lunes, 18 de abril de 2011

y si las importamos para que se coman algunas encuestas que andan dando vuelta

Región

Lunes, 18 de abril de 2011

En Entre Ríos proponen importar jirafas para desmonte ecológico

Un ingeniero y productor detalló su proyecto. Asegura que es la solución para hacer las tierras productivas.

Imagen ilustrativa. Imagen ilustrativa.

El productor e ingeniero Alejandro Sagemüller propuso traer a Entre Ríos jirafas para moderar en forma natural el monte como una solución equidistante entre lo que plantean los propietarios que desmontan para que sus tierras sean productivas y los ecologistas que exigen que no se modifique el medio ambiente. La idea apunta a evitar quemas y el trabajos arduos y costosos de sacar los árboles.


Sagemüller regresó a la Argentina hace poco tiempo. En sus viajes por Sudáfrica le llamó la atención que allí hay terrenos muy similares al de Entre Ríos y que el monte se moderaba en forma natural. Indagó y se informó que ello ocurría merced a la tarea que realizaban las jirafas. Sagemüller afirmó que estos animales se adaptan perfectamente al clima y al monte entrerriano, posibilitando abrir espacio al sol de forma natural, permitiendo que crezca alimento para el ganado.


“Propongo introducir la jirafa, como en algún momento se introdujeron las vacas, los ciervos, las liebres. La idea es que el monte y los animales queden y por otro lado que se le pueda sacar más provecho”, explicó.


Pastoreo alto
Según Sagemüller, la jirafa “es el animal ideal porque no destruye. No es un elefante, la jirafa pastorea, pero alto. Y pastorea casualmente los arboles que hay en Entre Ríos, que son las acacias”, ya que su sistema digestivo está preparado para arboles con espinas.


Así, las jirafas “podarían” el monte de costas, que de acuerdo al productor tiene árboles y climas similares a los de Sudáfrica.


La jirafa permitiría el crecimiento de pastura que se podrían usar para alimentar ganado. “No compite con el ganado, come arriba, no es depredador, no mata los árboles ni a otros animales”, acotó.


Proyecto
Sagemüller presentó el proyecto en 2008 en la Secretaría de la Producción de Entre Ríos, a cargo en ese momento de Héctor Motta, fue previo al conflicto por la 125 y mucho antes de la creación del ministerio del área en la provincia. La idea tuvo buena aceptación. Pero no se avanzó en ese aspecto.


Sagemüller aclaró que no hay legislación que prohíba importar jirafas y dijo que no sólo sería bueno para hacer productivas las tierras, sino también como atractivo turístico.


Según afirmó para el productor de la zona su idea tienen una ventajas económica ya que una jirafa cuesta unos 2.500 dólares y además de su utilidad para el desmonte acotó que “se puede criar, es interesante el cuero, la carne y los cuernitos, que son de un marfil muy buscado, en especial para armas de colección”.


Sagemüller es ingeniero electrónico y trabajó en Medio Oriente. Viajó a algunos países de Africa y detectó que el paisaje de Sudáfrica, por ejemplo, es muy similar al que se ve en Entre Ríos. “Parece que estuviera por acá, son llanuras onduladas. La vegetación es muy parecida a la que se encuentra en tierras entrerrianas”, describió.


El disparador de su investigación fue la suma de su curiosidad, datos concretos que indagó y el creciente problema que se presenta en parte de la provincia con los desmontes. Así Sagemüller concluyó con una tesis insólita y a la vez interesante: el traslado de jirafas podría resolver en parte el desmonte en forma natural.


Operación intermedia
Sagemüller como productor conoce el problema del desmonte y la necesidad de sus pares. La implementación de su proyecto que denominó “Jirafas del Paraná”, se presenta como una operación intermedia entre arrasar con máquinas y no tocar nada. “Las jirafas se alimentarían de las hojas más altas de los árboles, abrirían claros en el monte, permitiendo que se filtre la luz del sol y, por lo tanto, que crezca alimento para el ganado. Sería un desmonte ecológico, además la jirafa come en la altura, es un rumiante que no compite con la vaca por el pasto. Esto significaría no sacar los árboles sino moderarlos, ir podándolos, desmontando sin producir erosión”, describió.


El autor de la iniciativa aclaró que su proyecto suena a una novela de aventuras. Por ello, abundó en detalles específicos, además de destacar que “no es una idea trasnochada, está estudiado científicamente”.


Estudios
“Hice estudios y es perfectamente compatible, la jirafa come el mismo tipo de árboles, tiene una lengua elástica con la que arranca las hojas y evita las espinas, ideal para estos montes, no come en el suelo y tiene hasta el mismo tipo de enfermedades que la vaca”.


Afirmó Sagemüller que “el hábitat, la alimentación, las enfermedades, el clima y el espacio, está estudiado y contemplado. Todo cierra, incluso estuve en contacto con un zoológico de Kenia para conocer detalles”.


El proyecto fue presentado a Producción de la provincia de Entre Ríos y en aquella oportunidad, según Sagemüller, tuvo una recepción positiva. Asimismo acotó que luego ocurrió lo mismo en otras instancias de consulta en diferentes reparticiones estatales que deberían intervenir en caso de concretarse el proyecto.


Zoológico de Buenos Aires
El productor avanza en distintos aspectos de la investigación y tiene pensado hacer un estudio con una jirafa del zoológico de Buenos Aires. “Se trata de poner en los canastos de alimentos del animal, hojas de nuestros árboles para ver cómo resulta”, detalló.


Sagemüller observa que la propuesta cierra por todas partes y se imagina “un barco lleno de turistas que pasean por el Paraná y se deslumbran por la imagen increíble de una jirafa comiendo las hojas de los árboles en el monte entrerriano”. El proyecto es hoy un sueño utópico, pero podría llegar a ser una realidad en unos años.


Seis hembras y dos machos
El ingeniero Alejandro Sagemüller propuso que el experimento se debería hacer con seis hembras jirafas y dos machos en un espacio delimitado. “El único problema que puede surgir es el cambio de carácter, que no se estudia hasta que el animal está in situ”, especificó, y detalló una extensa nómina de animales que no son autóctonos y fueron adaptándose al ecosistema de la región y de la Argentina.

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