jueves, 5 de junio de 2014

En la Rosada, Cristina le ordenó a Boudou que avance contra el juez,segun clarin

En la Rosada, Cristina le ordenó a Boudou que avance contra el juez

Sospechas de corrupciónLa Presidenta le indicó “ir a fondo”. El vice canceló su viaje a Italia.

De reclamar el adelanto de la indagatoria, a pedir su nulidad. Todo en menos de 24 horas ¿Qué pasó para que la defensa de Amado Boudou modificara abruptamente el rumbo de la estrategia judicial?
El cambio fue que Cristina Kirchner se decidió a jugar de lleno en el caso. El martes a la tarde, tras la presentación que hicieron sus abogados, se reunió con el vice en Casa de Gobierno y le dio una orden: avanzar contra el juez Ariel Lijo.
Según pudo saber Clarín, en la reunión, de la que también participaron el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich y el secretario de Legal y Técnica Carlos Zannini; Boudou recibió el respaldo de Cristina. “Lo blindó. Le dijo que lo va a bancar, que su suerte es la de ella. Y que haga lo que tenga que hacer para defenderse ”, relataron fuentes oficiales. Cuentan que de ese encuentro el vice salió con el pecho inflado, como hacía rato no ocurría. Es que tras varios meses de una frialdad absoluta por parte de la Presidenta, volvió a recibir señales de respaldo y cierto trato ameno. Algo que se replicó ayer, cuando el vice fue llamado expresamente para participar en Casa Rosada del acto en el que Cristina anunció la ampliación del calendario de vacunación y la moratoria para los jubilados. Allí Boudou sonrió para las cámaras y hasta se animó a hacer chistes con otros funcionarios.
De la reunión con Cristina Boudou también se fue con varias instrucciones. Una de ellas, acaso la más fuerte, fue la que motivó el pedido de nulidad de ayer: ir a fondo por la recusación de Lijo, tal como ocurrió antes con Daniel Rafecas, quien fue apartado por la Sala I de la Cámara Federal con el argumento de los imputados podían tener “temor de parcialidad”. “Él estaba tranquilo. Pero ahora que Lijo se decidió a atacarlo, le va a plantar batalla”, se envalentonó un hombre cercano al vice.
En efecto, tras la cita con Cristina, Boudou tomó decisiones no sólo en los Tribunales. En lo que respecta a sus movimientos, canceló su desembarco -previsto para hoy- en Venecia, donde iba a participar de la Bienal de Arquitectura. Este tipo de viajes fueron durante los últimos tiempos la vía “de escape” que encontró el vice para mantener cierto grado de visibilidad “sin riesgos”.
Por otro lado, el vicepresidente se decidió a salir por los medios para desligarse de las acusaciones. Y planificó un raid mediático en el que cuestionó a Lijo con dureza. “Como siempre trabajó con Clarín y La Nación y sacó una resolución que a todas luces es ilegal”, apuntó en diálogo con radio Del Plata.
Si bien Boudou adjudicó el pedido de nulidad a una decisión de sus abogados (“Los profesionales tienen que cuestionar un acto que a todas luces es ilegal y contradictorio”, dijo), la nueva estrategia superó a los letrados y fue trazada por el Gobierno. Y consiste en dilatar las cosas y, mientras tanto, preparar el terreno -mediático y judicial- para poder recusar a Lijo.
“Hay que embarrar la cancha”, graficaron desde su entorno.
Más allá de que la idea de esta maniobra es apartar de la causa a Lijo, con este recurso Boudou se garantiza “dormir” por un tiempo su situación en la causa. Es que, si Lijo decide rechazar su pedido, tiene aún dos instancias para apelar -Cámara Federal, Casación- y el tema podría llegar hasta la Corte. Así, el vice esquivaría presentarse a declarar hasta 2015.

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