Gracias, Néstor
Publicado el 27 de Octubre de 2011Por
Fue un adelantado a su tiempo. Interpretó como nadie los cambios económicos y sociales a nivel global y que hoy son noticia en el mundo entero. Supo apostar a la economía real por sobre la especulación financiera y preparar así a la Argentina para los nuevos tiempos que se avecinaban. Retribuyó el respaldo popular, recuperando la política como la única herramienta que permite a los hombres solucionar pacífica y eficazmente los conflictos de la sociedad.
Nos dejó su proyecto, su obra, su compromiso con el pueblo y con la militancia; nos dejó su voluntad y valentía; nos dejó sus convicciones, el ejemplo de su entrega total a una causa, y en especial el haber recreado en los jóvenes la vocación política y el interés por participar.
Su tenacidad, su talento y su sobrehumana capacidad de trabajo le valieron el reconocimiento no sólo en Argentina sino también en el mundo, principalmente en nuestro continente, donde logró propagar a través de la Unasur su lucha y sus logros.
Siento una gran gratitud personal hacia Néstor Kirchner. Con él, se fue un gran amigo y compañero, que marcó mi vida para siempre.
Quise honrar con lealtad y patriotismo la confianza que me depositara al elegirme como compañero de fórmula presidencial en 2003, tal como lo indican la Constitución Nacional y mi sentido del deber y de la responsabilidad. La misma confianza que se renovó cuando me propuso acompañarlo como su vicepresidente en el Partido Justicialista y también en 2007, cuando junto a Cristina alentaron y respaldaron mi candidatura como gobernador de la provincia de Buenos Aires.
Si hay algo que aprendí en la intensa experiencia de trabajar durante más de siete años junto a Néstor fue el valor de ser leal a las convicciones propias, en especial en las circunstancias más difíciles y complejas.
A lo largo de este tiempo, alcanzamos logros y superamos adversidades que hicieron más fuertes nuestro vínculo de afecto y respeto desde el punto de vista humano e institucional. Con Néstor y Cristina pudimos llevar cambios y transformaciones a las familias de Buenos Aires que hoy se verifican en políticas sociales inclusivas, en la creciente industrialización, en los persistentes records de producción, en el desendeudamiento, en la inversión masiva en educación y en un despliegue de obras de infraestructura como nunca antes se habían visto en nuestros municipios.
Desde los primeros momentos, Néstor, como fundador del proyecto, marcó ese camino. Su recuerdo nos alienta a seguir dando cada día más de nosotros hasta que la transformación sea total y cambie la vida de todos para bien y para siempre.
El reconocimiento del pueblo expresado en el histórico y contundente triunfo electoral de la presidenta el último domingo, revela cómo cada vez somos más los que vemos claramente que este es el rumbo que nos lleva a las grandes conquistas sociales, económicas y productivas para la Argentina.
Hace exactamente un año perdimos a un líder y a un visionario; a un luchador y a un trabajador incansable; a un gran conductor y motivador que siempre tuvo la claridad para comprender las dificultades que atravesaba nuestra Nación.
Su lucha, su entrega y su coraje viven en el alma y el corazón del pueblo argentino. Y siguen más presentes que nunca porque está Cristina: su compañera de toda la vida, de su lucha y de sus sueños. Su continuidad. Desde el cielo debe estar viendo que el esfuerzo valió la pena.
Gracias Néstor. <
Fue un adelantado a su tiempo. Interpretó como nadie los cambios económicos y sociales a nivel global y que hoy son noticia en el mundo entero. Supo apostar a la economía real por sobre la especulación financiera y preparar así a la Argentina para los nuevos tiempos que se avecinaban. Retribuyó el respaldo popular, recuperando la política como la única herramienta que permite a los hombres solucionar pacífica y eficazmente los conflictos de la sociedad.
Nos dejó su proyecto, su obra, su compromiso con el pueblo y con la militancia; nos dejó su voluntad y valentía; nos dejó sus convicciones, el ejemplo de su entrega total a una causa, y en especial el haber recreado en los jóvenes la vocación política y el interés por participar.
Su tenacidad, su talento y su sobrehumana capacidad de trabajo le valieron el reconocimiento no sólo en Argentina sino también en el mundo, principalmente en nuestro continente, donde logró propagar a través de la Unasur su lucha y sus logros.
Siento una gran gratitud personal hacia Néstor Kirchner. Con él, se fue un gran amigo y compañero, que marcó mi vida para siempre.
Quise honrar con lealtad y patriotismo la confianza que me depositara al elegirme como compañero de fórmula presidencial en 2003, tal como lo indican la Constitución Nacional y mi sentido del deber y de la responsabilidad. La misma confianza que se renovó cuando me propuso acompañarlo como su vicepresidente en el Partido Justicialista y también en 2007, cuando junto a Cristina alentaron y respaldaron mi candidatura como gobernador de la provincia de Buenos Aires.
Si hay algo que aprendí en la intensa experiencia de trabajar durante más de siete años junto a Néstor fue el valor de ser leal a las convicciones propias, en especial en las circunstancias más difíciles y complejas.
A lo largo de este tiempo, alcanzamos logros y superamos adversidades que hicieron más fuertes nuestro vínculo de afecto y respeto desde el punto de vista humano e institucional. Con Néstor y Cristina pudimos llevar cambios y transformaciones a las familias de Buenos Aires que hoy se verifican en políticas sociales inclusivas, en la creciente industrialización, en los persistentes records de producción, en el desendeudamiento, en la inversión masiva en educación y en un despliegue de obras de infraestructura como nunca antes se habían visto en nuestros municipios.
Desde los primeros momentos, Néstor, como fundador del proyecto, marcó ese camino. Su recuerdo nos alienta a seguir dando cada día más de nosotros hasta que la transformación sea total y cambie la vida de todos para bien y para siempre.
El reconocimiento del pueblo expresado en el histórico y contundente triunfo electoral de la presidenta el último domingo, revela cómo cada vez somos más los que vemos claramente que este es el rumbo que nos lleva a las grandes conquistas sociales, económicas y productivas para la Argentina.
Hace exactamente un año perdimos a un líder y a un visionario; a un luchador y a un trabajador incansable; a un gran conductor y motivador que siempre tuvo la claridad para comprender las dificultades que atravesaba nuestra Nación.
Su lucha, su entrega y su coraje viven en el alma y el corazón del pueblo argentino. Y siguen más presentes que nunca porque está Cristina: su compañera de toda la vida, de su lucha y de sus sueños. Su continuidad. Desde el cielo debe estar viendo que el esfuerzo valió la pena.
Gracias Néstor. <
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