09-10-10 | Reflexiones, por María Herminia Grande
EL TIEMPO JUSTO
La política argentina parece depender del “tiempo justo”. De adherir a esta hipótesis, la pregunta es ¿qué factores lo determinan y quién o quienes lo deciden? Los políticos en Argentina se debaten en interminables soliloquios sobre la oportunidad del momento para mostrarse, es decir el cuándo; y no, sobre el modelo de país a desarrollar, es decir el cómo. En todo caso, si de modelo hablamos, quien cuenta con ventajas insoslayables es Néstor Kirchner. Su modelo es el de concentración de poder. Para ello viste con distintos trajes. Al de los derechos humanos, lo estrenó en el 2003. Hasta ese momento había permanecido en su placard... Otro, el del hegemonismo, viene raído por el uso sureño.
Hoy ¿cuál es la configuración política con miras a la definición electoral del 2011? Tres son los proyectos. La continuidad del kirchnerismo. Alfonsín o Cobos. Y el Peronismo Federal. Especialmente es este último sector el que más descarnadamente muestra la preocupación por el reloj político. Para el kirchnerismo un tema no menor representa la búsqueda de un contendiente a enfrentar de acuerdo a lo que la ley manda, en las internas abiertas, simultáneas y obligatorias de agosto de 2011. Hace apenas unos días la esperanza depositada para este fin, en el actual gobernador de Chubut, Mario Das Neves: se esfumó. Todo indicaría que con esta actitud se desvanece el sueño en las provincias como en Santa Fe, donde el peronismo pensaba en ir a una interna todos juntos (kirchnerismo y Peronismo Federal).
Decíamos que en el sector del Peronismo Federal es donde con más meticulosidad se mira el cronómetro electoral. Varias son las razones. De apresurar la definición de alguno de los candidatos a presidentes que lo integran, podría precipitarse un divorcio político, con el consecuente debilitamiento del sector. Traducido esto último significa: “date el gusto…probá, cuando veas que no te da, bajate…”. Otra de las razones tiene que ver con el adversario Kirchner, sobre quien dicen “es más hábil destruyendo que construyendo”.
Para el radicalismo el tiempo que preocupa no tiene tanto que ver con este presente sino con la posibilidad de ser gobierno. El 2011 coloca a cualquiera de los tres sectores, de acceder al poder, ante las mismas dificultades, dado que el 2012 pondrá al candidato ya presidente, de bruces con la realidad. ¿Cuál es esa realidad que se mostrará cruda por igual ante cualquiera de las tres opciones enumeradas? La sociedad sufre sus miedos en soledad. A la hora de cuantificarlos estos se dividen en dos grandes grupos: inseguridad y económicos. El primero lidera con el 55% la preocupación de la gente. ¡El 37 % de los delitos en Argentina se cometen por chicos menores de 17 años! El segundo que abarca el 45%, se desglosa en distintos miedos: a la inflación: 34%; 24%: a perder el empleo; 12%: al costo de los servicios de salud y educación; 6%: al costo de los servicios). Las encuestas por lo general no miden los sueños. Si de muestra sirve un botón cuesta encontrar por la mañana temprano, el silbido que acompaña a quien marcha, feliz, a su trabajo.
Quien gobierne la Argentina del 2012, deberá “domar” una inflación que amenaza con desbocarse. Y que además, hoy, resulta fuera de la lógica económica internacional. Cuatro son los países en el mundo con tal alta inflación como nuestro país: Venezuela, Pakistán, Emiratos Árabes e India, esta última se encuentra con un programa de estabilización. La desocupación y/o el trabajo en negro y/o la precariedad laboral, se combaten con inversiones genuinas. Industrias como la cadena de la carne debiera desvelar hoy al gobierno y preocupar a quien lo sea en el 2012. Ya no quedan en el sector casi empresarios nacionales y a los extranjeros no les entusiasma esta Argentina ausente de políticas de promoción de carnes.
Para encarar la solución del gran tema de la inseguridad deben converger políticas de Estado que atiendan la educación, la salud, la pobreza, la justicia… Demasiado gigante el problema como para no chocárselo al abrir la puerta de Argentina el 10 de diciembre de 2011.
Ante lo expuesto nadie podrá eludir una respuesta. Si es el kirchnerismo ¿cómo reconocer lo que hasta hoy se niega?. Si es el radicalismo ¿cómo acordar con Moyano?. Si es Duhalde ¿la sociedad lo acompañará con otro ajuste?
Argentina en el 2011 debe renacer sobre un gran desafío: derrotar la corrupción para derrotar la pobreza.
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