Aumentarían el número de ediles en Santa Fe y Rosario
Un proyecto del diputado Leonardo Simoniello, que obtuvo media sanción, dispone que ambas ciudades incrementen su representación legislativa local. En 2015, la capital tendría 18 concejales.
Agenciafe/Diario UNO |
Al calor del reclamo popular que exigía “que se vayan todos”, en 2002 se sancionó en la Legislatura un proyecto de ley que obligaba a la ciudad capital y a Rosario a reducir a la mitad su número de ediles. Santa Fe pasó de tener 23 concejales a 13 y en la Cuna de la Bandera el descenso fue aún más drástico, porque pasó de 42 a 21.
Lejos de reducir el costo económico de la política, que fue el argumento establecido en aquella oportunidad, se limitó la participación de nuevas fuerzas porque se necesitan más votos para ser concejal que diputado provincial. Por ejemplo, en la ciudad de Santa Fe para ser concejal hay que obtener 40 mil sufragios, pero para ser legislador bastan no más de 20 mil.
Ayer, la Cámara de Diputados dio media sanción con 28 sufragios a una modificación de esa norma conocida como ley Borgonovo (que fue el impulsor), aunque el socialismo votó en contra y la Coalición Cívica se abstuvo. En tal sentido, el autor de la iniciativa, el radical Leonardo Simoniello, explicó que en ambas ciudades “por los primeros 200 mil habitantes se elegirán 13 concejales, agregándose en ambos casos un concejal por cada 50 mil habitantes o fracción no inferior a 30 mil”.
De esa manera, si se confirman los datos preliminares del Censo Nacional acerca de que la capital santafesina tiene más de 430 mil vecinos, entonces el Concejo Municipal tendrá que incorporar cinco miembros más en las próximas dos elecciones (en 2013 y en 2015). En el caso de Rosario, el número de ediles se estiraría a los 33 o 34. No obstante, la ley con media sanción también habilita a los municipios antes mencionados a establecer mediante “ordenanza sancionada con mayoría especial de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de sus respectivos Honorables Concejos Municipales, un coeficiente menor al de 50 mil habitantes con el objeto de determinar una mayor cantidad de concejales”. Dicho coeficiente “no podrá ser menor a 40 mil habitantes o fracción no inferior a 20 mil”.
Además, “con posterioridad a la aprobación de cada censo poblacional, el Poder Ejecutivo de la provincia de Santa Fe fijará las respectivas representaciones con arreglo al mismo”.
En tanto, el artículo dos de la iniciativa que ahora se discutirá en el Senado prevé una disposición transitoria. Es la que refiere a que “la diferencia que resulte entre el número actual de concejales en los municipios de primera categoría (Santa Fe y Rosario) y el número resultante por aplicación de la presente ley, serán electos en la siguiente forma: la mitad en el primer turno electoral subsiguiente (2013) y la otra mitad en el siguiente (2015). Cuando el número de concejales a agregar sea impar, se entenderá que la mitad mencionada se obtiene dividiendo por dos el mayor número par contenido en aquél”.
Incluso, para dejar “tranquilos” a quienes aducen que aumentar el número de ediles impactará en un incremento del gasto político, taxativamente se impuso una oración donde se prohíbe a los concejos municipales a elevar sus presupuestos para tal fin.
Puntos de vista
“Esta ley viene a reparar un daño que se hizo a la ciudadanía y a la política, porque el hecho de reducir la representación legislativa local perjudica a las minorías y también a la juventud (...). Es necesario que este cuerpo rectifique el error que es la ley Borgonovo”, indicó Simoniello al defender su proyecto. Al respecto, explicó que a menos bancas es mayor el número de votos que se necesitan para acceder al cargo, con lo cual partidos minoritarios no tienen la chance de pelear por una concejalía. “Menor cantidad de ediles no sólo coarta las posibilidades de participación sino además concentra el poder en los grandes partidos”, añadió.
Luego, explicó que tanto Santa Fe como Rosario fueron muy perjudicadas por la reducción de bancas, al punto tal que ciudades como Recreo, de sólo 10 mil electores, tiene la mitad de los concejales que la capital (seis) pero más de 365 mil electores más. Incluso, remarcó que Paraná, de 321 mil habitantes, tiene 15 concejales; Bahía Blanca, de 300 mil habitantes, 24 concejales; Tucumán, de 550 mil habitantes, 18 concejales; y Posadas, de 254 mil habitantes, 14 concejales. Por su parte, el diputado socialista Raúl Lamberto y el resto de ese bloque votó en forma negativa la modificación planteada por Leonardo Simoniello. Desde el partido de la rosa roja entienden que la Legislatura no debiera modificar el número de concejales de los municipios de primera categoría (Santa Fe y Rosario) porque no es su competencia específica, sino garantizar las autonomías de ambas ciudades para que sean sus vecinos los que definan este punto. En definitiva, Lamberto recordó que en idéntico sentido se actuó hace una década cuando se bajó el número de concejales, donde su sector político utilizó ese mismo argumento para votar en contra.
