MediosDomingo 25 de noviembre de 2012 | Publicado en edición impresa
El objetivo de máxima de la Casa Rosada es que el tribunal rechace el recurso de Clarín. Pero cerca de la Presidenta confiaron a LA NACION que "lo más probable es que la Corte deje el tema en un limbo".
En ese caso, la cautelar perderá vigencia el 7 de diciembre. Eso permitirá al Gobierno licitar las licencias de Clarín que se excedan del cupo de la ley de medios, como varias de Cablevisión en todo el país.
Pero subsiste un escenario temido en Balcarce 50. La Corte podría extender la cautelar o presionar a la Cámara a que se pronuncie. Este cuerpo se demoró porque fue desmantelado por denuncias y recusaciones del Gobierno.
Si alguno de ambos tribunales le concede la prórroga a Clarín, el Gobierno promulgará la ley de per saltum y apelará a ese recurso para enviar toda la causa a la Corte Suprema, incluida la cuestión de fondo: la constitucionalidad o no de la ley que Clarín impugnó judicialmente.
Para usar el per saltum, el Gobierno invocaría "gravedad institucional" y "conflicto de poderes": un poder, el Judicial, estaría impidiendo la aplicación de una ley de los otros dos poderes, Legislativo y Ejecutivo. Pero sería la primera ve z que se pida un per saltum sin un fallo de fondo en primera instancia.
Esta es la interpretación y la decisión del Gobierno, según confiaron a LA NACION altas fuentes oficiales.
El apuro del Gobierno para que el 7-D sea el fin de Clarín, tal como se lo conoce hoy, obedece a las complicaciones políticas de fin de año. Cristina Kirchner teme una derrota entre tantas otras amenazas:
Por una vía o por otra, el caso Clarín terminaría en la Corte, creen en Balcarce 50. Si el Gobierno concursa las licencias, sin fallo de fondo, Clarín impugnará cada licitación como ilegal y se abrirán decenas de juicios y cautelares. En ese caso, el Gobierno también apelará al per saltum para evitar las instancias judiciales inferiores, anticipan cerca de Olivos
Ley de Medios
El Gobierno presiona para evitar un revés en la Corte antes del 7-D
Twitter: @marianoobarrio |
El gobierno de Cristina Kirchner enfrentará esta semana, la anterior a la del 7-D, con más conflictos que los que imaginaba. Por eso, la Casa Rosada analiza presionar sobre la Corte Suprema para que ésta no extienda la medida cautelar que vence el 7 de diciembre y que en lo posible rechace el pedido del Grupo Clarín en la causa en la que busca que no se le aplique la ley de medios por inconstitucional.
La semana última, Clarín recurrió a la Corte para que obligue a la Cámara Civil y Comercial a atender su apelación para extender la cautelar más allá del 7-D. El multimedio pidió a la Corte que extienda esa cautelar transitoriamente.El objetivo de máxima de la Casa Rosada es que el tribunal rechace el recurso de Clarín. Pero cerca de la Presidenta confiaron a LA NACION que "lo más probable es que la Corte deje el tema en un limbo".
En ese caso, la cautelar perderá vigencia el 7 de diciembre. Eso permitirá al Gobierno licitar las licencias de Clarín que se excedan del cupo de la ley de medios, como varias de Cablevisión en todo el país.
Pero subsiste un escenario temido en Balcarce 50. La Corte podría extender la cautelar o presionar a la Cámara a que se pronuncie. Este cuerpo se demoró porque fue desmantelado por denuncias y recusaciones del Gobierno.
Si alguno de ambos tribunales le concede la prórroga a Clarín, el Gobierno promulgará la ley de per saltum y apelará a ese recurso para enviar toda la causa a la Corte Suprema, incluida la cuestión de fondo: la constitucionalidad o no de la ley que Clarín impugnó judicialmente.
Para usar el per saltum, el Gobierno invocaría "gravedad institucional" y "conflicto de poderes": un poder, el Judicial, estaría impidiendo la aplicación de una ley de los otros dos poderes, Legislativo y Ejecutivo. Pero sería la primera ve z que se pida un per saltum sin un fallo de fondo en primera instancia.
Esta es la interpretación y la decisión del Gobierno, según confiaron a LA NACION altas fuentes oficiales.
El apuro del Gobierno para que el 7-D sea el fin de Clarín, tal como se lo conoce hoy, obedece a las complicaciones políticas de fin de año. Cristina Kirchner teme una derrota entre tantas otras amenazas:
- El juez Thomas Griesa, de Nueva York, exige a la Argentina pagar el 15 de diciembre a los "fondos buitre" o bien caer en un segundo default. Si la Cámara no acepta el pedido de revisión del fallo que el Estado hará mañana peligraría la política fiscal o la del desendeudamiento.
- El paro masivo de la CGT disidente de Moyano, el martes pasado, fue convalidado por la CGT kirchnerista en los reclamos.
- Daniel Scioli y José Manuel de la Sota comenzaron a agitar sus proyectos presidenciales de 2015.
- Se escurren los apoyos al Gobierno en el PJ y para frenar esa fuga el ministro de Planificación, Julio De Vido, reflotó el debate en 2013 por la reforma de la Constitución para una segunda reelección, en 2015.
- Un masivo cacerolazo, casi como el del 8-N, podría repetirse antes de fin de año si el Gobierno avanza sobre la prensa. Se convocó en las redes sociales a una marcha para pasado mañana, cuando la Corte considerará en su reunión ordinaria el caso Clarín, aunque no lo resolvería. El lema en la red Twitter es #LorenzettiNoMeFalles.
Por una vía o por otra, el caso Clarín terminaría en la Corte, creen en Balcarce 50. Si el Gobierno concursa las licencias, sin fallo de fondo, Clarín impugnará cada licitación como ilegal y se abrirán decenas de juicios y cautelares. En ese caso, el Gobierno también apelará al per saltum para evitar las instancias judiciales inferiores, anticipan cerca de Olivos
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