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Cómo vivía el capo narco colombiano en su casa de Nordelta

Henry de Jesús López Londoño, alias Mi Sangre, llegó al país a fines del año pasado. Vivía con su mujer y tenía una hija recién nacida. Ahora está preso en el penal de Ezeiza.

Por Cecilia Di Lodovico / Leonardo Nieva

03/11/12 - 05:35

La casa del country. El supuesto jefe de "Los Urabeños" alquilaba en el barrio Los Sauces.

Henry de Jesús López Londoño, alias Mi Sangre, llevaba un nivel de vida austero en relación a la actividad que presuntamente desarollaba. Sin el costado excéntrico de otros capos narcos, alquilaba una casa en el barrio “Los Sauces” de Nordelta, en el partido bonaerense de Tigre, donde vivía con su esposa y sus dos hijos, uno de ellos de ocho meses.
La propiedad de dos plantas tiene una pileta de agua cristalina y un desorden poco habitual que deja al descubierto el operativo que realizaron el miércoles pasado los hombres de la Secretaria de Inteligencia (SI). El registro fotográfico al que accedió PERFIL muestra una cocina repleta de platos sucios, los juguetes tirados y revistas distribuidos por la vivienda. Inmaculada, la imagen de una virgen descansa sobre la chimenea.
Mi Sangre se asentó en uno de los nueve barrios consolidados del country de Tigre. No eligió mal. Nordelta es uno de los barrios cerrados más exclusivos del país. Cuenta con un centro comercial, un cine, cuatro colegios privados, canchas de tenis, un club de golf, un puerto, una sucursal de una conocida firma de comidas rápidas, piletas, saunas y hasta una estación de servicio.
El colombiano fue capturado en las inmediaciones del restaurante italiano Fetuccine Mario de Pilar. Lo buscaban Interpol, la Dirección de Policía Judicial Colombiana (DUJIN) y la SI Argentina. Fuentes de la causa deslizaron que el colombiano sospechaba que lo seguían, pero esto no le impidió continuar con su rutina diaria. Simulaba ser un empresario exitoso que vendía y compraba autos de alta gama.
Lo apresaron cuando se proponía hacer una reserva en uno de sus restaurantes preferidos. Iba junto a un custodio que manejaba un Kia Cerato metalizado y de vidrios polarizados.
Henry Londoño ingresó al país en diciembre con un pasaporte apócrifo. Según los investigadores del caso, pisó suelo argentino como el venezolano Rolando Suárez Rodríguez y no tuvo mayores inconvenientes para adaptarse a su nuevo hogar. Pero en mayo cambió su suerte cuando una orden de captura de Interpol llegó a las oficinas de la Secretaría de Inteligencia con su nombre.
Fuentes de la investigación indicaron a PERFIL que el presunto narco sería dueño de una estancia en Exaltación de la Cruz sobre la ruta 193. También investigan propiedades del barrio “La Pradera” dentro de Haras del Pilar. Cuestiones que se encargó de desmentir su defensa. Según el abogado Carlos Olita, su cliente “alquila la casa de Nordelta y no tiene una flota de autos ni custodia personal”.
Tras ser detenido, declaró frente al juez federal Sebastián Ramos y denunció ser “un perseguido político”, razón por la que –alegó– había abandonado Colombia. No fue la primera vez que lo hizo. En septiembre de 2011, presentó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos la misma queja. Y en 2008 pidió al Estado Argentino ser considerado “refugiado político”, solicitud que fue rechazada por el Comité de Elegibilidad para los Refugiados.
Años más tarde, encontró el perfecto refugio en Nordelta. Ahora, el supuesto jefe de “Los Urabeños”, espera en una celda del complejo penitenciario de Ezeiza, mientras resuelven el pedido de extradición solicitado por el Estado de Florida, en Estados Unidos.

El último viaje antes de ir a prisión
Emplazado sobre la Ruta Nacional 8 –a la altura del partido bonaerense de Pilar–, el restaurante Fettuccine Mario resulta ser lugar de encuentro de varias personalidades y empresarios argentinos. En el mismo lugar donde atraparon a Henry de Jesús López Londoño, “pasaron presidentes, príncipes, actores, deportistas, políticos, grandes personalidades argentinas y extranjeras”, según indica el sitio web del local. Las pastas italianas son la especialidad de la casa que abrió sus puertas en 1943.
El acceso al ristorante no es sencillo para los foráneos. Incluso, no es fácil llegar sin un GPS. Y, pese a ser exclusivo, es el único comercio lujoso de la zona donde abundan estaciones de servicio, gomerías, kioscos y bailantas.
Fue en ese lugar donde Interpol, la DIJIN de Colombia y la Secretaria de Inteligencia Argentina desplegaron el operativo que terminó con la detención de uno de los narcos más buscados del mundo.