El candidato en las calles: José Corral en San Agustín
Con ganas de jugar en primera
Es el hombre que eligió Mario Barletta para pelear la sucesión de la intendencia. “Es un buen barrio para ir, hemos hecho mucho allí”, dijo cuando leyó que iría con El Litoral a San Agustín.
Foto: Mauricio Garín
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Lía Masjoan
lmasjoan@ellitoral.com
A su juego lo llamaron. José Corral llegó a San Agustín acompañado por el equipo periodístico de El Litoral y lo primero que hizo al bajar de la camioneta fue mirar si las zanjas estaban limpias. Con los brazos en forma de jarra, adoptó la postura de quien controla que las cosas estén en el orden previsto.
Durante la recorrida mostró que tiene muy aceitado el ritmo que impone una campaña política. No pidió auxilio en la comisaría para caminar por el interior del barrio y prefirió “encarar” solo a cada vecino que se cruzó en su trayecto: “Cuanto más espontáneo, mejor”, dijo. Seguro y distendido, por momentos hasta pareció olvidarse de que un periodista tomaba notas y de que una cámara fotográfica y otra de televisión registraban casi todos sus movimientos.
“Buen día, soy Corral, de la Municipalidad” fue la carta de presentación que usó en todos los casos. Acompañó el saludo con un apretón de manos para los hombres, un beso para las mujeres y desparramó caricias en las cabezas de los niños.
Aunque la mayoría dijo conocerlo, fue siempre el que dio el puntapié inicial. Así lo hizo con María Insaurralde, a quien interceptó en la esquina de la comisaría con la pregunta “¿Cómo está el barrio?”. La respuesta fue tajante: “Mal, hay mucha droga y la avenida es una boca de lobos”. Corral no se echó atrás, recogió el guante y remontó el mal ánimo inicial: “Se robaron los cables que habíamos puesto por eso está otra vez oscura, pero habrá visto que ya los estamos reponiendo”. Así dirigió la charla hacia los que considera los puntos fuertes del gobierno de Mario Barletta en ese barrio: la regularización dominial, el inicio del área industrial y la apertura de una oficina de distrito en el Polideportivo La Tablada: “Ahí hago yoga”, lo contentó María que, sin querer, destacó una de las actividades que impulsa el municipio.
En el mano a mano que entabló con los vecinos, usó frases simples para romper el hielo: “Dicen que el que sabe todo lo que pasa en el barrio es el carnicero”, bromeó con un comerciante que le planteó que “falta seguridad y trabajo”.
Prefirió esquivar a cuatro jóvenes que se habían comenzado a congregar en una esquina y cruzó al kiosco de Rocío, en Ex Combatientes de Malvinas y Fray de Aroca. “Yo lo conozco”, se adelantó la joven cuando el precandidato la saludó. Trabajé con ustedes relevando a la gente que tenía que hacer el trámite de su terreno”. Corral levantó las cejas, sorprendido de que su suerte al fin cantara “bingo” delante de las cámaras.
“Vengo a felicitarla por el hermoso palo borracho que tiene en su vereda”, le dijo a Juana Rodríguez, quien bajo su sombra tomaba un liviano desayuno junto a sus nietos. Al principio, se mostró como una mujer reacia a hablar con desconocidos, pero al cabo de diez minutos Corral había entablado una charla bastante amena. Al clásico “¿cómo ve el barrio?”, Juana le contestó: “Cada vez peor”. Intentó entusiasmarla con un “no sea tan pesimista” y al final se llevó un teléfono para intentar ayudar a que su hija trasplantada, Mercedes Amadore, mejore la calidad de su vivienda. También se quedó con la satisfacción de que la anciana había iniciado el trámite para obtener la escritura de su terreno: “Ese papel que le dimos es muy importante. Vaya a la oficina que está en el Polideportivo a terminar el trámite”, le recomendó.
Antes de emprender el regreso, desde una moto que pasó toda velocidad, un señor le gritó: “Corral, ¿ganamos?”. “Seguro”, contestó optimista, con el brazo en alto. Aunque de inmediato reconoció: “No sé si se refiere a la intendencia o a Unión”.
Cualquiera haya sido la intención de la pregunta, su respuesta -rápida y contundente- dejó en claro que el compañero inseparable de Barletta está confiado de que este año pasará a jugar en primera.
