a noventa dias de los comicios
El macrismo sigue al frente pero se le complica la elección en la Ciudad de Buenos Aires
Según una encuesta de Management & Fit, los candidatos de PRO ganan en primera vuelta, pero ni siquiera Macri asegura una diferencia definitiva.
Por Jorge Liotti
El escenario electoral en la Ciudad de Buenos Aires se ha vuelto cada vez más incierto para el macrismo, no sólo porque debe definir quién será su candidato a jefe de Gobierno, sino porque además hoy ninguna de sus figuras le asegura un triunfo amplio en primera vuelta que los preserve de sorpresas en un ballottage.
Al menos esto es lo que se desprende de una encuesta realizada por Management & Fit en la Capital Federal, que muestra que tanto Mauricio Macri como Gabriela Michetti y Horacio Rodríguez Larreta se impondrían en primera vuelta ante cualquiera de los dos principales postulantes kirchneristas, Daniel Filmus y Amado Boudou. Sin embargo, las diferencias no son tan amplias como las que exhibían los sondeos hasta hace algunos meses.
Este es el principal motivo que hace dudar a Macri sobre la conveniencia de eludir la carrera presidencial y buscar la reelección como jefe de Gobierno. Según el estudio realizado entre el 6 y el 7 de abril sobre 400 casos, las diferencias que consiguen Michetti y Larreta son muy exiguas y podrían entrar en zona de riesgo en una segunda vuelta que parece cada vez más inevitable. Tampoco el propio Macri parece lograr una diferencia abrumadora, si se tiene en cuenta que sólo lo separan menos de siete puntos de Filmus, el kirchnerista mejor posicionado, y que el margen de error de la encuesta es de +-4,9 por ciento. Hasta fin del año pasado el macrismo exhibía una amplia diferencia sobre el resto de los rivales, especialmente si el que competía era el jefe de Gobierno.
El problema que se visualiza desde el macrismo es que los votos que, según la medición, se reparten el kirchnerismo, Pino Solanas y Graciela Ocaña, tienen una raíz progresista que se podría coaligar en un ballottage en un voto anti PRO.
Con estos números en la mano, los más cercanos a Macri, como su amigo Nicolás Caputo, el secretario del partido, José Torello y el asesor ecuatoriano Jaime Durán Barba, le aconsejan quedarse en la Ciudad para no perder todo el capital en una sola jugada política. Entienden además que no hay ninguna posibilidad presidencial, ahora y quizá tampoco en 2015, en caso de perder el control de la Ciudad. La mayoría de sus funcionarios, sin embargo, quiere que Macri apueste a la presidencia. El ha ratificado varias veces en los últimos días que tiene “una vocación nacional”, pero cada vez transmite menos convicción, incluso entre su propia tropa. Un importante funcionario porteño, que hasta hace poco negaba tajantemente la posibilidad de apostar a la reelección, transmitía esta semana sus dudas.
El cuadro de incertidumbre se agravó en los últimos diez días, a partir de que Macri anunció que la elección porteña se hará el 10 de julio. Agotó así los vaivenes sobre el día de los comicios, pero al mismo tiempo clausuró cualquier chance de alquimia con la fecha electoral.
Escenarios. El panorama podría cambiar sensiblemente si el kirchnerismo postulara a Boudou, en vez de Filmus. En primer lugar, porque mide menos que el ex ministro de Educación y parece un rival más accesible para los postulantes de PRO. Pero además porque de cara a un ballottage podría generar mayores resistencias entre los votantes de centroizquierda que siguen a Pino Solanas o a Ocaña, por su origen político y económico vinculado al neoliberalismo.
También habrá que ver el desempeño en campaña del cineasta y de la ex ministra de Salud, ya que ambos podrían crecer si llegaran a oficializar sus candidaturas. Mucho más aun si lo hacen como fórmula, una alternativa que en los últimos días ha ganado más fuerza.
En este caso se vería muy afectado el kirchnerismo por compartir el perfil de votante, pero al mismo tiempo se podría transformar en una amenaza más severa para PRO, ya que captaría a los votantes críticos tanto del Gobierno porteño como del nacional.
En este sentido hay un dato insoslayable, que es el cambio de tendencia en la imagen de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner. Según la directora de Management & Fit, Mariel Fornoni, pasó de un 70 por ciento de desaprobación en el siempre reacio electorado porteño, a una cifra similar pero de aprobación
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