La gira mundial kirchnerista para ‘zafar’ del default
Kicillof recibió el respaldo de la ONU y legisladores pidieron ayuda en Rusia. Apoyos de la Iglesia, Julian Assange y el Finantial Times.
A pesar del desconcierto inicial, el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner poco a poco va delineando una estrategia para resolver el pago a los llamados “fondos buitre” sin caer en default y evitando tener que abonar los 15.000 millones de dólares que podrían reclamar los bonistas que ingresaron a los canjes de deuda de 2005 y 2010.
El primer paso es lograr que el juez Thomas Griessa suspenda temporalmente (stay) su sentencia, para poder pagar a los bonistas reestructurados los 900 millones de dólares que vencen el 30 de junio. Así, evitarían la obligación de pagar los 1.300 millones que deben a los holdouts y ganar tiempo para sentarse a negociar.
Para eso es clave manifestar voluntad de pago, algo que además impulsó los títulos argentinos en el exterior y en la bolsa local como pocas veces ocurrió en la última década. Mientras tanto, el otro punto clave es recoger apoyo internacional a la causa argentina, dado que un fallo adverso pondría en jaque cualquier intento de otro país de reestructurar su deuda.
Esa estrategia se resume en el discurso que brindó hoy Axel Kicillof ante la ONU: “Argentina quiere seguir pagando pero no la dejan”, manifestó el ministro de Economía ante el foro internacional, al que visitó para conseguir otro apoyo a la causa nacional.
Y lo logró: La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, su sigla en inglés) manifestó que la negativa de la Corte Suprema de Estados Unidos a tratar el caso argentino (lo que dejó en efecto la sentencia de Griesa) “erosiona la inmunidad soberana” y contradice a la propia Ley de Inmunidad Soberana Exterior del país norteamericano.
Las sentencias de la Corte y de Griesa “sientan precedentes legales que podrían tener profundas consecuencias para el sistema financierointernacional”, afirmó el organismo en un comunicado. Además, advirtieron que los fallos “podrían abrir las puertas para que otros casos similares dependan de las interpretaciones de las cortes de Estados Unidos, el Reino Unido u otros”.
UNCTAD opinó que los fallos “hicieron más difíciles las reestructuraciones, ya que dejaron a los deudores sólo con la persuasión moral y las relaciones diplomáticas como armas para coordinar a los acreedores”. También“fortalecieron a los acreedores, a pesar de que sus comportamientos pueden ser algunas de las causas de las crisis de deuda”, concluyeron.
La declaración parecía escrita por el propio Kicillof, ya que coincide con el relato kirchnerista de la historia de la deuda argentina, incluso en llamar “vulture funds” a los holdouts. Los mismos conceptos los reiteró el ministro en una conferencia de prensa, junto al canciller Héctor Timerman, a la salida de sus reuniones con la ONU: “La mayoría del mundo es solidaria con la Argentina y solicita al juez que faciliten condiciones de negociación justas. Hemos escuchado a legisladores que nos dijeron ‘no pongan en riesgo el sistema’”, sostuvo.
“Nosotros hemos pedido una suspensión que razonablemente daría un tiempo que permita encontrar un camino en una negociación que sea lo mejor para ambas partes, sino no es una negociación, es una imposición.Yo no soy experto en ley norteamericana, pero al menos nos asiste el sentido común. No estamos dispuestos a no colaborar, porque Argentina negocia de buena fe”, remató el funcionario.
Más apoyos internacionales. Mientras Kicillof recogía apoyos en Nueva York, Julián Domínguez encabezaba una comitiva de diputados para hacer lo mismo en la otra punta del mundo, Moscú. Acompañado por Carlos Brown (FE), Ricardo Buryaile (UCR), Isaac Broomerg (FPV), Gisela Scaglia (PRO), Juliana Di Tullio (FPV) y Enrique Vaquié (UCR), el legislador se reunió con Serguéi Dankvert, director del Servicio Federal de Supervisión Veterinaria de la Federación Rusa.
“Apoyamos a la Argentina en el objetivo de saldar su deuda”, dijo el funcionario ruso, que además manifestó que su país “está a favor de la Argentina en su proceso de crecimiento”. Además, respaldó la iniciativa de que Argentina ingrese al bloque de países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en su próxima reunión en Brasil.
El mismo día, Julian Assange y Chantal Mouffe -viuda de Ernesto Laclau- encabezaron las firmas de una solicitada de políticos e intelectuales británicos en respaldo de la renegociación de la deuda argentina. También el Mercosur y la Unasur manifestaron su apoyo. E incluso el diario británicoFinantial Times calificó de “extorsión” el fallo de Griesa. Ayer, la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) emitió un comunicado que cuestionó la “especulación financiera” y pidió “responsabilidad y madurez”. Toda ayuda es bienvenida, incluso la divina.
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