad. Si no aportamos, desde cada lugar, nuestro granito de arena para que la ética y el respeto a las normas de convivencia sean valores cotidianos. Y ese aporte debe ser mayor cuanto más responsabilidades tenemos frente a la sociedad.
Sumar compromisos
Construir la ciudad que queremos implica sumar compromisos y asumir responsablemente los desafíos que nos depara el destino; más aún quienes tenemos mayor acceso a los bienes y servicios y quienes podemos tomar decisiones que impactan sobre la comunidad.
Cuando pusimos en marcha el Plan de Desarrollo "Santa Fe Ciudad" lo hicimos pensando en delinear un proceso de transformación de la ciudad sostenido en un proyecto construido colectivamente. Ello implica asumir entre todos el compromiso para construir esa ciudad que queremos. Una ciudad en la que el Estado vuelve a estar presente y se hace cargo de manera responsable y eficiente de las necesidades de la población; una ciudad en la que la planificación se impone a la imprevisión; un ciudad donde el orden y el respeto priman sobre la desidia y la injusticia; una ciudad que reactiva su desarrollo económico y recupera su orgullo; una ciudad más equitativa y solidaria.
Esa ciudad necesita un gobierno que protagonice los procesos de cambio y necesita a todas sus instituciones, para que se multipliquen las acciones solidarias y el trabajo social para disminuir la fragmentación social. Esa ciudad necesita también empresarios que sean eficientes y exitosos, que generen procesos productivos de calidad y condiciones dignas de trabajo y, además, que trasciendan su misión inmediata y se comprometan con la construcción de una sociedad mejor.
A raíz de la excelente experiencia que tuvimos en la Universidad Nacional del Litoral, cuando en plena crisis post-2001 convocamos a empresas que se sumen como padrinos y realicen un aporte económico para acompañar el desarrollo de la Universidad, decidimos emprender el mismo camino desde el Municipio. Desde el Gobierno de la Ciudad convocamos a todos, tanto empresarios como instituciones y vecinos, para comenzar a trabajar en pos de una Santa Fe mejor. La respuesta es alentadora.
Desde el primer año de gestión, se han sumado numerosas empresas a través de la figura de la Responsabilidad Social Empresaria, haciendo posible proyectos de interés social y cultural. Así, las empresas Cliba y Urbafe donaron 600 cestos de residuos para colocar en espacios públicos y esquinas de la ciudad; Jerárquicos Salud aportó materiales para la extensión de la red de agua potable en el barrio Nueva Pompeya; Milkaut puso en marcha un concurso para incentivar el desarrollo de videojuegos vinculados a la alimentación saludable; Sidercom bonificó los materiales para que los emprendedores sociales construyan cestos en altura.
También en el marco de la RSE, se hizo realidad la construcción de la pasarela peatonal que une la Plaza Alberdi con el área portuaria, a partir de un aporte de la empresa que gerencia el Complejo del Hotel-Casino. Y, junto a la Cámara Argentina de la Producción, 19 empresas están haciendo su contribución para restaurar el primer piso de la Estación Belgrano.
A través de la RSE, los comercios de la peatonal y el microcentro hicieron posible que pongamos en marcha el Centro de Monitoreo con cámaras de seguridad de última generación; y cerca de 20 plazas de la ciudad son cuidadas por empresas que se han sumado como padrinos, colaborando con su puesta en valor y mantenimiento.
Numerosas entidades colaboran con programas culturales, donan instrumentos para las orquestas juveniles o permiten ?como hace Tersuave? que cada año las salas de los museos se jerarquicen, las escuelas luzcan renovadas o se concrete un mural comunitario. Otras colaboran con las campañas de seguridad vial o con la recuperación de la historia de la ciudad, y son muchos más los casos.
Santa Fe solidaria
Este enfoque solidario está presente también en los grandes espectáculos y eventos deportivos. Todos dejan su legado para la ciudad. Los jugadores de básquet, vóley o rugby hicieron aportes a escuelas y hospitales, donaciones para clubes barriales o compartieron su juego con los chicos más humildes.
Santa Fe tiene una rica trayectoria basada en el compromiso, la solidaridad y la participación comunitaria. Además de las innumerables organizaciones sociales, se han incrementado los socios de las asociaciones de amigos de centros culturales o espacios públicos. Y eso se traduce también en un permanente involucramiento de instituciones y empresas en los foros de discusión, en el análisis de proyectos, en la realización de propuestas. También puede pensarse desde la responsabilidad social el hecho de que hoy se ha incrementado el número de buenos contribuyentes que pagan la TGI y de empresas que aportan el DREI.
La responsabilidad social es un compromiso de todos. Es asumir una nueva cultura ciudadana. Cultura ciudadana que debe regirse por una concepción ética y por el reconocimiento de la norma como la forma más legítima de regular los comportamientos y establecer acuerdos para vivir. Cultura ciudadana que debemos asumir todos: los vecinos, las instituciones, las empresas, el gobierno. Para seguir recuperando juntos a nuestra querida Santa Fe.
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