domingo, 2 de marzo de 2014

Conocedores analizan el graffiti de Balá

Conocedores analizan el graffiti de Balá

La obra plasmada en varios lugares de la ciudad, que mostraba la cara de Carlitos Balá en un cuerpo desnudo, causó gran revuelo. Especialistas de arte locales brindaron su opinión sobre la pieza.

Molestias. Fue lo que produjo el graffiti plasmado en la pared del Calvario.MOLESTIAS. FUE LO QUE PRODUJO EL GRAFFITI PLASMADO EN LA PARED DEL CALVARIO.
La semana que se fue estuvo marcada por noticias de acuerdos y desacuerdos en paritarias, varios hechos delictivos, los precios cuidados, la llegada del TC 2000 a la ciudad y variados temas más. Pero uno no puede dejar de mencionar la gran repercusión que tomó la noticia de los polémicos graffitis que un grupo de artistas locales plasmó en varias esquinas de la ciudad: en avenida Aristóbulo del Valle y Derqui, Junín y Urquiza, Ituzaingó y Alberdi, y San Martín al 1.700.

La obra en cuestión se trata de una intervención de foto collage de 1,20 metros pintado en blanco y negro, en la que se le adosó a un cuerpo desnudo de estilo renacentista, la cara el mítico Carlitos Balá con una de sus manos realizando su conocido ademán de “okey”. Distraídos transeúntes notaban de pronto la polémica imagen y como agua de la canilla, la noticia con la existencia de los mismos se regó por todos lados, más que nada desde el malestar que generó el que se hubiera puesto uno en una de las paredes del Colegio Calvario.

La repercusión fue tal, que el hecho llegó a varios portales web nacionales y hasta los canales de televisión de noticias más importantes del país. Es más, el mismísimo Balá se manifestó con respecto a este “homenaje” y su malestar por el graffiti quedó más que claro. “Es una broma de mal gusto. Si la llega a ver mi hermano, que tiene 92 años, se cae muerto. No hay derecho a que hagan eso y menos en un colegio de monjas. No sé a dónde quieren llegar”, dijo en diálogo con una radio local, a pesar de que los autores de la obra callejera habían declarado que eligieron a Carlitos “como una forma de homenaje a su trayectoria” y que no habían tenido la intención de agredirlo.

En este marco de polémica, los cibernautas dejaron plasmado su pensamiento (la mayoría de ellos en contra del graffiti) en las notas que Diario UNO publicó esta semana; también en www.unosantafe.com.ar y en las redes sociales. Y luego de que los protagonistas dieran su opinión, solo faltaba la de los expertos.

Así, Diario UNO contactó a reconocidos artistas y conocedores de arte locales, para que se expresen con respecto a la obra de estos jóvenes artistas y la repercusión que logró en tan poco tiempo su trabajo.

Stella Arber Licenciada en Artes Visuales y directora del Museo de Arte Contemporáneo
Defiendo cuando alguien hace una apropiación de una obra de arte, manifiesta de qué se trata y de alguna manera homenajea a un personaje, haciendo una posproducción a partir de una obra de arte. Y creo que ya Carlitos Balá es un emblema nacional y también es una obra de arte en sí misma. Esto es la conjunción de dos obras, por lo que no creo que a eso se le pueda encontrar una mala intención.
Solamente habría que deja sentado que es un homenaje y que si se realiza el vínculo es en pos de llamar la atención o para llegar a la gente en forma directa. Pero no lo veo como algo nocivo ni dañino para la figura de Carlitos Balá. Creo que se trató de otra cosa y tal vez no se comprendió.

El apropiacionismo en el arte contemporáneo y en las manifestaciones de soporte de difusión, es algo muy visto. La verdad no le veo a este episodio ningún motivo como para sentirse agraviado. El foto collage es una fuerte impronta desde los años 60 hasta nuestros días, de modo que a menos que sea realmente ofensivo donde haya algo que tenga que ver con el nazismo o se lo vincule con algo brutal o de lesa humanidad, realmente no veo motivo para alarmarse. Y éste no es el caso.

Abel MonasteroloProfesor superior en Artes Visuales, curador del Museo Sor Josefa Díaz y Clucellas y docente en la Escuela de Artes Visuales Juan Mantovani
Bueno, yo soy profesor de Artes Visuales y además soy curador de arte, por lo que estoy parado desde ambos roles. Y el asunto es que a mí no me preocupa este tipo de intervenciones. Creo que una ciudad está viva desde su movimiento, y particularmente en las paredes hay como una libertad de poder expresarse. Que a alguien esa expresión la pueda ofender, entiendo también que sea posible. Pero creo desde el arte, no es nuevo este tipo de intervenciones y si la idea era de algún modo provocar, creo que los autores del mismo lo lograron porque todos los medios y mucha gente en la calle y por internet hablan de esto y se instaló el tema. Creo que por ese lado está bien.

No estoy en contra de esto, porque hay una libertad de acción, pero también debe estar el respeto. Yo entiendo lo que Carlitos dijo y comprendo lo que él siente. Soy de la generación de los que vimos a Balá, entonces tengo un enorme cariño hacia su persona. Pero creo que esto no justifica que esté en contra de la gente que produce este tipo de arte en la ciudad. Estoy de acuerdo en que ocurran cosas. Creo que el problema sería que no pase nada.

Ricardo Calanchini
Artista plástico local con más de 30 años de trayectoria
Creo que este hecho es una provocación. Un trabajo unido a un ídolo popular es la manera más rápida de haber llegado a tener trascendencia y salir en los medios. Hay un antecedente que lo marcó León Ferrari, quien hacía cosas buscando agresiones para tener un gigante éxito en lo que producía y decía la gente de su obra o para llegar rápidamente, como llegaron estos chicos, a los canales de Buenos Aires. Porque si hubiese puesto la imagen de otra persona desconocida o a Carlitos Balá pero vestido, no hubiera tenido ningún tipo de repercusión.