Lejos de reducir el costo económico de la política, que fue el argumento establecido en aquella oportunidad, se limitó la participación de nuevas fuerzas porque se necesitan más votos para ser concejal que diputado provincial. Por ejemplo, en la ciudad de Santa Fe para ser concejal hay que obtener 40 mil sufragios, pero para ser legislador bastan no más de 20 mil.
Ayer, la Cámara de Diputados dio media sanción con 28 sufragios a una modificación de esa norma conocida como ley Borgonovo (que fue el impulsor), aunque el socialismo votó en contra y la Coalición Cívica se abstuvo. En tal sentido, el autor de la iniciativa, el radical Leonardo Simoniello, explicó que en ambas ciudades “por los primeros 200 mil habitantes se elegirán 13 concejales, agregándose en ambos casos un concejal por cada 50 mil habitantes o fracción no inferior a 30 mil”.
De esa manera, si se confirman los datos preliminares del Censo Nacional acerca de que la capital santafesina tiene más de 430 mil vecinos, entonces el Concejo Municipal tendrá que incorporar cinco miembros más en las próximas dos elecciones (en 2013 y en 2015). En el caso de Rosario, el número de ediles se estiraría a los 33 o 34. No obstante, la ley con media sanción también habilita a los municipios antes mencionados a establecer mediante “ordenanza sancionada con mayoría especial de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de sus respectivos Honorables Concejos Municipales, un coeficiente menor al de 50 mil habitantes con el objeto de determinar una mayor cantidad de concejales”. Dicho coeficiente “no podrá ser menor a 40 mil habitantes o fracción no inferior a 20 mil”.
Además, “con posterioridad a la aprobación de cada censo poblacional, el Poder Ejecutivo de la provincia de Santa Fe fijará las respectivas representaciones con arreglo al mismo”.
En tanto, el artículo dos de la iniciativa que ahora se discutirá en el Senado prevé una disposición transitoria. Es la que refiere a que “la diferencia que resulte entre el número actual de concejales en los municipios de primera categoría (Santa Fe y Rosario) y el número resultante por aplicación de la presente ley, serán electos en la siguiente forma: la mitad en el primer turno electoral subsiguiente (2013) y la otra mitad en el siguiente (2015). Cuando el número de concejales a agregar sea impar, se entenderá que la mitad mencionada se obtiene dividiendo por dos el mayor número par contenido en aquél”.
Incluso, para dejar “tranquilos” a quienes aducen que aumentar el número de ediles impactará en un incremento del gasto político, taxativamente se impuso una oración donde se prohíbe a los concejos municipales a elevar sus presupuestos para tal fin.
Puntos de vista
“Esta ley viene a reparar un daño que se hizo a la ciudadanía y a la política, porque el hecho de reducir la representación legislativa local perjudica a las minorías y también a la juventud (...). Es necesario que este cuerpo rectifique el error que es la ley Borgonovo”, indicó Simoniello al defender su proyecto. Al respecto, explicó que a menos bancas es mayor el número de votos que se necesitan para acceder al cargo, con lo cual partidos minoritarios no tienen la chance de pelear por una concejalía. “Menor cantidad de ediles no sólo coarta las posibilidades de participación sino además concentra el poder en los grandes partidos”, añadió.
Luego, explicó que tanto Santa Fe como Rosario fueron muy perjudicadas por la reducción de bancas, al punto tal que ciudades como Recreo, de sólo 10 mil electores, tiene la mitad de los concejales que la capital (seis) pero más de 365 mil electores más. Incluso, remarcó que Paraná, de 321 mil habitantes, tiene 15 concejales; Bahía Blanca, de 300 mil habitantes, 24 concejales; Tucumán, de 550 mil habitantes, 18 concejales; y Posadas, de 254 mil habitantes, 14 concejales. Por su parte, el diputado socialista Raúl Lamberto y el resto de ese bloque votó en forma negativa la modificación planteada por Leonardo Simoniello. Desde el partido de la rosa roja entienden que la Legislatura no debiera modificar el número de concejales de los municipios de primera categoría (Santa Fe y Rosario) porque no es su competencia específica, sino garantizar las autonomías de ambas ciudades para que sean sus vecinos los que definan este punto. En definitiva, Lamberto recordó que en idéntico sentido se actuó hace una década cuando se bajó el número de concejales, donde su sector político utilizó ese mismo argumento para votar en contra.
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