CANDIDATOS ANECDOTAS
FRENTE PARA LA VICTORIA
“En septiembre de 2008 comenzaba una crisis financiera mundial sin precedentes, y se abrió, entonces, una nueva etapa. Con ese estallido, intuíamos que se avecinaban turbulencias en el futuro. Uno de los primeros días de septiembre, Cristina me convocó a Olivos. Yo era un ministro que podía enorgullecerse de integrar un gobierno que no había decretado ilegal ninguna huelga. No habíamos suspendido ni un año la negociación colectiva, lo que se mantiene en la actualidad. Y también era parte de un gobierno que no había dictado una sola norma en contra de los trabajadores. Así que fui todo el viaje hasta allí pensando que esa situación había llegado a su fin, que iba a ser necesario que hiciéramos algo con el empleo o con la negociación colectiva. En Olivos me paré en la puerta del despacho de Cristina, quien, antes de saludarme, me dijo: ‘Carlos, el empleo no se toca. ¿Está claro?’. Fue una inyección de confianza. Hasta entonces, la reacción ante las grandes crisis había sido ajustar salvajemente.”
- Alejandro “Pitu” Salvatierra, dirigente social
“Después del conflicto del Indoamericano, el Gobierno hizo en el predio del ex Club Albariños un cuartel de bomberos y varias oficinas sociales. El día que lo inauguraron vino Cristina, y cuando nos vio, vino directo a las vallas a saludarnos, a pesar de que había sido un tema complicado no tuvo miedo en acercarse. Meses más tarde, en un acto por la entrega de unas viviendas volví a verla, me saqué una foto con ella y le dije que ella y Néstor eran los que más habían hecho para darles casa a los pobres. Y me contestó: ‘Y faltan hacer muchas, Pitu. Vamos a hacer muchas más’.”
- Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo
“El año pasado cuando cumplí 80 años, un día como hoy (cumple el 22 de octubre) recibí un llamado a la noche. ‘La Presidenta quiere hablar con usted’. Atendí y me dijo: ‘Estelita, ¿como estás? Estoy en Calafate con Néstor, no vamos a poder estar allá’. Yo los había invitado y habíamos estado en febrero en el cumpleaños de Néstor. Después me pasó con Néstor y me saludó, me mandó saludos para todos mis hijos por sus nombres. Para mí fue una demostración de afecto muy grande, un halago, que tengan tantas cosas de qué ocuparse y se acuerden de mi cumpleaños. Después recibí unos regalos de parte de ellos que pensaba agradecer cuando volvieran, pero Néstor murió y fue una tristeza muy grande. Ahora, el 14 de septiembre en París, cuando nos acompañó a recibir el premio de la Unesco, tuvo palabras muy fuertes de comprensión de lo que es el dolor y la búsqueda de la verdad y justicia de una hija. Ella dice que yo le hago acordar a su mamá y yo le digo que me hace acordar a mi hija. Nos mandamos mensajes de madre e hija. Y yo tomé la actitud de acercarme por cuestiones de Estado porque terceros me dijeron ‘tu palabra para ella sirve’. Y para mí es un orgullo.”
- Jorge Landau, diputado y apoderado del Frente para la Victoria
“Es sorprendente cuánto le dedica Cristina al tema de recuperar la ciencia. Recuerdo el encuentro que hizo, en Alemania, en octubre de 2010, con los científicos argentinos que vivían ahí. Se hizo en el hotel donde paraba la delegación, y ella los escuchó a cada uno de ellos, sus historias, sus experiencias, sus inquietudes, y después se tomó el trabajo de contestar sus dudas y explicarles cómo estaban las cosas en el país, en qué habían cambiado desde que se fueron. Me acuerdo que les dedicó a ellos tanto tiempo y energía como quien la puso, en el mismo viaje, a discutir con Angela Merkel la situación de la deuda argentina con el Club de París.
- Daniel Filmus, senador
“En septiembre del 2007, después de que Cristina fuera electa y antes de que asumiera, convocamos a los mejores científicos argentinos radicados en Estados Unidos. Estábamos con (el canciller) Héctor Timerman, (el ministro de Trabajo) Carlos Tomada, y estaba también Adrián Paenza. Minutos antes de entrar, le pasaron a Cristina una hojita con los nombres de los científicos y los temas que investigaba cada uno. Entramos a la reunión y todo el mundo esperaba, digamos, las palabras de la Presidenta. Ella, en lugar de dar un discurso, empezó a preguntar tema por tema: ‘¿Quién es el que investiga tal cosa?’, ‘¿Quién es el que investiga tal otra?’. Se lo acordaba de memoria. El protagonista de ese encuentro, que era Adrián (Paenza), no lo podía creer y los científicos tampoco. Eso habla de quién es ella.”
