martes, 22 de julio de 2014

Narcoefedrina: Los misteriosos llamados de la Casa Rosada a funcionarios de la Sedronar

Narcoefedrina: Los misteriosos llamados de la Casa Rosada a funcionarios de la Sedronar

Juan Cruz Sanz
Entre 2006 Y 2008 empresarios y empleados de droguerías vinculadas al narcotráfico se comunicaron con la Casa Rosada, Jefatura de Gabinete y funcionarios de la Sedronar en días coincidentes con trámites para la autorización de importación de efedrina. La Justicia investiga quién realizó esos llamados desde la Casa Rosada
De una investigación judicial por tráfico de efedrina destinada a una red de narcotráfico internacional, surge que un simple empleado del Registro Nacional de Precursores Químicos recibe una veintena decomunicaciones con el Servicio de Comunicaciones de la Casa Militar, casi 10 llamados de otros tres abonados distintos de Presidencia de la Nación y una de la Jefatura de Gabinete de Ministros. Los datos se recogen del cruce de llamadas entre Pedro Lucas Paradelo, un empleado del Registro Nacional de Precursores Químicos y ex empleadas de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR) sospechadas de estar vinculadas a organizaciones narco.
La investigación de la jueza, María Romilda Servini de Cubría, por la cual se procesó al ex titular de la Sedronar, José Ramón Granero, y a otros ex funcionarios de primera línea de esa cartera por "haber ingresado al país materias primas destinadas a la fabricación de estupefacientes, habiendo efectuado una presentación correcta ante la Aduana y alterando posteriormente su destino de uso", abre una serie de interrogantes que complican al gobierno nacional.
Los llamados entre centrales oficiales, funcionarios y personas vinculadas al tráfico de efedrina aparecen de forma sospechosa, momentos antes y después de autorizaciones para importación de efedrina, una sustancia utilizada y necesaria, entre otras cosas, para la fabricación de drogas de diseño. Esas autorizaciones corresponden a lotes que luego terminaron en manos del narcotráfico. Sandra Oyarzabal trabajó como asesora de Granero en la Sedronar pero un tiempo después pasó a formar parte de Farmacéuticos Argentinos S.A (FARSA), una de las droguerías que desviaron efedrina a grupos del narcotráfico, además de ser pareja de Alfredo Abraham, sindicado como uno de los proveedores de efedrina de carteles mexicanos. Junto a Oyarzabal aparece Sandra Muzzio, una conocida de Granero, también asesora del ex mandamás de la Sedronar que trabajó en la Dirección de Administración de dicha secretaría para luego integrar las filas de Droguería Prefarma S.A., señalada en la causa de "la mafia de los medicamentos" e investigada por la importación de 5500 kilogramos de efedrina. Se cree que Prefarma funcionaba como pantalla de Farmacéuticos Argentinos S.A, en el desvío de efedrina. Según Servini de Cubría, tanto Oyarzabal como Muzzio pasan a trabajar en esas droguerías "para la época en que comienzan las importaciones más desmesuradas de efedrina y las autorizaciones a esas firmas para importar por toneladas y toneladas de efedrina, cosa que nunca habían realizado en su historia".
Según consta en los allanamientos a FARSA, Abraham, tenía en su poder tarjetas de Granero y que una de ellas "a su vez, posee escrito a mano un número de teléfono fijo y uno de celular con el nombre 'Zacarías Miguel', que resultaba ser el secretario privado de Granero, y dicho abonado celular, registra al menos dos comunicaciones telefónicas con Abraham".
Según testigos de la causa del Triple Crimen de General Rodríguez que fueron señalados por Servini, Abraham era quien le facilitaba la efedrina a Iván Perez Corradi, uno de los proveedores de carteles mexicanos y prófugo de la Justicia.
Bajo la disposición 3103/06, el 26 de julio de 2006, la droguería Prefarma S.A consigue la autorización para la importación de efedrina. Un día antes, Muzzio se comunica en tres oportunidades con Paradelo, quien se desempeñaba en el Registro Nacional de Precursores Químicos. El mismo día de la autorización, Paradelo recibió un llamado telefónico de la Sedronar a su teléfono celular "y dos horas más tarde, le ingresó un nuevo llamado, pero esta vez del Servicio de Comunicaciones de la Casa Militar", según consta en el expediente de Servini.
Dos días antes del dictado de la disposición que autoriza a Prefarma, también había recibido un llamado proveniente de Casa Militar. De los cruces de llamados de los teléfonos de Muzzio y Oyarzabal aparecen sospechosas comunicaciones con Josue Fuks, dueño de FARSA, y socio de Abraham también vinculado a narcotraficantes mexicanos; y empresarios de Prefarma los mismos días que se autorizaban permisos de importación por toneladas de efedrina.
El 15 de enero de 2008, se iniciaron los expedientes 140/08 y 141/08, originados a raíz de dos solicitudes de importación de 1000 kg de efedrina presentadas por Guillermo Manfredi, otro de los socios de Fuks y Abraham. Al día siguiente mediante la Disposición 57/08 y un trámite express, FARSA recibe las autorizaciones. Los certificados de importación fueron retirados por el propio Manfredi el 21 de enero de 2008. "El día que Manfredi concurre a la SEDRONAR a requerir autorización para la importación de efedrina, Zacarías (secretario privado de Granero) recibe un llamado telefónico del Servicio de Comunicaciones de la Casa Militar y más tarde un llamado de Presidencia de la Nación", destaca el cruce de llamados realizado por la Justicia. Hay más: "El día siguiente del dictado de la disposición que autorizó la importación de 2000 kg de efedrina al país, nuevamente Zacarías recibe, otra vez, llamados telefónicos del Servicio de Comunicaciones de la Casa Militar y más tarde de Presidencia de la Nación".
La secuencia de llamados entre Paradelo, Zacarías, Presidencia de la Nación, Jefatura de Gabinete y Casa Militar, se repiten una decena de veces en coincidencia con días de aprobación de permisos de importación de efedrina o con el ingreso de expedientes para la autorización de droguerías que luego desviaron sus partidas al narcotráfico entre 2006 y 2008. Incluso aparecen llamados del propio Abraham a un "abonado instalado en la Casa de Gobierno identificado como del Servicio de Comunicaciones de la Casa Militar (precisamente aquel abonado que registra la mayor cantidad de llamados a los celulares de Paradelo y Zacarías)", sostiene en su fallo Servini de Cubría. ¿Quién estaba interesado en la Casa Rosada en estos trámites que permitirían el posterior tráfico de efedrina? Todavía no se sabe.

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