Cristina prefiere al socialismo como segunda fuerza
Cerca de la Presidenta dicen que ve a Binner más abierto a negociar la agenda oficialista
El gobierno de Cristina Kirchner no vería mal que Hermes Binner obtuviera el segundo puesto en las elecciones del domingo 23. Es más: en el kirchnerismo sostienen que si el gobernador de Santa Fe y candidato presidencial del Frente Amplio Progresista (FAP) se convirtiera en el jefe de la oposición podrían negociar con él en el Congreso proyectos de ley clave, entre ellos, la hipotética reforma de la Constitución.
El diputado kirchnerista Carlos Kunkel rescató ayer a Binner como el único "opositor serio". "Si llegara a obtener el apoyo de 20 o 25% de los ciudadanos, podría ser un interlocutor válido del Gobierno", dijo Kunkel.Sin embargo, en declaraciones a DyN, el diputado aseguró que "esa posibilidad [una segunda reelección] a Cristina no le interesa para nada. Es ridículo". Pese a ello, agregó: "Nosotros queremos consolidar el modelo industrialista y mantener la política de desendeudamiento".
Consultados por LA NACION, varios funcionarios aseguraron que la Presidenta desea que Binner sea el candidato opositor más votado. El Gobierno reflotó esa hipótesis luego de que la postulante presidencial de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, denunció que Binner apoyaría una reforma de la Constitución que permitiría la reelección de Cristina Kirchner en 2015 mediante un sistema parlamentario.
En las filas de Binner aseguraron a LA NACION que "ése es un mensaje envenenado del Gobierno, el abrazo del oso". E interpretan que la Casa Rosada quiere perjudicar a Binner, porque podría resultar la principal amenaza política ante un "inminente ajuste económico" por la crisis mundial.
En esa línea Binner desmintió ayer su apoyo a la reelección. Pero anteayer había admitido su apoyo al sistema parlamentario en su plataforma electoral.
La nueva agenda
La agenda parlamentaria kirchnerista para 2012 buscará "profundizar el modelo" ante la crisis económica mundial. No se descarta reformar impuestos al consumo; gravar la renta financiera o intervenir recursos de las obras sociales sindicales, si arrecia la necesidad de financiamiento interno.Además, el Gobierno avanzará en la ley para regular la producción de papel para diarios; la despenalización del aborto; el cambio de sexo, y, si el escenario es favorable, la reforma de la Constitución.
"En estos temas, el socialismo tiene que acompañar porque así lo marca su doctrina, y la vocación del Gobierno es que él sea segundo sobre el resto", dijo a LA NACION un funcionario que conversa con el gobernador de Santa Fe al margen de otros interlocutores, entre ellos, el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli.
El kirchnerismo estima que lograría de 130 a 135 diputados propios y aliados, entre los cuales contabiliza a los del socialismo.
"Es un mensaje envenenado. Binner le pisa la izquierda al Gobierno y le quitó votos a Martin Sabbatella. Ellos quieren bajarnos", dijo a LA NACION un allegado a Binner que dialoga con Balcarce 50. "En realidad ahora viene el ajuste del modelo y saben que una alternativa de izquierda les creará problemas en el futuro", agregó.
En cuanto a una reforma de la Constitución, el Gobierno la presentaría durante el próximo mandato como una iniciativa amplia para mejorar la relación del Estado con la sociedad, incorporar nuevos derechos vinculados a la vivienda universal, los pueblos originarios, la tierra, el género y el medio ambiente. En medio de ello se colaría el sistema parlamentario.
DIXIT
"A Cristina no le interesa nada impulsar la reelección indefinida"
Carlos Kunkel
Diputado Nacional (FPV) .
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