“Sin iluminación no podemos salir a caminar de noche. Teniente Loza y Camino Viejo a Esperanza son una boca de lobos. La gente grande como yo tiene miedo de andar sola hasta de día. El peor problema que tenemos en el barrio es la falta de seguridad, hay mucha droga”. (María Insaurralde, vecina).
lmasjoan@ellitoral.com
A su juego lo llamaron. José Corral llegó a San Agustín acompañado por el equipo periodístico de El Litoral y lo primero que hizo al bajar de la camioneta fue mirar si las zanjas estaban limpias. Con los brazos en forma de jarra, adoptó la postura de quien controla que las cosas estén en el orden previsto.
Durante la recorrida mostró que tiene muy aceitado el ritmo que impone una campaña política. No pidió auxilio en la comisaría para caminar por el interior del barrio y prefirió “encarar” solo a cada vecino que se cruzó en su trayecto: “Cuanto más espontáneo, mejor”, dijo. Seguro y distendido, por momentos hasta pareció olvidarse de que un periodista tomaba notas y de que una cámara fotográfica y otra de televisión registraban casi todos sus movimientos.
“Buen día, soy Corral, de la Municipalidad” fue la carta de presentación que usó en todos los casos. Acompañó el saludo con un apretón de manos para los hombres, un beso para las mujeres y desparramó caricias en las cabezas de los niños.
Aunque la mayoría dijo conocerlo, fue siempre el que dio el puntapié inicial. Así lo hizo con María Insaurralde, a quien interceptó en la esquina de la comisaría con la pregunta “¿Cómo está el barrio?”. La respuesta fue tajante: “Mal, hay mucha droga y la avenida es una boca de lobos”. Corral no se echó atrás, recogió el guante y remontó el mal ánimo inicial: “Se robaron los cables que habíamos puesto por eso está otra vez oscura, pero habrá visto que ya los estamos reponiendo”. Así dirigió la charla hacia los que considera los puntos fuertes del gobierno de Mario Barletta en ese barrio: la regularización dominial, el inicio del área industrial y la apertura de una oficina de distrito en el Polideportivo La Tablada: “Ahí hago yoga”, lo contentó María que, sin querer, destacó una de las actividades que impulsa el municipio.
En el mano a mano que entabló con los vecinos, usó frases simples para romper el hielo: “Dicen que el que sabe todo lo que pasa en el barrio es el carnicero”, bromeó con un comerciante que le planteó que “falta seguridad y trabajo”.
Prefirió esquivar a cuatro jóvenes que se habían comenzado a congregar en una esquina y cruzó al kiosco de Rocío, en Ex Combatientes de Malvinas y Fray de Aroca. “Yo lo conozco”, se adelantó la joven cuando el precandidato la saludó. Trabajé con ustedes relevando a la gente que tenía que hacer el trámite de su terreno”. Corral levantó las cejas, sorprendido de que su suerte al fin cantara “bingo” delante de las cámaras.
“Vengo a felicitarla por el hermoso palo borracho que tiene en su vereda”, le dijo a Juana Rodríguez, quien bajo su sombra tomaba un liviano desayuno junto a sus nietos. Al principio, se mostró como una mujer reacia a hablar con desconocidos, pero al cabo de diez minutos Corral había entablado una charla bastante amena. Al clásico “¿cómo ve el barrio?”, Juana le contestó: “Cada vez peor”. Intentó entusiasmarla con un “no sea tan pesimista” y al final se llevó un teléfono para intentar ayudar a que su hija trasplantada, Mercedes Amadore, mejore la calidad de su vivienda. También se quedó con la satisfacción de que la anciana había iniciado el trámite para obtener la escritura de su terreno: “Ese papel que le dimos es muy importante. Vaya a la oficina que está en el Polideportivo a terminar el trámite”, le recomendó.
Antes de emprender el regreso, desde una moto que pasó toda velocidad, un señor le gritó: “Corral, ¿ganamos?”. “Seguro”, contestó optimista, con el brazo en alto. Aunque de inmediato reconoció: “No sé si se refiere a la intendencia o a Unión”.
Cualquiera haya sido la intención de la pregunta, su respuesta -rápida y contundente- dejó en claro que el compañero inseparable de Barletta está confiado de que este año pasará a jugar en primera.
“Sin iluminación no podemos salir a caminar de noche. Teniente Loza y Camino Viejo a Esperanza son una boca de lobos. La gente grande como yo tiene miedo de andar sola hasta de día. El peor problema que tenemos en el barrio es la falta de seguridad, hay mucha droga”. (María Insaurralde, vecina).
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Infografía: Mapa: ubicación del barrio San Agustín
José Corral en el barrio San Agustín
Perfil La solución La prioridad La pregunta: ¿Qué piensa hacer para mejorar el tránsito?
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