miércoles, 12 de febrero de 2014

Cómo vivió Colombia la serie "El patrón del mal"

POR JUAN SANTA CRUZ / ESPECIAL PARA CLARÍN

Entretelones de esta producción que rankea muy bien en la televisión argentina y la división de aguas de la sociedad colombiana frente a las telenovelas que retratan el narcotráfico.
Para su personaje, una transformación total.

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12/02/14 - 17:00
Ahora que las emisiones de "Escobar, el patrón del mal" marcan puntajes aceptables en el rating de la televisión argentina y que en redes sociales se popularizan los memes que utilizan la figura del actor colombiano Andrés Parra caracterizado como el mayor criminal de la historia en Colombia, Pablo Escobar Gaviria, es bueno echar una mirada a las razones del fenómeno generado por esta serie, que va dándole la vuelta al mundo tras haberse constituido en una de las sagas más vistas de la televisión colombiana.
Colombia es un país en el que se produce una gran cantidad de telenovelas y series cada año, y entre las primeras polémicas que rondaron a "Escobar…" se contó una ya vieja discusión entre quienes ven en ésta y en otra larga lista de producciones que abordan el problema del narcotráfico ("El capo", "Las muñecas de la mafia", "El cartel de los sapos", por citar algunas) una tendencia apologética y quienes defienden la importancia de mantener presente la violenta historia reciente de la nación sudamericana.
No hay duda de que Pablo Escobar fue un narcotraficante audaz, cruel y despiadado, un hombre que se valió del terrorismo y los atentados con sicarios para partir en dos la historia de su país, hechos que no se pueden perder de vista a la hora de apreciar la interpretación de Parra, un muchachón rubio y de ojos celestes, quien se sometió a una transformación física impactante para meterse en la piel del "capo" , a quien dota en la serie de momentos de verdadero histrionismo y le da su costado más humano.
Claro que hubo otras suspicacias alrededor de la serie, basada en la vida de Escobar y que mezcla situaciones reales con momentos de ficción, por cuanto muchos de los personajes -presidentes, magistrados y figuras de la vida pública- no aparecen con sus verdaderas identidades por cuestiones legales, y a otros, ex socios de Escobar o personas que tuvieron una participación importante en los hechos que narra, directamente no se los menciona o tienen una figuración apenas marginal.
En Colombia, claro está, el impacto de "Escobar…" fue mayúsculo, al punto que el canal Caracol se vio obligado a emitir una serie documental  paralela que, en tono adusto, recorrió la vida y hechos del narcotraficante queriendo evitar confusiones en los televidentes. 
En ese mismo plan revisionista, el diario El Espectador, protagonista indudable en la serie, en su edición online publicó la contextualización de los hechos que se iban mostrando en cada capítulo y se encargó de aclarar las dudas o inexactitudes que pudieran surgir de la trama.
Pero más allá de los detalles, lo cierto es que “Escobar, el patrón del mal” es un producto televisivo de alta calidad, en el que se cuidaron los detalles históricos al máximo, más allá de algún que otro anacronismo, pero que narra una historia en exceso violenta y muy dolorosa para una sociedad como la colombiana, que sufre las secuelas y las heridas de esos hechos hasta el presente.
El autor es periodista colombiano.

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