viernes, 18 de julio de 2014

Uno de los hombres más importantes en la lucha contra el HIV murió en el siniestro

Viajaba en el avión de Malasyan Airlines que fue derribado en Ucrania para asistir a una conferencia; su trabajo fue fundamental en prevenir la transmisión en los países pobres
Sin dudas una de las víctimas del atentado contra el avión de Malasyan Airlines que va a lamentar el mundo entero es Joep Lange, un científico que dedicó su vida a la lucha contra el HIV/sida. El hombre era holandés y viajaba a una conferencia internacional sobre esta enfermedad, que comienza el domingo en Melbourne, cuando el avión fue interceptado por un misil y murieron 298 personas. Del total, alrededor de un centenar se dirigían a esta conferencia, según Fairfax Media. El hombre viajaba a Kuala Lumpur, donde iba a hacer transbordo a Australia, acompañado de su pareja, Jacqueline.
Lange nació en Nieuwnhagen en 1954 y dedicó más de 30 años de su vida a la investigación sobre el sida. Su principal objetivo era defender el acceso a tratamientos más baratos en países pobres. Lange, además, era profesor en la Universidad de Amsterdan y director del Instituto para la Salud Global y el desarrollo. Trabajó muchos años en el desarrollo de terapias combinadas más asequibles contra el HIV y de tratamientos para prevenir la transmisión del virus de madres a bebes en países pobres.
"El movimento VIH/sida ha perdido a un gigante", declaró Chris Beyrer, el presidente de la Sociedad Internacional del Sida (IAS, por sus siglas en inglés), sociedad que presidió Lange y organizadora del evento. "En este momento increíblemente triste y delicado, IAS está junto a nuestra familia internacional y envía condolencias a los seres queridos de aquellos que han perdido en esta tragedia", agregó Beyrer.
"Joep tenía un compromiso absoluto hacía los tratamientos contra el VIH en Asia y África", declaró David Cooper, profesor de la Universidad de Nueva Gales del Sur, que trabajó con Lange en un proyecto en Bangkok. "Siempre traía un punto de vista fresco, y nunca aceptó que algo era imposible de lograr", añadió en un comunicado.
En vuelo viajaban 298 personas, de los cuales 283 eran pasajeros (entre ellos numerosos niños) y 15 eran miembros de la tripulación. Del total, 154 eran holandeses, 45 malasios, 27 australianos, 9 británicos, cuatro alemanes, cuatro belgas, tres filipinos, un canadiense y 41 sin nacionalidad verificada, según un portavoz de la compañía en Amsterdam..

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