el dilema por resolver
El peronismo no K ingresó en un lento período de replanteos
A partir de la nueva composición legislativa analizarán de qué forma jugará cada sector. Habrá más divisiones y otros pases.
El resultado de las elecciones abrió un período de reflexión en todo el peronismo no kirchnerista, que a la luz del abultado triunfo de Cristina ahora se debate el camino a seguir. Ese proceso, que ya se inició pero no se sabe cuando terminará, se verá reflejado en la Cámara de Diputados. Los primeros cambios se observarán en la composición actual, que deberá debatir temas como el Presupuesto 2012 o la prórroga de algunas leyes económicas antes del 10 de diciembre. Después de esa fecha, cuando asuman los nuevos diputados, será el momento de analizar de qué manera jugará cada sector. Es decir, cuánto se acercarán al kirchnerismo.
En la actualidad, hay 43 diputados del peronismo que no forman parte del bloque del Frente para la Victoria. Algunos de ellos, como los tres del bloque Nucleo Unidad Peronista (que lidera Juanjo Alvarez) o el monobloque de Walter Wayar, ya vienen trabajando como aliados al oficialismo.
Otros, como los seis de Unión Peronista, que preside Felipe Solá, recientemente se alejaron del Peronismo Federal y tomaron una postura “independiente”. En los pasillos del Congreso, no obstante, se descuenta que funcionarán como un satélite del kirchnerismo.
El grupo más importante del peronismo no K sigue siendo el Peronismo Federal, bloque que cuenta con 22 miembros. Hasta diciembre seguirá existiendo como tal, aunque sin un liderazgo claro que unifique posturas. Los seis santafesinos, por ejemplo, ya anunciaron antes de las elecciones que harán rancho aparte.
Cuando el 10 de diciembre asuman los nuevos diputados, los peronistas que no forman parte del Frente para la Victoria se reducirán a 35 y estarán más disgregados aun, lo que le permitirá al oficialismo mantener negociaciones más “personalizadas”. El bloque más grande será el que responde a los hermanos Rodríguez Saá. Pueden llegar a ser ocho, con cinco puntanos, un bonaerense, un cordobés y un mendocino (que podría sumarse al bloque del Partido Demócrata).
En el grupo de De Narváez serán seis, siempre y cuando Graciela Ocaña, que asumió por la alianza entre “el Colorado” y Ricardo Alfonsín, se sume a su bloque. Por otro lado, quedarán los duhaldistas, aunque no está claro que vayan a mantenerse juntos (son Graciela Camaño, Eduardo Amadeo, Claudia Rucci y Carlos “Tata” Brown). Además, por ahora están quedando “sueltos” otros cinco peronistas, entre los que se destacan Ramón Puerta y la mujer de Jorge Busti, Cristina Cremer.
En el bloque de los santafesinos, en donde la mayoría responde a Carlos Reutemann, quedarán cuatro diputados. Y en el de Solá, tres. Son siete que ya se muestran dispuestos a sentarse en la mesa de negociación K. En el PJ pampeano hay dos diputados. Uno es abiertamente cristinista; la otra viene del ala del senador Carlos Verna, aunque tiene juego propio y se descuenta que también acompañará.
Una incógnita es qué postura tomarán los dos diputados del Córdoba Federal. Responden al gobernador José Manuel De la Sota, así que es de esperar que sus posturas fluctúen a la par que la relación entre el gobernador y la Presidenta.
Por último, está el ya nombrado Wayar y Julio Ledesma, quien hasta el momento tiene un bloque con Patricia Gardella, quien fue candidata en la lista de Eduardo Duhalde pero no logró entrar. Ledesma llegó al Congreso por la lista de De Narváez, fue opositor, después oficialista y para esta elección se alió con Duhalde. Con algunos de estos apoyos, los K podrían superar los 140 diputados.
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