Es un arte efímero el arte del stencil, un método con el que se han hecho muchísimas cosas a partir de la imagen del Che Guevara y varios otros seres populares. Y acá buscaron un personaje que fue y es muy querido por el colectivo de la sociedad, y lo ridiculizaron para tener rápidamente un reconocimiento. Fue una manera muy fácil de arribar en los medios nacionales. Pero no creo que fue como una falta de respeto, creo que lo hicieron utilizándolo para un fin y conseguir la difusión que tuvo. Creo que tomaron la imagen de Balá para masivizar el arte que están haciendo ellos y que sólo buscaron un elemento para provocar.

José Luis Volpogni Licenciado en Arte, crítico de arte y director de Ediciones UNL
Creo que es un homenaje y para nada me parece que es desvalorizar la figura de Balá, ni faltarle el respeto a su trayectoria. La figura no es solo un desnudo. Es una forma sacada de la historia del arte que representa lo clásico, lo que permanece. Poner la cara de una persona (en este caso Balá) sobre ése. Las intervenciones en el espacio público son acciones que tienen un perfil semiótico. Es importante que hagamos ese juego de lectura y que no se reaccione en forma emocional sin reflexionar.

Por otro lado, también propone qué es homenajear. Es traer del pasado algo que fue importante tal cual, o es necesario actualizarlo a las nuevas modalidades y formatos. Cargar de subjetividad un hecho, un personaje, es una manera de comprometer una mirada y que el homenaje no sea acartonado y estático sino que promueva nuevas miradas. Estuve en los lugares donde están los graffitis y me parece con demasiado prejuicio que en los dos que quedan estén tapados con negro los genitales de la figura humana. No hace referencia a la sexualidad de los personajes. Es retratarlas o recordarlas a partir de una forma clásica y permanente como es el desnudo desde una perspectiva artística.

Ana María Fabry Artista plástica e intervencionista local
Me pareció que fue una provocación que dio un resultado. En un principio yo no sabía de qué se trataba y el primer impacto que tuve fue el preguntarme: “¿Por qué le pusieron la cara?”. A lo mejor algo más sutil, con el flequillo solo o lo que sea, hubiera sido mejor. Para mí, Bala siempre fue un ídolo, un tipo bastante coherente en la vida y me pareció que se iba a enojar si se enteraba. Y la verdad es que así fue. Por eso creo que si la idea era la de una provocación y difusión, lo lograron.

A mí el stencil me parece un arte bellísimo y que alegrar y darle un poco de color, vida y amor a la ciudad me parece bárbaro, tal como que la gente pase por un lugar y que las cosas le provoquen una sonrisa, creo que es impagable. Pero esto a mí no me provocó una sonrisa, me provocó un signo de interrogación. Él se enojó mucho con esto y son los riesgos que se corren cuando se hace este tipo de cosas. Yo no lo hubiera hecho, tengo otras ideas para hacer. Lo admiro mucho a Carlitos y no me parece ésta la manera en la que yo expresaría la pureza de Balá. Hubiera creado un gran chupetómetro…, hacer otras cosas con la figura de él. Pero bueno, yo no puedo hacer más que dar mi opinión como observadora.
 
Eugenio WadeArtista plástico, director y profesor en el Centro de Expresiones Artísticas Eugenio Wade y autor del retrato de entregado al Colegio Inmaculada
Suele pasar que la gente se ofenda cuando un acto artístico los toca. Y éste fue el caso con lo de Carlitos Balá. Creo que el graffiti es más una expresión cultural, que una expresión artística. Sobre todo por lo que he visto acá en Argentina: desde cosas chicas, hasta murales hechos por jóvenes que hacen trabajos espectaculares. Pero el graffiti es una expresión, que tendrá algún relativo valor artístico. Ahora lo que sucedió toda la vida con el arte es que fue generando cosas nuevas siempre lacerando, llamando la atención y ofendiendo muchas veces.

Y creo que este tipo de cosas que se ven hoy tienen un costado de expresión, pero que tiene también un lado que no me llega del todo: que en la pared de mi casa, venga alguien y deje un enchastre, por más que sea una obra de arte. Porque en fin, te ensucia la pared. Si piden permiso o si se expresan en paredones extensos y demás, me parece espectacular. Pero el Calvario es famoso por las cosas que suelen dejarles, pobrecitas las monjas. Al igual que en la casa del Brigadier sobre General López. El graffiti no es nada nuevo, pero creo que pintarle la pared a un vecino está mal, y más si se pone algo que va a generar polémica.

María Eugenia RestagnoArtista autodidacta y propietaria de un taller local
La verdad es que artísticamente no me produce mucho interés y no me gusta mucho como obra. Creo que si hubieran querido hacerle un homenaje a Carlitos, ésta no era la manera. No sé si tiene mucho que ver con el personaje de Balá. Creo que ese homenaje que dicen ellos que quisieron hacer, a mí no me llegó como tal. Supongo que lo habrán encarado como una intervención estilo graffiti, y por más artísticos éstos que sean, no están autorizados. Pueden gustar o no gustar, pero no está permitido realizarlos en cualquier pared. Y mi objeción a éste en particular es porque creo que no tiene mucho que ver lo que hicieron con el rostro de Carlitos, con el personaje tan entrañable y recordado por todos con tanto cariño. No sé si les salió la intención que tenían los que lo hicieron con esto, porque encima el destinatario del homenaje la pasó mal y no le gustó. Creo que no les salió bien la cuestión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario