miércoles, 7 de mayo de 2014

Guadalupe y Siete Jefes, dos barrios acorralados por la delincuencia

PREOCUPANTE

Guadalupe y Siete Jefes, dos barrios acorralados por la delincuencia



Danilo Chiapello
dchiapello@ellitoral.com


Ayer a la tarde, una joven caminaba por Vélez Sarsfield al 3900 en dirección a su domicilio en barrio Siete Jefes cuando de repente se vio interceptada por un sujeto el que, a punta de pistola, le exigió la entrega de su teléfono celular.

“No tengo celular”, fue la respuesta de la mujer al sujeto que vestía una camiseta de fútbol con los colores de la selección argentina y que estaba a cara descubierta.

La secuencia tuvo su fin con la inesperada aparición de dos vecinos que amagaron con tomar cartas en el asunto.

Antes de darse a la fuga el malviviente le dijo a su víctima: “Volvete por donde viniste”, tras lo cual escapó en dirección a las vías del ferrocarril. 

* Lo anterior no es un hecho aislado sino que forma parte de una preocupante realidad que atormenta a los residentes en el citado barrio.

Basta con recorrer algunas de sus calles para enterarse que las “entraderas” en casas de familia o los “revolcones” a mujeres a manos de ladrones son cosa de todos los días.

Al límite

“La verdad es que esta situación ya no da para más”, dijo hoy José Frigeri, dueño de un supermercado ubicado en Laprida al 3900.

“No puede ser lo que estamos viviendo. Todos los días tenemos que ver cómo revuelcan a la gente en cualquier esquina. Ocurre a toda hora, a la mañana, a la siesta, durante la tarde. Los chicos no pueden esperar el colectivo.

“La gente aquí vive aterrorizada y tiene sobrados motivos. Prácticamente, han ingresado en todas las viviendas. Y en muchos casos se dieron encuentros cara a cara entre los dueños de casa y los ladrones.

“Quienes andan haciendo desastres son malandras que se mueven en motos. Siempre andan de a dos. El que va sentado atrás va mirando para todos lados, porque va ‘cazando’. También anda una parejita, de un tipo con una chica teñida de colorado. El muchacho se queda en la moto y la chica baja y roba con un arma de fuego.

“Todos sabemos eso. Ahora yo me pregunto ¿la policía no lo sabe? Es una vergüenza. Pasan las horas y jamás vemos un patrullero dando vueltas.

“Aquí ya estamos pensando en cerrar el barrio. No sé cómo lo implementaremos, pero es algo que nos da vueltas en la cabeza. Que sólo entren los servicios, colectivos, recolección de basura y algunos otros”, relató preocupado.

Cada vez peor

No muy lejos de allí otros vecinos opinaron en igual sintonía
.
“Lo peor de todo es que se están dando muchos casos de ladrones que actúan armados”, señaló un vecino de Grand Bourg al 3700.

La semana pasada fue dramático lo que vivió una pareja en Laprida al 3600. El matrimonio fue atacado por un delincuente armado que los sorprendió cuando pretendían ingresar el auto a su cochera. Una rápida reacción del esposo evitó el robo. Pero antes de escapar el rufián efectuó dos disparos contra el suelo.

Otro hecho similar ocurrió hace días en la zona de Grand Bourg al 3600 donde un ladrón abrió fuego contra un grupo de vecinos que lo corrió hasta la zona de las vías.

A raíz de esta situación los damnificados han comenzado a tomar algunas decisiones.

Está el caso de un reconocido médico pediatra que vive en la zona de Laprida y pasaje Cingolani quien decidió mudarse a la ciudad de Esperanza. Como una forma de paliar tanto desasosiego los vecinos reclamaron por la iluminación de zonas que habitualmente lucen oscuras; la instalación de cámaras de seguridad; el chequeo de motos y otros vehículos dudosos; además del aumento de los patrullajes por el sector.

Saqueos en departamentos

“Ayer al mediodía me llamaron desde uno de los edificios que nosotros administramos, ubicado en Riobamba y C. Fasolino. Me avisaron que había una puerta abierta de un departamento. Fuimos y encontramos que dos departamentos habían sido ‘visitados’ por ladrones”, narró hoy José Martín Eberhardt. 

“De inmediato nos pusimos en contacto con sus propietarios (una maestra y un farmacéutico) quienes luego nos informaron que les habían robado gran cantidad de electrodomésticos y objetos de valor.

“Aparte de estos hechos -prosiguió Eberhardt- constatamos además que las puertas de otros 13 inmuebles habían sido ‘marcadas’, esto es que intentaron abrirlas pero no pudieron.

“Para mí que los cacos sabían cuáles eran los departamentos que estaban sin gente, porque entraron justo en los departamentos ocupados.

“También el viernes hubo otro caso en Guadalupe, en calle Tacuarí al 7900, donde el dueño de casa terminó capturando a un delincuente. Toda una situación por demás de traumática para cualquier familia.

“Nosotros debido a toda esta inseguridad hasta tuvimos que cambiar nuestra forma de trabajar, el trato con los clientes, en fin... una serie de cosas.

“Lo que más me molesta es que desde el poder se salga a decir que está todo bárbaro, cuando en realidad es todo lo contrario.

“Lo que se vio en la fiesta de la Virgen de Guadalupe fue una catástrofe en cuanto a la convivencia ciudadana. Atropellos de todo tipo, hechos delictivos, suciedad, avances contra la propiedad privada, etc.

“Entonces si ni siquiera pueden controlar el espacio público, que no salgan a decir que el operativo fue un éxito”, sentenció.

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