lunes, 30 de junio de 2014

asi lo ve clarin

Cristina define con Máximo y Zannini el futuro de Boudou

Corrupción en el GobiernoLa Presidenta volvió anoche de El Calafate donde estuvo encerrada junto a su hijo y en contacto con el secretario Legal. Hoy tiene previsto un acto con Scioli. Expectativa por la palabra de Capitanich.
  • Lucía Salinas
En el Gobierno prevalece el silencio y la incertidumbre 48 horas después de que Amado Boudou fuera procesado por corrupción por el juez Ariel Lijo en la causa de la imprenta. Todos los funcionarios están a la expectativa de una señal de la Presidenta.
Cristina Kirchner r egresó anoche a Buenos Aires tras pasar el fin de semana encerrada junto a su hijo Máximo en El Calafate y en diálogo con Carlos Zannini. Con ellos, discutió el futuro de su vicepresidente. Curiosamente, el secretario Legal y Técnico y el primogénito del matrimonio K son dos de los “enemigos” de Boudou dentro del oficialismo.
Ayer, el kirchnerismo y el propio jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, esperaban las indicaciones de la Presidenta sobre cuál será el discurso oficial ante la situación judicial del vice. “Con Boudou tampoco habló y todos esperan que ella indique lo que hay que decir”, explicó una fuente de Jefatura de Gabinete. Por eso, se aguarda como nunca la conferencia de prensa matinal de Capitanich. “Lo que diga él, será la palabra de Cristina”, resumía el universo K.
También hay expectativa, claro, por el acto que tiene agendado Cristina con el gobernador Daniel Scioli al mediodía. Aunque, hasta ahora, ella nunca tocó el caso Ciccone en público.
La jefa de Estado se abocó a dos temas “cantados” durante el fin de semana: fondos buitre y Boudou. Las comunicaciones telefónicas fueron con Axel Kicillof -ministro de Economía- y Zannini, dos integrantes de su actual “mesa chica”. “Sólo ellos saben lo que está pasando”, reconoció un alto funcionario.
E n Balcarce 50, la mayoría daba por descartado ayer que la orden será “bancar al vice”. También así lo esperan los allegados al funcionario acusado por corrupción.
Aunque buscan minimizar el impacto del revés judicial de Boudou planteando que es un “procesamiento provisorio”, la preocupación es evidente. Sobre todo porque se conoció que el fallo que procesó al vice compromete a dos áreas más de la Casa Rosada: la Jefatura de Gabinete que estaba a cargo de Aníbal Fernández y la Secretaría General de la Presidencia que dirige Oscar Parrilli.
Respecto a esta onda expansiva, un funcionario de Jefatura de Gabinete señaló que el teléfono que figura en la resolución de Lijo es el “conmutador general de la Rosada, no queda registrado a qué oficina deriva y Secretaría General tiene diferentes teléfonos”. Las llamadas comprometedoras eran desde la línea de Alejandro Vandenbroele, presunto testaferro de Boudou, y titular de The Old Fund, la firma que se quedó con Ciccone.
Para el arranque de semana, donde el jefe de Gabinete será el primero de los funcionarios consultados, hasta anoche no había precisiones sobre qué decir, pero se especulaba en Gobierno que algunos argumentos ya utilizados para acompañar a Boudou se repetirían. “Respetar el debido proceso de la Justicia” es uno de ellos, y en caso que se consulte sobre un eventual pedido de licencia, la situación procesal del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, en la causa de las escuchas ilegales, volverá a ser un ejemplo a comparar: “ A él (por Macri) nadie le pidió la licencia ”, remarcaron en el Gobierno.
De cara al año y medio de gestión que a Cristina le queda por delante, aspiran a que la determinación de que el vice vaya o no a juicio oral se prolongue hasta fines de 2015.
Así, el fin de ciclo sería “más ordenado y con menos denuncias mediáticas”. “El principal daño ya está instalado, ahora hay que ir por el mal menor, que no rebote más negativamente en la imagen de la Presidenta”, indicó un alto funcionario a Clarín.
“No modifica nada”, es el mensaje, cerrado, puertas adentro en el Gabinete, donde confían en la apelación que realizará la defensa del vice -escudado en un “mal procedimiento del juez Lijo”-. Y que se exija al magistrado que “vuelva a investigar por falta de mérito”, indicó una persona del entorno de Boudou.
Cubriendo otro frente que puede perjudicar al vice, en el Congreso el kirchnerismo cerró filas para evitar que la oposición pueda avanzar con un juicio político contra Boudou, que estará hoy en Panamá y regresaría el jueves a Argentina.
En el Gobierno sin embargo, hay quienes consideran que una licencia podría ser “más saludable”. Apuntan a Zannini, como uno de los impulsores de esta medida, con quien Boudou nunca guardó la mejor relación. Pero la misma fuente que da estar versión, vuelve al principio: “La única que decide es Cristina”.

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