Cristina F. de Kirchner
- Carlos Tomada, ministro de Trabajo
“En septiembre de 2008 comenzaba una crisis financiera mundial sin precedentes, y se abrió, entonces, una nueva etapa. Con ese estallido, intuíamos que se avecinaban turbulencias en el futuro. Uno de los primeros días de septiembre, Cristina me convocó a Olivos. Yo era un ministro que podía enorgullecerse de integrar un gobierno que no había decretado ilegal ninguna huelga. No habíamos suspendido ni un año la negociación colectiva, lo que se mantiene en la actualidad. Y también era parte de un gobierno que no había dictado una sola norma en contra de los trabajadores. Así que fui todo el viaje hasta allí pensando que esa situación había llegado a su fin, que iba a ser necesario que hiciéramos algo con el empleo o con la negociación colectiva. En Olivos me paré en la puerta del despacho de Cristina, quien, antes de saludarme, me dijo: ‘Carlos, el empleo no se toca. ¿Está claro?’. Fue una inyección de confianza. Hasta entonces, la reacción ante las grandes crisis había sido ajustar salvajemente.”
- Alejandro “Pitu” Salvatierra, dirigente social
“Después del conflicto del Indoamericano, el Gobierno hizo en el predio del ex Club Albariños un cuartel de bomberos y varias oficinas sociales. El día que lo inauguraron vino Cristina, y cuando nos vio, vino directo a las vallas a saludarnos, a pesar de que había sido un tema complicado no tuvo miedo en acercarse. Meses más tarde, en un acto por la entrega de unas viviendas volví a verla, me saqué una foto con ella y le dije que ella y Néstor eran los que más habían hecho para darles casa a los pobres. Y me contestó: ‘Y faltan hacer muchas, Pitu. Vamos a hacer muchas más’.”
- Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo
“El año pasado cuando cumplí 80 años, un día como hoy (cumple el 22 de octubre) recibí un llamado a la noche. ‘La Presidenta quiere hablar con usted’. Atendí y me dijo: ‘Estelita, ¿como estás? Estoy en Calafate con Néstor, no vamos a poder estar allá’. Yo los había invitado y habíamos estado en febrero en el cumpleaños de Néstor. Después me pasó con Néstor y me saludó, me mandó saludos para todos mis hijos por sus nombres. Para mí fue una demostración de afecto muy grande, un halago, que tengan tantas cosas de qué ocuparse y se acuerden de mi cumpleaños. Después recibí unos regalos de parte de ellos que pensaba agradecer cuando volvieran, pero Néstor murió y fue una tristeza muy grande. Ahora, el 14 de septiembre en París, cuando nos acompañó a recibir el premio de la Unesco, tuvo palabras muy fuertes de comprensión de lo que es el dolor y la búsqueda de la verdad y justicia de una hija. Ella dice que yo le hago acordar a su mamá y yo le digo que me hace acordar a mi hija. Nos mandamos mensajes de madre e hija. Y yo tomé la actitud de acercarme por cuestiones de Estado porque terceros me dijeron ‘tu palabra para ella sirve’. Y para mí es un orgullo.”
- Jorge Landau, diputado y apoderado del Frente para la Victoria
“Es sorprendente cuánto le dedica Cristina al tema de recuperar la ciencia. Recuerdo el encuentro que hizo, en Alemania, en octubre de 2010, con los científicos argentinos que vivían ahí. Se hizo en el hotel donde paraba la delegación, y ella los escuchó a cada uno de ellos, sus historias, sus experiencias, sus inquietudes, y después se tomó el trabajo de contestar sus dudas y explicarles cómo estaban las cosas en el país, en qué habían cambiado desde que se fueron. Me acuerdo que les dedicó a ellos tanto tiempo y energía como quien la puso, en el mismo viaje, a discutir con Angela Merkel la situación de la deuda argentina con el Club de París.
