EL PODER DESPUES DE LA MUERTE.
Por: Darío H. Schueri – Desde Santa Fe
Luego de leer decenas de miles de caracteres computarizados (ya no mas “ríos de tinta”) analizando desde las mas abnegadamente lúcidas o increíblemente desopilantes las perspectivas políticas sobre el futuro del país y el peronismo luego de la muerte del Dr. Néstor Kirchner, nos quedamos con dos conmovedoras definiciones que muestran sin ambages el camino a seguir por el kirchnerismo testamentario: “no vamos a cambiar justo ahora”, relata el periodista-asesor gubernamental Horacio Verbitsky que le dijo la propia Presidente Cristina Fernández en el cementerio de Río Gallegos. Mientras Agustín Rossi obturaba cualquier acercamiento con el Peronismo Federal asegurando que el oficialismo va a "seguir estando en el mismo lugar donde lo dejó Néstor Kirchner" y que “todo el mundo sabe qué es lo que hay que hacer para acercarse a nosotros"; reafirmando los dichos de Verbitsky: "seguirá gobernando como lo hizo hasta ahora, con los mismos valores y las mismas ideas".
No pocos voluntaristas creen que Carlos Reutemann o Daniel Scioli pueden llegar a ser las contrafiguras del “kirchnerismo” actuando como moderadores entre éstos y el Peronismo Federal, hasta llegar al desvarío de proponerlos como candidatos del consenso y unidad del peronismo.
El peronismo es genéticamente verticalista y el llamado consenso para el movimiento no es otra cosa que el rígido ejercicio del mando (al fin y al cabo fue fundado por un militar). Cuando se diluye el liderazgo, por las razones que fueren, se entra en el escabroso terreno de la anomia interna, transformada en cierta – y peligrosa – anarquía y fraticidas luchas por espacios de poder que, en el caso concreto que nos compete, deberá ser coagulado por la Sra. Presidente anunciando lo antes posible su candidatura a la reelección y jefatura – aunque mas no sea formal – del Partido Justicialista.
Reutemann y Scioli no son kirchneristas y nunca lo serán. Scioli los tolera porque no le queda otro remedio, gobierna, como diría Jorge Asis, la inviable Provincia de Buenos Aires aunque, como bien lo definiera y profetizara tiernamente su abuelo durante la jura de Néstor Kirchner como Presidente en el 2003: “este chico no para hasta ser Presidente”.
Reutemann cree en la teoría del péndulo que, si bien ya comenzó a columpiar hacia la derecha, el kirchnerismo hereditario dará la vida por mantenerlo en el polo opuesto: “no vamos a cambiar justo ahora”, definió la Presidente. ¿Está el senador nacional en condiciones anímicas de pelear contra el kirchnerismo, aún sin la omnímoda presencia de su líder carismático?.
Las incógnitas de Santa Fe
¿Cuál será el panorama en la Provincia de Santa Fe?. Naturalmente Agustín Rossi solidificará su precandidatura sobre la base emocional del desaparecido adalid, y comenzará a ser un enigma el devenir de Rafael Bielsa sostenido, entre otros, por el “operador presidencial” Juan Carlos “chueco” Mazzón, quien el martes previo a la desgracia tuvo que extremar sus dotes persuasivas con el propio Néstor Kirchner para convencerlo de que si Rafael Bielsa iba por afuera del peronismo (como Kirchner le había ordenado al diputado Marconatto) se quedaría sin candidato, porque quienes lo apoyan en esta patriada, incluido el propio Bielsa, se irían a sus casas. Sobre el filo del martes sonaron los celulares de políticos y periodistas: “listo, Néstor dio marcha atrás, el “chueco” lo convenció, vamos con Rafael por adentro”, respiraron aliviados los operadores de Bielsa en estas tierras.
La pregunta sería: ¿todo seguirá igual?. ¿Mazzón tendrá el mismo margen de maniobra política con quienes manejen el armado político de la Presidente que le daba Néstor Kirchner?.
Gustavo Marconatto (y hasta el propio Agustín Rossi) ya no podrán organizar los oportunos tours a Olivos con intendentes y jefes comunales “para ver a Néstor” que los deslumbraría con su impronta y, de paso, consolaría materialmente recibiendo las carpetas con pedidos económicos y de obras públicas. De Vido y Zanini no son Néstor, ¿y su hijo Máximo?. Habrá que prestarle mucha atención, dicen que se instalará en la mítica Quinta de Olivos. La Presidente no tendrá tiempo para esos “detalles” de la construcción política electoral; tiene que gobernar. De eso se ocupaba su esposo. ¿Lo hará su hijo?.
Mientras tanto, el Peronismo Federal seguirá su rumbo preelectoral en la vereda opuesta con el híper reutemista Ricardo Spinozzi, Juan C. Mercier, Omar Perotti y el condicionado (por la candidatura a Presidente de Reutemann) Jorge Obeid; todos ellos sin exhibir la mordacidad verbal de sus líderes nacionales, pero con las mismas convicciones: ser lo opuesto al “modelo” kirchnerista que, bien vale recordar por si existe algún distraído, la Presidente dijo que no se modificará.
El socialismo se pertrecha por las dudas.
Con la inauguración de locales partidarios en esta capital y recientemente en San Cristóbal, el socialismo vela las armas para un virtual enfrentamiento con el radicalismo que postula al intendente de Santa Fe Mario Barletta para encabezar la fórmula gubernamental el año que viene en el Frente (que según Bonfatti dejaría de serlo si se llega a esa instancia de confrontación). Los seguidores de Barletta insisten en que nada cambió, y menos con la abrupta irrupción en el escenario radical del legendario “Changui” Cáceres, a quien suponen impostando poder para negociar alguna diputación, sea provincial o nacional para su esposa Alicia Tate.
En tanto, los socialistas insisten en que no aguardaron 24 años para que Hermes Binner le coloque la banda sucesoria a un radical; “será otro socialista”, aseguran sin jugarse por Bonfatti – el candidato del Gobernador - o Giustiniani, apoyado por el Presidente de la Cámara de Diputados Eduardo Di Pollina. Mientras confían en que Ricardo Alfonsín, que cada vez pondera más a Binner como su candidato a Vicepresidente, ponga en caja al díscolo radicalismo santafesino.
De ahora en mas..
Lunes de reuniones en el peronismo: Duhalde citó de urgencia a Buenos Aires a su entorno íntimo, y el intendente de Rafaela y aspirante Omar Perotti a las comunas del Departamento Castellanos afines.
Spinozzi coincide con su jefe político Carlos Reutemann en que “hay que esperar” mientras prosigue con sus giras departamentales de armado territorial y Mercier se reúne con empresarios y dirigentes barriales de Rosario.
La muerte de Néstor Kirchner tampoco pasará desapercibida en el peronismo santafesino.
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