martes, 7 de enero de 2014

sa que posee Ricardo Echegaray en Punta del Este. Foto: LA NACION / Sebastián Rodeir

El lujoso departamento de Ricardo Echegaray en Punta del Este

En Manantiales todos saben que Echegaray compró una propiedad en ese edificio, aunque nunca haya sido visto por ahí. Su familia, sin embargo, sí, y no pretenden esconderse. Al contrario. Silvina Karina Oviedo, su mujer, disfruta de desayunar en la terraza con vista al mar, perfectamente observable desde la calle Saraví, donde se encuentra el edificio, justo al lado del bar Splendido, y enfrente del local de ropa Sisters Solnicki. Además, postea fotos de sus vacaciones en las costas uruguayas haciendo caso omiso de la sugerencia que su propio marido hizo a los argentinos hace un año: "Preferimos que se queden a veranear en el país". Fue esta frase y no las ruidosas fiestas que los chicos Echegaray organizan de noche y hasta que el sol está arriba, lo que molestó a los vecinos argentinos de Manantiales. "El problema es que nos digan que no a nosotros y ellos manejen los dólares como si fueran la moneda oficial", dice Gustavo, un frecuente visitante del exclusivo balneario uruguayo, tras comentar un episodio que fue registrado el año pasado por la revista Noticias y que dio mucho que hablar por estas playas. Uno de sus hijos fue visto cambiando dólares en una casa de cambio cercana, pese a que la AFIP sólo otorga pesos uruguayos a los que viajan a Uruguay.
"Después de lo que pasó en Brasil nadie espera que se aparezca por acá. Pero la familia ya llegó. Están todos menos él", comentó Patricia, vendedora en un local de diseño próximo al edificio. Los datos que aportan los vecinos hablan del rumor que genera el solo apellido Echegaray en los argentinos. Ante la consulta de La Nación todos reaccionan igual: lanzan algunas palabrotas y amenazas al estilo "que no se le ocurra venir porque le hacemos un piquete". "El hijo tiene un C3 negro", dice una joven que directamente no quiso identificarse por "miedo a la AFIP". "Y si ves una camioneta Toyota negra, esa es de ellos también", agrega, con seguridad. Cuentan que se quedan todo el verano, y que también vienen en invierno. Los hijos con amigos llenan la casa de gente, pero Echegaray no aparece.
 
La casa que posee Ricardo Echegaray en Punta del Este. Foto: LA NACION / Sebastián Rodeiro
 
Como si fuera una celebrity, el funcionario es acosado a la distancia por aquellos que le tienen bronca a las medidas del gobierno. Irene, una joven residente en Uruguay desde hace unos años, no pierde ocasión de protestar. Se disfrazó de Justicia para el 8N y quiere organizar una marcha con carteles que dicen "Echegaray devolvé lo que robaste" por si llega a venir. Vigila todos los pasos de la familia y los publica a través de las redes sociales. "Me parece que todos tienen que saber quién nos gobierna", arguye.
Manantiales es una de las zonas más costosas de Punta del Este. Alquilar un departamento de dos ambientes y con los servicios básicos de limpieza e Internet en la primera quincena no cuesta menos de 5000 dólares, siendo los menos. La mayoría son departamentos grandes, con amenities que no bajan de los 10 mil, y una casa grande se cotiza entre 1500 y 1800 dólares la noche en el período de más alta ocupación (del 28 de diciembre al 2 de enero). La mitad más uno de los veraneantes que paran en Manantiales son, sin embargo, propietarios. Renombrados empresarios ostentan sus mansiones en esta zona, como Cristiano Rattazzi -su casa, Villa Azul, se divisa desde las playas de La Barra-, Alejandro Roemmers, Gustavo Mascardi, Alejandro Bulgheroni y más alejado, en Punta Piedras, Eduardo Costantini.
Tiesse es un edificio con cinco departamentos que tienen más o menos las mismas características: tres habitaciones una de ellas en suite y dos con salida al exterior, amplio living comedor en planta alta con estufa a leña, terrazas con terminación en madera y parrilleros individuales, cocina con vista al exterior. El de Echegaray es de 108 metros cuadrados. Durante todo el mes de enero, el edificio completo está ocupado. Nada de alquileres, los dueños vienen a disfrutar de su propiedad, incluidos los hijos del titular de la AFIP. ¿El número? En su declaración jurada dice que el departamento le costó 900 mil pesos. El dato que manejan desde dos inmobiliarias que administran el edificio consultadas por LA NACION es que los departamentos con vista al mar están valuados en 350 mil dólares, mientras que los que miran al bosque, en 290 mil aproximadamente. Y sí, el de Echegaray mira al mar..

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