lunes, 12 de noviembre de 2012

Medios y política

Lunes 12 de noviembre de 2012 | 07:22

Barbarita: hace 10 años lloró de hambre y ahora es "víctima" del relato K

La chica tucumana que lloró por hambre en la TV tiene 19 años y sigue viviendo en la marginalidad; abandonó la escuela y sus vecinos la cuestionan por la ayuda del gobierno
Fue una de las imágenes más conmovedoras de la crisis económica, política y social que vivió la Argentina hace diez años. Era apenas una niña cuando apareció llorando antes las cámaras de la TV por hambre. Mucho despúes, su caso fue tomado por los estrategas comunicacionales del oficialismo para mostrar "los progresos del modelo" llevado adelante por el gobierno de Cristina Kirchner. Pero la realidad de Barbarita Flores, de 19 años, dista mucho del relato oficial, según se mostró en un informe de Periodismo para Todos , el programa que conduce Jorge Lanata.
Días atrás, una tormenta destrozó la precaria casilla de Barbarita, que vive en el asentamiento Néstor Kirchner en Tucumán. Luego de que el diario La Gaceta mostró las imágenes de cómo había quedado su casa, el gobierno del kirchnerista José Alperovich construyó una nueva casilla de madera, sólo a Barbarita. Este hecho le generó problemas a la adolescente con sus vecinos, cuyas viviendas también fueron arrasadas por el temporal.
"Esto me pone en contra la gente, no tiene que ser solo para ella. Esta casilla la solicité hace cinco meses, porque salió en La Gaceta están trabajando. El gobierno nos debería ayudar a todos", contó Samuel Flores, padre de Barbarita.
A pesar de lo que mostró la TV Pública en un informe difundido meses atrás y que fue utilizado por los programas oficialistas para mostrar los "progresos del modelo", Barbarita sigue teniendo dificultades.
"Hoy la vida de la joven cambió drásticamente", dice una voz en off del informe de la TV Pública. "Yo no quería saber nada, no quería aparecer en cámara, pero me dijeron que sí que tenía que salir sola. Me dijeron es para que le agradezcas a la Presidenta", contó en PPT.
Tras la difusión de ese material, en el que Barbarita aparecía en la escuela con una computadora provista por el Gobierno, la adolescente fue marginada por sus compañeros lo que la llevó a abandonar la escuela. "Soy un sapo de otro pozo para ellos", dijo

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