recuerdos del futuro
El impacto de la devaluación en la estructura social y el patrón distributivo resulta muy significativa siempre. Este texto analiza el enorme daño que indujo en el año 2001/ 2002.
... la década de los años noventa ha sido sin dudas la de mayor regresividad distributiva, desempleo y deterioro de ingresos, de que se tenga memoria estadística en el país hasta la devaluación de 2002.
En efecto, los niveles de informalidad laboral durante los años noventa pasaron del 25% al 38% en 2001, la desocupación abierta del 6% al 18%, la pobreza de 25% a 38%, la brecha entre ricos y pobres de 16 veces a 27 veces en 2001.
Concluida la etapa de canje de deuda y tras la salida argentina del default mediante una negociación exitosa por parte del gobierno nacional que supuso una aceptación del 76,07% del canje de bonos, y después de casi tres años y medio de gestión económica pos devaluación y tres del ministro Roberto Lavagna, es conveniente realizar un balance comparativo sobre el modelo de sociedad constituida tras la devaluación del año 2002 y en particular la lograda luego de dos años de crecimiento económico récord de más del 9% anual, respecto de la situación de gran deterioro social existente en la década de los años noventa.
Vale como horizonte conceptual de hacia dónde no se debe ir. Nunca más.
presión corporativa
Al coro estable de economistas neoliberales, se agrega la muy explícita coordinación mediática en el reclamo de devaluación , cuyos efectos ya conocemos: Licuar ingresos fijos ( jubilaciones, pensiones, planes sociales) y salarios, para maximizar aún más las tasas de ganacias empresarias.
Resulta políticamente inaceptable conceder el gobierno a las corporaciones empresarias y particularmente antidemocrática la pretensión de torcer el rumbo económico a una semana de que pueblo argentino votara masivamente a Cristina Kirchner y su modelo de gestión por otros cuatro años.
Es Ella la que decide el rumbo económico. Lo racional-democrático es diseñar una alternativa opositora devaluacionista de cara a la renovación parlamentaria 2013 y ejecutiva 2015 .
Ojalá así sea por el bien de las instituciones republicanas. Mientras tanto, se le advierte a Speedy Ferreres: Jamás bajo presión, cuando dejen de boquear, se verá , y epa, epa, epa, ándale, ándale, arriba , arriba!
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