ENTRE LAS
APARIENCIAS Y LA REALIDAD
Muchas veces,
las apariencias engañan. Algunos políticos se valen, precisamente, de esas
apariencias para engañar. A la sociedad en general. A sus posibles votantes en
particular.
Los medios de
comunicación corporativos, se encargan de subrayar esas apariencias. Así
consiguen audiencias para sus diversos programas, donde participan, esos
políticos.
La apariencia es
una característica casi congénita, de los medios audiovisuales. Desde allí es
desde donde han sostenido la apariencia de una democracia plena, desde 1983 al
2003. Cuando en realidad estaba condicionada por los factores de poder. Que
también extorsionaban a los gobiernos democráticos en esos primeros 20 años,
desde que la recuperamos.
Es
incontrastable el poder que los medios de comunicación audiovisuales, tienen en
la creación y formación de sentido en una sociedad.
Especulan, con
cierta intermitencia en la memoria social de ciertos sectores. Esto explica en
cierto modo, que aquellos medios que ayer elogiaban las “apariencias” de
determinado personaje reconocido socialmente, mientras era afín a los intereses,
luego caiga víctima de diatribas y denuestos. Mostrando aristas del personaje,
que siempre estuvieron presentes, pero eran obviadas
selectivamente.
Buscando una
respuesta similar hacia el personaje en cuestión, de esa audiencia cautiva, que
por lo general cumple con las expectativas de los demiurgos mediáticos. Sin
razonar lo suficiente.
Tal vez, porque
los comunicadores que llevan adelante esa tarea, gozan de la simpatía de la
desprevenida ciudadanía.
Hay varios
dirigentes políticos que dan la talla de “apariencia” requerida y sostenida por
esos medios de comunicación.
Hay uno que
reúne hoy, todas las condiciones requeridas por las corporaciones, que tienen
nostalgias de aquella “democracia condicionada y extorsionable”. Se llama Sergio
Massa.
Quien gracias a
su enorme capacidad de “aparienciar” (disculpen el neologismo) ha logrado en
corto tiempo cautivar a ciertos sectores, que le ayudaron a ganar las últimas
elecciones en la Provincia de Buenos Aires.
Es válido
mencionar, que además de su bien trabajada apariencia, cuenta con una gran
complicidad de los medios audiovisuales hegemónicos.
Esa complicidad
se pone de manifiesto al ocultar “aristas que están presentes” y no se muestran.
Todavía.
Por ejemplo,
ocultando hechos. Manipulando la información. O simplemente tapando
realidades.
Ya le llegará el
momento.
Mientras tanto,
vayamos pues, a la información que los medios corporativos nos ocultan, sobre la
granja que el diputado Sergio Massa mandó destruir.
“Miguel Ángel
Báez tiene 20 años. A los 8 salió de la calle para vivir en la Granja y Huerta
Educativa y Comunitaria de Benavides, junto a otros pibes del barrio y cientos
de chicos que asistían al lugar para aprender el oficio de trabajar la tierra,
almorzar o tomar una leche caliente de merienda. “Hasta que la gestión de Sergio
Massa, intendente de Tigre y ahora Diputado Nacional, decidió desalojar el
predio cedido por decreto municipal a Marcelo Barros, durante la gestión del
anterior intendente, Ricardo Ubieto (1999)” (Fragmento de la nota del periodista
Santiago Prémici, del diario “Página 12” del Domingo 29 de Diciembre
pasado)
El periodista
cuenta en su nota “…El desalojo ocurrió en Junio de 2011, intervinieron más de
11 patrulleros, con integrantes de la Bonaerense y el COT, la policía municipal
de Tigre, más una topadora que destruyó todo a su paso. Al año siguiente Massa
inauguró en el terreno contiguo un polideportivo, pero los pibes del barrio que
antes iban a la granjita tienen vedado el ingreso”.
Nos sigue
contando el colega “…La granja se montó a partir de donaciones de empresas
privadas y del municipio. La bomba y el alambrado fueron donados por Ford, la
tierra para la huerta la entregó TBA, el motorrotador fue responsabilidad de Dow
Agro Sciences, y la municipalidad donó la incubadora para los pollitos e instaló
la bomba…”
“Los animales
eran propiedad de Barros. Llegó a tener 7 caballos, 6 vacas y 8 ovejas más
gallinas. La gestión Ubieto le entregó un subsidio (2003-2005) de 100 pesos y
luego hasta 400 pesos”.
Realmente hubo
un esfuerzo compartido de diversos actores de la comunidad para darle contención
y herramientas para el futuro a los pibes de la zona.
“Lo que hacíamos
nosotros les conviene al municipio y a la sociedad, les conviene a todos. ¿Cómo
vas a romper eso? Lo que les molestaba era que rescatáramos a pibes que estaban
en la calle”. Relató barros.
No hace falta
resaltar el contraste entre quienes trataban de solucionar un grave problema
social, otorgando herramientas para transformar la realidad de cientos de pibes
de sectores muy vulnerables, brindando contención y abrigo. Y quienes
representaban al estado municipal con el intendente Massa a la cabeza, mostrando
la insensibilidad de que son capaces. Es el verdadero rostro de estos dirigentes
cuando no hay una cámara que los esté filmando.
La excelente
nota sigue con una entrevista a Luis Cancelo, concejal de Tigre (Unidad Popular)
quien está terminando su mandato. Allí denunció ante “Página 12” “…que este tipo
de desalojos, sumado a la falta de políticas hacia los jóvenes, forman parte del
modus operandi de la gestión de
Sergio Massa…”
“…No hubo un
abogado en Tigre que quisiera tomar el caso…” “…La granja era un bien social, de
la comunidad…” “…No se puede dinamitar una estrategia de trabajo con la
comunidad de un día para el otro. El poder que ha construido Massa con la
justicia parece irrompible…”
-¿Cómo fue el
desalojo?- Pregunta el periodista.
“Los cagaron a
trompadas, los tiraron a la calle y con las topadoras tiraron todo abajo. Era
una granja por la que pasaron miles de pibes, muchos de los cuales lograron
salir de la droga. Pero ahora volvieron a la calle. En Tigre no hay política
para los pibes”. Contesta Luis Cancelo.
Estas son las
“aristas del personaje” que los medios ocultan, para construir un candidato a la
medida de los intereses que van a contrapelo de una Patria para todos, con
justicia social, con inclusión y ampliación de derechos.
Tal vez al ahora
diputado nacional Sergio Massa, le interesa tener más pibes en las calles que
sean carne de cañón de quienes venden drogas. En lugar de tenerlos en una Granja
comunitaria construyéndose un futuro mejor.
Este es el
candidato a presidente de las corporaciones que han extorsionado y condicionado
a los gobiernos democráticos. El candidato para seguir condicionando la
democracia y dejar a los pibes de la calle a merced de las mafias de toda
laya.
Basta mirar con
quienes se ha rodeado, para saber qué le espera a la Argentina si logra
“cautivar” la necesaria cantidad de incauta ciudadanía.
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