EL FUTURO COMIENZA ESTA SEMANA.
Por: Darío H. Schueri – Desde Santa Fe
Lo único claro en la política santafesina es que no hay nada claro.
Salvo Hermes Binner que ya bendijo a su precandidato Antonio Bonfatti y Agustín Rossi, decidido (por “adentro” o por “afuera”) a intentar otra vez la patriada de sentarse en el Sillón del Brigadier, y que cuentan con las generosas chequeras que respaldan sus intenciones, el resto de los aspirantes hoy día son sólo eso, aspirantes a ser precandidatos el 24 de febrero cuando el Tribunal Electoral reciba las listas provenientes de los distintos Partidos Políticos que habrán hecho lo propio tres días antes.
El sábado 5 de Julio será el test macht para peronistas y socialistas, mientras el radicalismo observará expectante, En el cine teatro del gremio Luz y Fuerza de esta capital el peronismo decidirá si la larvada diáspora entre kirchneristas y federales se transforma en lacerante realidad; mientras de manera simultánea en el Partido de la rosa, Rubén Giustiniani anunciará – o no- la hazaña de enfrentar en una misma batalla al mañoso aparato radical y a la no menos inquietante maquinaria de sus pares gobernantes.
Vayamos por parte: en el peronismo opositor que quiere dejar de serlo, su presidente Ricardo Spinozzi salió decidido a revalidad las chapas de su cargo abriéndole una puerta al implacable Agustín Rossi, que busca un respaldo explícito del Partido al modelo de la Presidente Cristina Fernández para sentarse a pensar en ir “por adentro” (del PJ) en las primarias, señalando que si el Congreso nacional del PJ (que tendrá lugar mucho después de las definiciones electorales en Santa Fe) decide acompañar a la Presidente y trabar alianza con el FPV, su par santafesino estará en sintonía. Ahora no es momento de fijar posiciones extremas, sobremanera cuando en el peronismo santafesino, al decir de Spinozzi, no todos adscriben a rajatabla a las políticas de la Dra. Fernández.
Pero inmediatamente el principal referente reutemista le cerró esa misma puerta en los dedos al “chivo”: "no veo ninguna posibilidad de que alguna expresión interna compita por afuera; en todo caso, habrá una decisión de abandonar el PJ, como ya sucedió antes, para formar un partido político distinto. La única manera de recuperar la provincia es ir todos por adentro del PJ", descerrajó Spinozzi recordándole elípticamente su paseo por el Frepaso.
Antes, Spinozzi tuvo que leer en los Diarios y salir a calificar de “descabellada” la intención del diputado kirchnerista Gerardo Rico, furibundo antireutemista, de solicitar la intervención del PJ si no adhiere a las políticas del gobierno nacional; posición curiosamente respaldada por Agustín Rossi, en lugar de ponerle paños fríos a la situación.
Precisamente Spinozzi develó en parte nuestra incógnita de hace un par de semana cuando decíamos que el senador por Gral López tenía un “as en la manga”: “Tino” (tal como lo conocen en su Venado Tuerto natal) acaba de anunciar que Carlos Reutemann lo acompañará a recorrer la Provincia en caso de que se imponga en la interna del PJ.
Los obeidistas solo se limitan a enviar a los Medios no menos de dos partes de prensa semanales pidiendo la unidad en el peronismo para ganarle al Frente gobernante, advirtiéndose entre líneas que ello solo sería posible si Jorge Obeid fuese el candidato de la síntesis entre el reutemismo, el independentista Omar Perotti y hasta del moderado kirchnerista Rafael Bielsa. Los demás aspirantes no piensan lo mismo, y difícilmente desensillen para que suba Obeid al arisco potro peronista.
Sabedor de no sentirse contenido entre las distintas fracciones del peronismo provincial, mas propensas a pasarle la factura por haber derogado la Ley de Lemas si se vuelve a perder, Obeid inició serios contactos con el PRO (que llevaría a Del Sel) y el duhaldismo (de Norberto Nicotra) a los fines de contener a su tropa y explorar eventuales candidaturas vicepresidenciales para sí mismo.
Los allegados al senador capitalino Juan C. Mercier se entusiasman con el crecimiento del “juanchi” en encuestas que solo ellos conocen; mientras quienes respaldan la candidatura de Rafael Bielsa, entre ellos el líder sindical Alberto Maguid, aguardan ansiosos que esta semana Cristina Fernández lo bendiga oficialmente como el otro precandidato kirchnerista junto con el “chivo” Rossi, quien asegura que sobre los brindis del 2010 la Presidente en dos horas de charla mano a mano avaló su postura, sea cual fuere (esto es, por adentro o por afuera del Partido con la sigla FPV de la cual dicen ya hicieron reserva de nombre), con relación a la candidatura provincial.
Precisamente, hablando de la Sra. Presidente de la Nación, para quienes examinan una posible deserción de su postulación para la reelección, es significativamente saludable la lectura del comentario editorial de este domingo en Página/12 del comisario ideológico del movimiento K, Horacio Verbistsky, quien le señala a la Dra. Cristina el camino a seguir.
El auto referenciado futuro de la política Oscar Martínez, quien jubiló a Reutemann y Obeid, ya está levantando monumentales carteles (uno de ellos en el ingreso a Rafaela, a las puertas de la casa de Perotti) con el anuncio de su candidatura a Gobernador; para algunos violando las leyes vigentes, aunque el constitucionalista Rondina señala que al derogarse la ley de lemas, se derogó toda la normativa que restringía las publicidades de campaña, al igual que todos los mecanismos de rendición de cuentas de gastos de campaña.
En el Frente gobernante, los radicales se apuestan tras las trincheras para evitar las esquirlas de una posible confrontación socialista que traslade a su candidato Mario Barletta sin demasiado esfuerzo, directamente del despacho municipal al Sillón gubernamental.
Si ello no sucediera y, tal como especulan algunos colegas rosarinos que conocen bien el paño socialista, Giustiniani declinaría enfrentar a la Task Force Binner-Lifschitz, a cambio de provechosas negociaciones, transformando al pelado Bonfatti en único referente socialista, el radicalismo debería rediseñar su estrategia por completo, ya que la decisión de competir con candidato propio fue tomada una vez que advirtieron la posible disgregación socialista. “Ojala ello no ocurra”, susurran, sin evaluar en la embriaguez triunfalista (avalada por las encuestas contemporáneas) que una triple interna en el FPCyS, lejos de las edulcoradas frases políticamente correctas de “consolidar la democracia interna” y todas esas generalidades de bolsillo, podría darle el oxígeno que hoy necesita el peronismo para recuperar el poder perdido.
Esta semana será clave para descifrar quien alquilará por los próximos cuatro años la Casa Gris. Lo que suceda después formará parte de la oficialización ciudadana de los aciertos o los desatinos de los políticos en sus respectivas fuerzas.
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