Información pública / Un área sin acceso
Larroque, el funcionario fantasma de los Kirchner
El dirigente de La Cámpora dirige una subsecretaría sin actividad
Jaime Rosemberg
LA NACION
Debería velar por el libre acceso a la información pública, pero no tiene sitio web oficial, ni registro público de audiencias, ni asesor de prensa, ni contactos mínimos con las ONG encargadas de bregar por la transparencia en las cuentas públicas y los actos de gobierno.
Cuatro meses después de su cambio de timón, la Subsecretaría de Reforma Institucional para el Fortalecimiento de la Democracia tiene poco que ver con aquel organismo conducido por Marta Oyhanarte desde los inicios de la gestión kirchnerista hasta fines del año pasado. Hoy está en manos de Andrés Larroque, ("el Cuervo"), uno de los entusiastas y siempre leales integrantes de La Cámpora, la agrupación de jóvenes ultrakirchneristas que creó Máximo Kirchner.
"Ahora esto es una unidad básica", les dijo Larroque a los atónitos integrantes de la planta permanente de la subsecretaría a los pocos días de asumir formalmente su conducción, a mediados de mayo. Según los resultados obtenidos, parece haber cumplido: mientras utiliza su tiempo en sus funciones de secretario de La Cámpora y proyecta "un ministerio" para los jóvenes K (tal como se lo propuso a Néstor Kirchner luego del reciente acto en el Luna Park), Larroque parece poco interesado en cumplir con su función específica, que según el decreto 1172 de 2003 consiste en "garantizar y regular el derecho de toda persona a requerir, consultar y recibir información del Poder Ejecutivo" en sus distintas áreas.
Referentes de Poder Ciudadano, del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) y de la Asociación por los Derechos Civiles (ADC) elogiaron la labor de Oyhanarte, y confirmaron que ni siquiera conocen personalmente al joven funcionario, que no los citó a ninguna reunión desde que comenzó su gestión.
La misma queja surge de diputados opositores que bregan, muchas veces, por conseguir información de distintos organismos oficiales, información que tarda a menudo demasiado en llegar a sus manos. Desaparecieron también las reuniones periódicas con los enlaces en todos los ministerios, red conformada durante la gestión de Oyhanarte (vinculada al ex jefe de Gabinete Alberto Fernández) y que continuó durante el breve interinato (de enero a mayo) en el que la subsecretaría estuvo a cargo de la ex senadora María Perceval.
Silencio y quejas
"El Gobierno sacó a un alfil y puso un peón, alguien que no sabe nada de este tema. Fueron a desmantelar ese espacio y utilizarlo para otra cosa", afirmó la diputada Laura Alonso (Pro-Capital). "No tenemos ningún contacto. Sólo esperamos que se retome el trabajo que teníamos. Deberían ser los abogados de acceso a la información en el Gobierno, cosa que hasta ahora no han hecho", se quejó Hernán Charosky, director ejecutivo de Poder Ciudadano. "No lo conozco, nunca tuvimos contactos y cuando se terminaron los programas en conjunto, se terminó la relación", coincidió Fernando Starface, que ocupa el mismo cargo en el Cippec.
Según testigos cercanos, Larroque es hombre de trabajo. Va todos los días al edificio de la ex Somisa, sede de la subsecretaría, y literalmente no se lo ve. "Se la pasa de reunión en reunión", afirman. Pero nadie sabe a ciencia cierta en qué ocupa su tiempo: las pocas reuniones que quedaron registradas en la jefatura de Gabinete son las que sostuvo con el propio Aníbal Fernández, su jefe.
Otra característica visible de Larroque, de 33 años, es su aversión a los medios de comunicación no oficialistas: no habla con ellos, mientras teje su ascendente carrera a la sombra del hijo de la pareja presidencial. "No voy a hablar con ustedes. No se lo tomen como algo personal", afirmó Larroque a LA NACION, y rechazó de forma amable, pero terminante, dar explicaciones sobre su labor en la subsecretaría.
Por eso, fue imposible saber de boca del funcionario la cantidad de fondos que maneja. De todos modos, el dirigente juvenil que formó parte de la troupe kirchnerista que viajó casi gratis a ver a la selección argentina a Uruguay por Aerolíneas Argentinas tendría un suculento presupuesto a su cargo. La subsecretaría no tiene independencia para manejar recursos y por eso no figura por separado en el presupuesto. De todos modos, la Secretaría de Gabinete y Relaciones Parlamentarias tiene un crédito asignado global de $ 4.103.634, a cargo de la superiora de Larroque, Silvina Zabala, cercana al jefe de Gabinete.
Las ONG confían en que la situación podría cambiar si la oposición logra aprobar la nueva ley de acceso a la información. "El problema de fondo no es Larroque, sino una forma de abordar el acceso a la información. La ley puede mejorar esta situación", se esperanzó Alonso. Fanático de San Lorenzo, y cultor de las imágenes de Perón y Eva Perón, Larroque prefiere comunicarse con sus más de 3000 amigos en la red Facebook y difundir desde allí su ideario. De acceso a la información, poco y nada.
JOVEN Y POLÉMICO
Llegada y ascenso
• Andrés Larroque comenzó a trabajar en la Subsecretaría de Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia a fines de 2009. Fue una de las razones de la renuncia de Marta Oyhanarte, que dejó la dirección, enojada por la "falta de idoneidad" para el cargo del joven dirigente de La Cámpora.
Militancia y poder
• Desde mayo, fecha en que se hizo cargo de la subsecretaría, Larroque evitó todo contacto con las ONG encargadas de monitorear el acceso a la información pública. Tampoco habló con medios de comunicación que considera opositores.
Amigos influyentes
• A los 33 años, Larroque es uno de los jóvenes kirchneristas de más rápido ascenso en los espacios de poder. Amigo personal de Máximo Kirchner, y de buena relación con los ministros Aníbal Fernández y Amado Boudou, encabezó el reciente pedido de "un ministerio para la juventud" al ex presidente Néstor Kirchner.
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