domingo, 11 de mayo de 2014

La Iglesia volvió a defender su posición y dijo que "nadie puede negar que hay violencia"

La Iglesia volvió a defender su posición y dijo que "nadie puede negar que hay violencia"

Luego de que la Conferencia Episcopal sostuviera que "La Argentina está enferma de violencia", monseñor José María Arancedo, presidente del Episcopado, reafirmó la postura de la institución, se refirió a la comparación con los golpes de Estado del 55 y 76, y destacó que no se trata de un ataque al Gobierno
"La Argentina está enferma de violencia" fue la frase del documento "Felices los que trabajan por la paz" surgido de la 107ª asamblea de la Conferencia Episcopal Argentina que suscitó rápidas respuestas de la presidente Cristina Kirchner y La Cámpora.
En una entrevista anterior al discurso de la jefa de Estado de ayer, el presidente del Episcopado, monseñor José María Arancedo, defendió nuevamente la afirmación al sostener en diálogo con el diario La Nación que "nadie puede negar que hay violencia". Además, destacó que "no se trata de "un ataque al Gobierno", ya que "la Iglesia no es ni opositora ni oficialista".
Arancedo retomó los dichos de miembros de la agrupación kirchnerista La Cámpora que comparaban el estado de violencia denunciado por los obispos en su documento con la violencia política experimentada por el país durante los golpes Estado de 1955 y 1976. "Al comparar, uno corre peligro de no ver lo que hoy tenemos que ver", sostuvo.
El obispo de Santa Fe sostuvo que la violencia es una "enfermedad que se manifiesta de diversas maneras y debemos erradicar" y que toma diversas formas, al tiempo que destacó que aquello lleva a que las personas tengan miedo de salir a la calle. "No nos tenemos que acostumbrar a eso", resaltó.
Arancedo señaló a la droga como factor de influencia en las conductas violentas y la vinculó con "la poca valoración de la propia vida y la ajena", al tiempo que indicó también como preocupación de la Iglesia la "justicia por mano propia y también esa dialéctica que crea divisiones y agresividad, la incapacidad de convivir con lo diverso".
En este sentido, el obispo agregó: "Tenemos que hacer un aprendizaje a convivir con lo diverso. Y ayudar a superar los distintos tipos de violencia, como la exclusión social, la marginación, la precariedad laboral. Y la corrupción, que es como un cáncer social". Así, según explicó, se crea un estilo de vida atravesado por la falta de respeto.
Sobre los dichos del Gobierno que compararon la situación actual con la de los golpes de Estado de 1955 y 1976, Arancedo remarcó: "Yo viví lo de 1955. Nadie puede decir que eso estuvo bien. Pero al comparar, uno corre peligro de no ver lo que hoy tenemos que ver" y añadió: "Uno puede pensar que no es tan grave como aquello. Pero es grave".
Consultado acerca de si el Gobierno es consciente de la inseguridad y la violencia que vive el país, el obispo respondió: "Entiendo que sí. Nadie puede negar que hay violencia". Asimismo, destacó que no se trata de un ataque al Gobierno, ya que la Iglesia "no es ni opositora ni oficialista". "No podemos dejar de ser fieles a lo que vemos, a lo que escuchamos. La situación del país tiene luces y sombras. Y a veces las sombras hay que marcarlas", afirmó.
Arancedo se refirió además al narcotráficosobre cuyo avance en la Argentina había advertido la Iglesia en noviembre pasado, y manifestó su consternación respecto de que el tráfico de drogas haya comenzado a generar puestos de trabajo en el país para "gente buena, que empieza a prestar servicios menores y termina dependiendo económicamente de quien le da trabajo".
El obispo de Santa Fe señaló que se debe continuar trabajando sobre el problema de la droga y el narcotráfico y consideró que se trata de "un tema que vino con ánimo de quedarse". Añadió que el papa Francisco "seguramente" está al corriente sobre la cuestión.
Además, reflexionó acerca de la "intolerancia social" y afirmó que se debe "saber convivir con lo diverso", al tiempo que resaltó: "La verdadera unidad se alimenta de lo diverso. Hasta en los propios partidos políticos puede haber diversas líneas".
Arancedo agregó que "con mucho gusto" volvería a ver a la presidente Cristina Kirchner si ella busca conversar acerca del documento surgido de la asamblea del Episcopado.
"No hubo animosidad. Hubo un llamado de atención y una advertencia sobre una realidad que vemos", señaló y afirmó: "La Presidente sabe que no hay una postura de oposición de la Iglesia. No le corresponde a la Iglesia tener partidismos políticos".

No hay comentarios:

Publicar un comentario