la eleccion en capital
Ni Macri ni Boudou
Por Artemio Lopez | 21.01.2011 | 23:45
El Frente para la Victoria está en pleno proceso de selección de candidatos para disputar la Jefatura de la Ciudad con chances ciertas de triunfo.Cuando aún Carlos Tomada no explicitó su deseo de ser candidato, observamos el despliegue del restante candidato plantado a competir por el oficialismo, ya que Daniel Filmus, seguramente, al final del día renunciará a su forzada candidatura en función de cumplir su mandato como senador 2007-2013, tal como se lo señalara el propio Filmus en el año 2009 a Néstor Kirchner cuando, en pos de cumplir ese mismo mandato, decidió no participar de las elecciones del año 2009, elecciones que transcurrieron, debemos recordarlo, en plena crisis política abierta por la Resolución 125 ideada por Martín Lousteau, el desplome financiero sobrevolando el planeta, con tres puntos de caída del PBI local, un punto de incremento del desempleo y con expectativas electorales muy difíciles para el FpV a nivel local.
La renuncia de Filmus en 2009 y la pobre performance de Carlos Heller con 10% de los votos obtenidos, candidato menor que el propio Filmus ofertó en su reemplazo, dio por agotado el ciclo del progresismo porteño conduciendo al FpV, progresismo que –debe recordarse– logró junto a Duran Barba recostado en la gestión de Aníbal Ibarra que, finalmente, Mauricio Macri obtuviera el 61% de los votos en segunda vuelta en 2007, a pesar de que Cristina Kirchner lograra ese mismo año una contundente victoria a nivel nacional con el 47% de los votos.
Así las cosas, el FpV tiene finalmente en el distrito un candidato propio (si es que Tomada no decide participar), puesto a competir por la voluntad de la Presidenta, y cuyo mérito central es representarla de manera absoluta.
Sin embargo, más allá de este atributo central de Boudou de expresar de manera plena el liderazgo de la presidenta Cristina Kirchner en un distrito donde obtiene hoy el 31% de los votos contra apenas 15,1% de Macri, el análisis comparado muestra singularidades del candidato del FpV confrontado con Mauricio Macri, que vale la pena analizar.
Como se observa en el cuadro, hoy las preferencias de voto favorecen a Mauricio Macri, que obtiene el 33,6% contra 15,7% de Amado Boudou, que es claramente la segunda minoría, a pesar de arrastrar hasta hoy un desconocimiento muy notable del 50% y aún con el 19% de electores indecisos.
Es de esperar que a medida que mejore el conocimiento y los indecisos determinen sus preferencias, tanto Macri como Boudou crezcan y constituyan un escenario de primera vuelta en torno a las franjas de 38% para el candidato PRO y 23% para el FpV y en esas condiciones ingresar al seguro ballottage de resultado muy incierto, en especial, por el clima de época que pudieran brindar las expectativas de un triunfo contundente de Cristina Kirchner en primera vuelta a nivel nacional en octubre, de continuar ese escenario electoral como actualmente lo marcan todos los estudios de opinión conocidos.
Complementando el análisis de los candidatos que seguramente disputarán el ballottage porteño, se observa que los desagregados por sexo no influyen en la intención de voto en ambos candidatos, en tanto Mauricio Macri manifiesta mejor despliegue sobre electorado joven y Amado Boudou sobre jóvenes y generación intermedia, donde evoluciona sobre su intención de voto promedio distrital.
El porteño medio, de 45 a 59 años, el mismo que da el tono a la opinión pública clásica en los noticieros televisivos y reclama por seguridad, limpieza, orden y progreso, paradójicamente adhiere menos que el promedio a Mauricio Macri, insatisfecho por su gestión y mucho menos a Boudou, situación que no es extraña: son estos los tramos etarios de peor aceptación de Cristina Kirchner en la Ciudad y electoralmente constituyen el 30% del padrón.
