oque de poderes
La disputa con el Grupo Clarín por la Ley de Medios no es la única razón del discurso de la presidenta Cristina Fernández contra los magistrados. La otra explicación hay que buscarla en las encuestas que tiene en su poder.
El domingo pasado, la jefa de Estado propuso impulsar una “democratización” del Poder Judicial. El oficialismo evalúa empujar desde marzo un proyecto de juicio por jurados en el Parlamento. El sistema tiene media sanción en la provincia de Buenos Aires y se aplica en Córdoba. La diputada kirchnerista Sandra Giménez presentó otro en agosto. El resto de las reformas al sistema judicial requieren tocar la Constitución. El oficialismo no tiene la mayoría especial necesaria. Sin embargo, el ímpetu de la embestida de Cristina Kirchner contra el Poder Judicial tiene otro objetivo además de la Ley de Medios: ganar votos. La jefa de Estado maneja encuestas que demuestran un alto descontento de la sociedad hacia la Justicia, poder al que culpan, entre otras cosas, de la inseguridad. Eso ayuda, especulan en el Gobierno, a que la Casa Rosada pueda inclinar la balanza a su favor en la pelea que mantiene con el multimedios de Ernestina Herrera de Noble.
Aunque confía encuestas a varios consultores, la que decidió a Cristina llegó a la Casa Rosada dos semanas atrás. La Presidenta ordenó medir la percepción social de la eficiencia del Poder Judicial, la selección de jueces y el régimen vitalicio de los cargos. Según pudo saber PERFIL, esa encuesta arrojó, por ejemplo, que el 57 por ciento de los entrevistados considera que la Justicia es poco eficiente.
“¿Piensa que hay que remover a los 400 jueces que quedan de la dictadura militar?”, fue una de las preguntas de la encuesta. El 62 por ciento consideró que sí. Pero aquí viene uno de los puntos más importantes del informe que llegó a manos de la jefa de Estado: el 74 por ciento piensa que el sistema de selección de jueces es poco transparente. Fue uno de los puntos sobre los cuales golpeó el oficialismo. El juicio por jurados tendría consenso con otros bloques, porque hay proyectos presentados por el peronismo disidente, el radicalismo y el PRO. Que algún sector acompañe al kirchnerismo con una reforma constitucional es prácticamente imposible.
Las encuestas motivan a Cristina a seguir adelante en la pelea contra los jueces
El domingo pasado, la jefa de Estado propuso impulsar una “democratización” del Poder Judicial. El oficialismo evalúa empujar desde marzo un proyecto de juicio por jurados en el Parlamento. El sistema tiene media sanción en la provincia de Buenos Aires y se aplica en Córdoba. La diputada kirchnerista Sandra Giménez presentó otro en agosto. El resto de las reformas al sistema judicial requieren tocar la Constitución. El oficialismo no tiene la mayoría especial necesaria. Sin embargo, el ímpetu de la embestida de Cristina Kirchner contra el Poder Judicial tiene otro objetivo además de la Ley de Medios: ganar votos. La jefa de Estado maneja encuestas que demuestran un alto descontento de la sociedad hacia la Justicia, poder al que culpan, entre otras cosas, de la inseguridad. Eso ayuda, especulan en el Gobierno, a que la Casa Rosada pueda inclinar la balanza a su favor en la pelea que mantiene con el multimedios de Ernestina Herrera de Noble.
Aunque confía encuestas a varios consultores, la que decidió a Cristina llegó a la Casa Rosada dos semanas atrás. La Presidenta ordenó medir la percepción social de la eficiencia del Poder Judicial, la selección de jueces y el régimen vitalicio de los cargos. Según pudo saber PERFIL, esa encuesta arrojó, por ejemplo, que el 57 por ciento de los entrevistados considera que la Justicia es poco eficiente.
“¿Piensa que hay que remover a los 400 jueces que quedan de la dictadura militar?”, fue una de las preguntas de la encuesta. El 62 por ciento consideró que sí. Pero aquí viene uno de los puntos más importantes del informe que llegó a manos de la jefa de Estado: el 74 por ciento piensa que el sistema de selección de jueces es poco transparente. Fue uno de los puntos sobre los cuales golpeó el oficialismo. El juicio por jurados tendría consenso con otros bloques, porque hay proyectos presentados por el peronismo disidente, el radicalismo y el PRO. Que algún sector acompañe al kirchnerismo con una reforma constitucional es prácticamente imposible.
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