lunes, 3 de febrero de 2014

una medida contra la especulacion de los intermediarios

La Nación busca abrir un Mercado Central que baje los precios en Rosario
Alberto Samid, del directorio de la entidad que ofrece productos baratos en Buenos Aires, señaló que la presidenta Cristina Fernández le ordenó llevar precios más bajos al interior del país. La primera sucursal sería la rosarina. Buscan un galpón
Prometen verduras, frutas y productos de almacén un 60% más baratos de lo que ofrecen los súper.
Prometen verduras, frutas y productos de almacén un 60% más baratos de lo que ofrecen los súper. (Sitio Andino)Ampliar Imágenes
Alberto Samid (Radio 2)
Alberto Samid, conocido empresario de la carne, comenzó su gestión al frente del Mercado Central con una misión: sacar la entidad "a la calle”. El primer objetivo es llevar los precios del Mercado Central al interior, comenzando por Rosario para llegar luego a Entre Ríos, Chaco y Tucumán. Así, Samid señaló que se busca abrir una sede en la ciudad “cuanto antes” y apeló a la buena voluntad del empresariado local para encontrar el sitio perfecto.

“Cuanto más grande mejor”, precisó Samid en referencia al galpón que, abierto las 24 horas, pretende acercar al consumidor frutas, verduras y productos de almacén a un 60 por ciento menos de lo que ofrecen las grandes cadenas.

Tal es la orden que, según contó en diálogo con el periodista Ciro Seisas en el programa A Diario (Radio 2) ,recibió de la presidenta Cristina Fernández a través del jefe de Gabinete Jorge Capitanich, con quien compartió una reunión al respecto el viernes pasado.

El vicepresidente del Central explicó que estos precios, notablemente más baratos, se producen al “eliminar al intermediario”; es decir a los supermercados, a quienes culpó de la inflación que sufre hoy en día el país.

Explicó que cuando las grandes cadenas extranjeras desembarcaron en la Argentina destruyeron a la competencia con precios muy bajos y que ahora, al convertirse en un oligopolio, los volvieron a remarcar a tal punto que parece un asalto.

“Son afanancios, roban sin violencia”, enfatizó y puso como ejemplo lo sucedido con el tomate cuyo precio –y la posibilidad de su importación– copó las tapas de todos los diarios a principios de enero.

“El productor vendía el tomate a 3 pesos, el consignatario a 4,50 y el supermercado, que tenía que ponerle un 20% de ganancia, lo llevaba a 17 pesos”, detalló y apuntó que, de este modo, los únicos perjudicados eran los productores y consumidores.
"Pero quedaron en evidencia", disparó y efectuó un llamado a "todos los argentinos, a tomar conciencia", sobre estas prácticas que sólo perjudican a productores y consumidores.

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