Comienza entonces a develarse uno de los misterios de cara a 2011: el escenario electoral porteño con dos fuerzas y candidatos hegemónicos, que seguramente disputarán un reñido ballottage para darle continuidad o terminar con la gestión de PRO en la Ciudad de Buenos Aires. Un apunte final que, por obvio, no merece más que un párrafo: la única candidata capaz de reemplazar a Mauricio Macri para disputar con Amado Boudou el Ejecutivo de la Ciudad es Gabriela Michetti, que mide exactamente igual que Mauricio Macri, en tanto Rodríguez Larreta alcanza apenas el 12% de los votos, quedando sin chances de ganar en ballottage.
*Director Consultora Equis, asesora al Gobierno.
La renuncia de Filmus en 2009 y la pobre performance de Carlos Heller con 10% de los votos obtenidos, candidato menor que el propio Filmus ofertó en su reemplazo, dio por agotado el ciclo del progresismo porteño conduciendo al FpV, progresismo que –debe recordarse– logró junto a Duran Barba recostado en la gestión de Aníbal Ibarra que, finalmente, Mauricio Macri obtuviera el 61% de los votos en segunda vuelta en 2007, a pesar de que Cristina Kirchner lograra ese mismo año una contundente victoria a nivel nacional con el 47% de los votos.
Así las cosas, el FpV tiene finalmente en el distrito un candidato propio (si es que Tomada no decide participar), puesto a competir por la voluntad de la Presidenta, y cuyo mérito central es representarla de manera absoluta.
Sin embargo, más allá de este atributo central de Boudou de expresar de manera plena el liderazgo de la presidenta Cristina Kirchner en un distrito donde obtiene hoy el 31% de los votos contra apenas 15,1% de Macri, el análisis comparado muestra singularidades del candidato del FpV confrontado con Mauricio Macri, que vale la pena analizar.
Como se observa en el cuadro, hoy las preferencias de voto favorecen a Mauricio Macri, que obtiene el 33,6% contra 15,7% de Amado Boudou, que es claramente la segunda minoría, a pesar de arrastrar hasta hoy un desconocimiento muy notable del 50% y aún con el 19% de electores indecisos.
Es de esperar que a medida que mejore el conocimiento y los indecisos determinen sus preferencias, tanto Macri como Boudou crezcan y constituyan un escenario de primera vuelta en torno a las franjas de 38% para el candidato PRO y 23% para el FpV y en esas condiciones ingresar al seguro ballottage de resultado muy incierto, en especial, por el clima de época que pudieran brindar las expectativas de un triunfo contundente de Cristina Kirchner en primera vuelta a nivel nacional en octubre, de continuar ese escenario electoral como actualmente lo marcan todos los estudios de opinión conocidos.
Complementando el análisis de los candidatos que seguramente disputarán el ballottage porteño, se observa que los desagregados por sexo no influyen en la intención de voto en ambos candidatos, en tanto Mauricio Macri manifiesta mejor despliegue sobre electorado joven y Amado Boudou sobre jóvenes y generación intermedia, donde evoluciona sobre su intención de voto promedio distrital.
El porteño medio, de 45 a 59 años, el mismo que da el tono a la opinión pública clásica en los noticieros televisivos y reclama por seguridad, limpieza, orden y progreso, paradójicamente adhiere menos que el promedio a Mauricio Macri, insatisfecho por su gestión y mucho menos a Boudou, situación que no es extraña: son estos los tramos etarios de peor aceptación de Cristina Kirchner en la Ciudad y electoralmente constituyen el 30% del padrón.
Comienza entonces a develarse uno de los misterios de cara a 2011: el escenario electoral porteño con dos fuerzas y candidatos hegemónicos, que seguramente disputarán un reñido ballottage para darle continuidad o terminar con la gestión de PRO en la Ciudad de Buenos Aires. Un apunte final que, por obvio, no merece más que un párrafo: la única candidata capaz de reemplazar a Mauricio Macri para disputar con Amado Boudou el Ejecutivo de la Ciudad es Gabriela Michetti, que mide exactamente igual que Mauricio Macri, en tanto Rodríguez Larreta alcanza apenas el 12% de los votos, quedando sin chances de ganar en ballottage.
*Director Consultora Equis, asesora al Gobierno.
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