dispersion, fragmentacion y malos resultados
El escenario poselectoral abre una fase inédita para una oposición sin rumbo
Por primera vez desde 1983, ninguna fuerza tendría más del 20 por ciento de votos ni grandes referentes. Los riesgos de un sistema de partido dominante sin interlocutores válidos enfrente.
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La abrumadora cantidad de votos que recibirá el kirchnerismo el domingo abrirán un escenario inédito para la política argentina. Ningún partido de la oposición, que denuncia riesgos de hegemonía, superará el 20 por ciento de los votos, según pronostican las encuestas. Y Cristina Kirchner, que va por la reelección, les saca una ventaja de más de 35 puntos.
La mayoría de los referentes opositores están debilitados y posiblemente dejen de tener el escaso protagonismo que hoy ostentan en los próximos cuatro años. Para colmo rechazan un cambio de estrategia aún cuando los números les deparan una derrota aplastante. El kirchnerismo se convertirá, así, en el único actor político y enfrente no tendrá nada. ¿Con quién puede negociar Cristina Fernández si llega a haber una crisis económica? ¿Qué riesgos internos puede generar este escenario dominado por una sola fuerza?
“El problema es el hiperpresidencialismo exacerbado por una Presidenta, que va a tener mucho poder. Y a esto se suma que los que tienen algo que cuidar no se le ponen enfrente, como Macri o los gobernadores peronistas”, explica el sociólogo e investigador del Conicet Marcos Novaro, en diálogo con PERFIL .
Para el sociólogo y profesor de la UBA, Ricardo Sidicaro, la Argentina “no da más para el bipartidismo, da para otro juego de partidos”. Y agrega: “Macri puede ser el polarizador de un partido peronista que junte muchos peronismos provinciales. Binner va a tener que sacar muchos votos en muchas provincias como para pensar que puede crear un aparato ya que nunca pudo generalizarse el socialismo a nivel nacional”.
En eso coincide con Novaro, quien aventuró que “hay una posibilidad de que haya algunos que sobrevivan como Binner, Rodríguez Saá o Macri. Estas figuras pueden tener algún grado de coordinación. La UCR como partido también va a sobrevivir”.
Para Julio Bárbaro, ex titular del Comfer y dirigente peronista, la abrumadora mayoría electoral le tendría que servir al Gobierno para convocar a la unidad nacional. Aunque advirtió que la mayor parte de los referentes opositores actuales “dan pena” y afirmó que este comicios para ellos es un “saludo y retirada”.
Sin embargo, Sergio Berensztein, politólogo y director de la consultora Poliarquía, la oposición de hoy no es diferente a la de 2009 o 2007. “En 2007 Cristina duplicó a Elisa Carrió. Y la oposición no hizo nada. En 2009, la oposición se apalancó en el debilitamiento de los Kirchner, nos dio la sensación de una oposición con recursos pero resultó ser una ilusión óptica”, analizó en diálogo con PERFIL.
Crisis y reelección. Los principales temas de agenda que están instalados son la crisis económica y la posibilidad (cierta o no) de que el Gobierno prepare una reforma constitucional para habilitar un sistema parlamentario, que permita la continuidad de Cristina Kirchner.
“La mayoría de los diputados que responden a los gobernadores expectantes (para 2015) no votarían una reforma constitucional. Ellos no se cerrarían la puerta a la presidencia”, explicó Sidicaro.
“Si no hay una gran crisis económica y la sociedad la sigue acompañando, sus planes van a continuar salvo una autolimitación. O sea: no expropiar Cablevision o Papel Prensa, o ir por la reforma constitucional”, consideró Novaro.
“Cristina tendrá que lidiar con la herencia, que esta vez es del propio kirchnerismo, como los subsidios o la inflación. El votante de Cristina cree que la economía va a seguir igual o va a mejorar, y todo hace suponer que esto no va a ser así”, indicó por su parte Berensztein.
Para Bárbaro, la idea de una reforma constitucional es una idea “absurda de la oposición que quiere asustar a la gente. No se dan cuenta que los terroristas del futuro fracasaron
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