domingo, 1 de junio de 2014

En defensa de los derechos

En defensa de los derechos

 Por Gabriel Ganon*

En Frontera, la mayoría de las viviendas son más que modestas. Desde que se entra en la localidad, entre los ranchos de ese poblado abandonado por las acciones de sucesivos gobiernos de Santa Fe, te encontras con las quejas de los habitantes del lugar. Estuvimos ahí, con parte del equipo de la Defensoría y hablamos con la familia del joven al que los policías de la seccional le hicieron comer heces y tomar orín después de pegarle toda la noche. El pibe no estaba ahí. La mamá dijo que está refugiado con su mujer y su pequeña hija en la casa de uno de los hermanos. No quisimos acercarnos al lugar. Nos contó que se asustaron mucho, pero que el pibe llegó bien, lo habían llevado a declarar en la policía.
Según el relato de la mamá, el chico presenta alguna discapacidad, no sabe leer ni escribir y fue a una escuela especial. La mujer nos contó la desgarradora historia y de las constantes persecuciones policiales de las que son víctimas la mayoría de los habitantes del barrio. Todos sus hijos han sufrido de los abusos policiales. La mamá, que no pasaba los 35 años pero aparentaba mucho más venía de atender a otra de sus cinco hijos que había perdido su embarazo. Estuvimos un rato largo en su casa y nos dijo que esta vez, su hijo se cansó, que a pesar de sus limitaciones quería denunciar a la policía y que ella con toda su familia lo iban a acompañar. Nos dijo que ya había sido "picaneado" varias veces, además de golpeado y escupido. Nos contó que esa noche le pegaban porque no les daba su DNI, ni su dirección. Nos dijo que uno de los que los golpeó es un agente grandote, que los pibes le dicen el "rompehuesos". La mujer relató que el chico no respondía porque no conoce la dirección de su hogar y documento no tiene, nunca tuvo. Una escena desgarradora. También nos contaron que el otro pibe torturado está con la custodia que le puso la fiscalía porque la policía los ha estado buscando para amenazarlos.
También nos contó que el 18 de abril tres pibes resultaron heridos por las balas policiales y que se decía que los habían arreglado con plata y que algunos de esos jóvenes todavía estaban internados por las heridas de arma de fuego en el Hospital de Córdoba. Calculan que no han iniciado actuaciones judiciales porque: "Usted sabe las policías en este lugar (cordobeses y santafesinos) se cubren".
Los pobres pueblos santafesinos están separados de una localidad más pudiente, San Francisco (provincia de Córdoba), por una sola calle. Según narraron quienes viven en Frontera "antes los policías los perseguían solo en territorio pero hace tiempo que se han puesto de acuerdo y cualquiera de las policías allana en cualquier provincia sin ninguna orden". Dijeron ellos haber sufrido allanamientos y detenciones sin orden de ambas policías. El Fiscal no conocía los hechos de los pibes baleados. Es más que probable que los heridos hayan ingresado al hospital cordobés. Con ese dato entrevistamos a la familia de uno de los baleados, el "Guachin" G., albañil de 26 años. Su hermano Julio contó cómo lo baleó el Comisario de Frontera, Flores, que le dispararon a quemarropa dos balazos con una escopeta. Uno de los balazos le quebró un dedo que le quedó inutilizado, el otro le pegó en la pierna y se la partió en varios pedazos. No podrá caminar más ni trabajar de albañil. Al día siguiente fue a verlos el comisario Flores con 15.000 pesos para que no hicieran la denuncia. "Guachin" no quiere la plata porque con su trabajo de albañil saca 5.000 pesos por mes y estará al menos 3 meses en el hospital mientas se consigue la prótesis. También nos contaron que a los otros heridos los habrían arreglado con plata o bien por el miedo a alguna represalia. Uno de los pibes, de 15 años, estuvo internado hasta hace una semana y no lo pudimos ubicar. Su familia está muy asustada. La otra es una piba también de 15, que sufrió una herida menor en una pierna. La familia de esta chica no quiere denunciar y según ellos habría recibido 3.000 pesos del comisario Flores para que el hecho se silencie. La garantía del comisario es que de Córdoba nunca llegará la denuncia a Rafaela. Después nos dijeron que ellos van a ir a fondo que le dieron los datos a un abogado que iba a reclamar, pero no saben que hizo este profesional hasta hoy el abogado. En momentos en que algunos se preguntan por cuál es el trabajo del Servicio Público Provincial de la Defensoría Penal les respondemos: velar por la irrestricta defensa de los Derechos Humanos de todos los ciudadanos santafesinos.
*Defensor General de la Provincia de Santa Fe.

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