sábado, 8 de marzo de 2014

las malas companias

NTERNADA Y CON CUSTODIA POLICIAL  

La bella novia del colombiano asesinado no quiere quedarse en Argentina

Solange Trujillo teme ser blanco de los mismos sicarios que asesinaron a su novio, cuando andaba en bicicleta por los bosques de Palermo. Galería de imágenes.

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Ubicada en el corazón de Colombia y a 94 kilómetros de Bogotá, Villavicencio es la capital del departamento de La Meta. La ciudad se promociona como uno de los principales puntos turísticos de ese país. En ese lugar, cálido y húmedo, creció Solange Kive Trujillo Velázquez, la colombiana de 22 años que el lunes recibió dos balazos durante un ataque sicario en los bosques de Palermo.
El asesino a sueldo, en cambio, no falló en el objetivo principal: Carlos Alberto Gutiérrez Camacho (41), un colombiano vinculado al sicariatoy novio de Trujillo Velázquez, apodada “Kiby”.
Ambos fueron sorprendidos cuando andaban en bicicleta por dos hombres que llegaron al lugar en una moto. Uno de ellos descendió del vehículo y, sin sacarse el casco, colocó una de sus rodillas en el piso y les disparó con un arma calibre 380. La ráfaga de tiros alcanzó a Gutiérrez Camacho y a su novia, pero no a un tercer hombre con el que se habían encontrado y que logró escapar.
Si bien aún la fiscal Cristina Caamaño no le tomó declaración formal, trascendió que la chica le comunicó a los investigadores que se trataba de otro colombiano que era conocido de su novio y que ella no lo había visto antes.
Según pudo reconstruir la pesquisa, se trataría de otro “gatillero” apodado “El Diablo” y sería responsable de entregar al hombre acribillado.
Gutiérrez Camacho cayó muerto tras recibir tres tiros en la espalda, en la cadera y en la pierna.
Lejos de su país de origen, la joven se recupera en el sector de cirugía del Hospital Fernández. La habitación se encuentra en el quinto piso y cuenta con una fuerte custodia de la Policía Federal.
Cinco efectivos uniformados no se despegan de la puerta donde descansa la joven, mientras otros policías de civil vigilan los pasillos del sanatorio porteño. En tanto, la fiscal allanó el departamento donde convivía la pareja y los investigadores buscan en las cámaras de seguridad de la Policía Metropolitana rastros de los sicarios y del “Diablo”. En el lugar del ataque no había cámaras, pero creen que pueden reconstruir la vía de escape mediante los dispositivos instalados en Dorrego, Avenida Libertador y Figueroa Alcorta. A la vez, analizan los teléfonos celulares de ambas víctimas. 
Desde el punto de vista médico, Trujillo Velázquez está fuera de peligro, pero los encargados de la investigación creen que su vida todavía corre riesgo. Sobrevivió al ataque, por lo tanto, su testimonio puede ser clave para esclarecer el crimen de Camacho.
Fuentes de la causa informaron a PERFIL que, una vez dada el alta, es probable que la colombiana regrese a su país, debido a que no tiene familiares ni conocidos en Argentina.
Trujillo vino al país hace seis meses para encontrarse con Gutiérrez Camacho y estudiar inglés.
Su pareja, en cambio llegó a Buenos Aires en 2007, pero se instaló la ciudad en 2011. Decía que se desempeñaba como fotógrafo freelance y salía del país de forma frecuente. En uno de sus últimos viajes, llevó a su novia al estadio Centenario de Montevideo , donde presenciaron un partido por las eliminatorias entre Colombia y Uruguay.
En Villavicencio, Trujillo Velázquez tenía una activa vida social. Al igual que en Buenos Aires, asistía a fiestas electrónicas. En su ciudad natal, aparece vinculada al modelaje y las relaciones públicas. También hizo muchos amigos en el Colegio Cofrem Villavicencio, donde completó la primaria y el bachillerato.
En la capital de La Meca, sus conocidos se enteraron del ataque a través de la prensa. “Es una mujer noble, emprendedora y arriesgada”, así la definió un amigo con el que se pudo comunicar PERFIL. Tal vez, ese espíritu inquieto la llevó a tomar la decisión de dejar Colombia y establecerse en un lujoso departamento de Vicente López junto al hombre que fue asesinado.

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