Bajó en los sondeos tras la aparición del spot en el que acusa a Lula de investigar a su hija.
PorEleonora Gosman
San Pablo. Corresponsal
El opositor José Serra acaba de quemar las naves que le restaban en la ambición de recuperar algunas posiciones antes de los comicios, y evitar una triste y hasta peligrosa derrota ya en la primera vuelta de las presidenciales de Brasil. Los resultados de una nueva encuesta de ayer, de la consultora Datafolha, mostraron que las armas pesadas que usó en esa lucha el ex gobernador paulista, no sirvieron : la delfín de Lula, Dilma Rousseff, se consolidó en 50% de las preferencias mientras que el político socialdemócrata registró otro retroceso.
Pero hay un dato todavía más dramático: la consultora Vox Populi realizó a lo largo de la semana un “tracking” (rastreo) diario, un tipo de encuesta encargado por el site IG y por la TV Bandeirantes. El miércoles último, Dilma aparecía con 50% de las preferencias. Ayer ya había subido a 53%. Entre los especialistas había sorpresa: “Es algo que no habíamos visto antes” dijeron. La inédita performance de la candidata del oficialismo la adjudicaron al rechazo que provocó, precisamente, el fenómeno que aquí bautizan de “denuncismo”.
En este caso se refiere a las acusaciones formalizadas por el propio Serra, durante su espacio de publicidad televisiva, contra Lula y Dilma. A ambos los involucró en un supuesto delito de violación del secreto fiscal de la hija Verónica (en Brasil las declaraciones ante el fisco son sigilosas y su quiebre es un delito que se tramita en la justicia penal).
Como señaló Fernando Rodrigues, columnista del diario Folha de Sao Paulo, ese “denuncismo” no modificó ni un ápice el escenario de los comicios del 3 de octubre próximo. Reveló que cuando fue realizada la encuesta de Datafolha, la mitad de los electores ya había visto la propaganda televisiva de Serra, donde habló extensamente de la cuestión. Su fracaso es el de la estrategia del PSDB (la socialdemocracia) que apostó al arma del escándalo para revertir las malas señales electorales.
La consulta realizada por Datafolha mostró otros datos. La candidata de Lula sobrepasó al opositor en los 27 estados brasileños, incluidos aquellos del sur del país que parecían serle esquivos. Ayer, Lula se ensañó por primera vez con Serra en un acto público en Guarulhos, ciudad vecina a la capital paulista, con el candidato al gobierno de San Pablo Aloisio Mercadante. “El bicho anda con una rabia y yo sé por qué. El programa (de TV) está pesado, bajó el nivel y se volvió rastrero. Es propio de quien no sabe nadar: cae en el agua y empieza a debatirse hasta morir ahogado”, dijo Lula al comentar los últimos spot publicitarios de Serra. En la visión del presidente brasileño, “nadie precisa transformar su familia en víctima (para ganar elecciones). La mentira tiene patas cortas.”
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