- Daniel Filmus, senador
“En septiembre del 2007, después de que Cristina fuera electa y antes de que asumiera, convocamos a los mejores científicos argentinos radicados en Estados Unidos. Estábamos con (el canciller) Héctor Timerman, (el ministro de Trabajo) Carlos Tomada, y estaba también Adrián Paenza. Minutos antes de entrar, le pasaron a Cristina una hojita con los nombres de los científicos y los temas que investigaba cada uno. Entramos a la reunión y todo el mundo esperaba, digamos, las palabras de la Presidenta. Ella, en lugar de dar un discurso, empezó a preguntar tema por tema: ‘¿Quién es el que investiga tal cosa?’, ‘¿Quién es el que investiga tal otra?’. Se lo acordaba de memoria. El protagonista de ese encuentro, que era Adrián (Paenza), no lo podía creer y los científicos tampoco. Eso habla de quién es ella.”
FRENTE AMPLIO POPULAR
“Durante una de nuestras charlas, yo trataba de convencerlo de dar a conocer la mesura con que vive, que se supiera por ejemplo cómo es su casa. Me contestó, sorprendido: ‘¡Pero si yo vivo en una mansión!’. En comparación con otros políticos, su casa no tiene nada de mansión, pero Binner pensaba en otra cosa, comparaba su estatus económico con el de cientos de miles que todavía viven en la miseria. Otro rasgo: la independencia de juicio. Vino a París para participar en una reunión de la Internacional Socialista y en una pausa fuimos a un museo de artes primitivas. Un grupito admiraba unas esculturas olmecas de madres con hijos: lo llamativo de sus miradas, el parecido con obras de Botero o el arte de vanguardia. El también contemplaba. Giró y me dijo: ‘Si te fijás en la forma de la papada de la mujer y de los niños, ves la carencia de yodo que sufría esa gente’. ¡Qué superficiales, los otros y yo!”
- Norma Morandini, compañera de fórmula
“En los años de la democratización, por 1982, Joan Manuel Serrat fue a cantar a Rosario. Binner fue con un grupo a escucharlo; hacia un frío brutal y él se la pasó sosteniendo un pequeño cartel entre la multitud en el que se leía ‘Partido Socialista’. El es lo que se ve, sobrio. Pero en la intimidad de la campaña me impresiona cómo escucha y manifiesta humor.”
- María de los Angeles González, ministra de Cultura de Santa Fe
“Lo conocí cuando era secretario de Salud de la Municipalidad de Rosario. Preparábamos con él, y por su idea, el primer encuentro de jóvenes y adolescentes. Discutíamos sobre bandas de rock en una mesa atestada de organizadores. Se sentó muy circunspecto y yo me pregunté: ¿cómo impulsa esta locura única en el país, siendo tan serio? Un día le pregunté, mientras viajábamos en una combi en el Día del Juego y la Convivencia, cómo le gustaría que lo recordaron. El contestó: ‘No sé si van a recordarme, pero de ser así que sea porque pusimos toda la ciudad mirando al río, dejamos todo el río público, y por la infancia’. Otro; en la crisis del 2001 estábamos todos los funcionarios en la Granja de la Infancia inventando estrategias por el ‘Que se vayan todos’. Hermes dijo: ‘Ahora hay que ir a las asambleas ciudadanas y si nos silban qué importa, vamos a escuchar, se lo debemos a la gente’.”
- Osvaldo Bazán, periodista “Era mediados de los ’90 y por la Avenida Belgrano de Rosario apareció el Binnermóvi; un simple rastrojero con ese señor que no hubiera entrado jamás en la selección de los ‘1000 políticos más carismáticos de Rosario de la década del ‘90’. Saludaba, pedía su voto para intendente. Me acerqué al rastrojero y de entre el merchandising electoral elegí un mate. Un mate gris, con la leyenda ‘Hermes Bi-nner. Intendente de Rosario’. Me lo quedé. Igual, en aquel momento no lo voté. A mí los socialistas rosarinos siempre me habían causado gracia, eran un chiste menor: ‘Estévez Boero, socialista estanciero’ y esas cosas. Pasaron dieciséis años. Menem/De la Rúa/Todos esos/Kirchner/Kirchner. Ese señor arriba del rastrojero hoy tiene una responsabilidad nacional. No lo cercan casos de corrupción, puede decir las palabras ‘salud’ y ‘educación’ sin ponerse colorado. Son tres motivos que me entusiasman. Y esta mañana vuelvo a usar el mate aquél, que me acompañó en mudanzas, desilusiones románticas, ilusiones románticas, en fin. En todo lo que me pasó en estos dieciséis años. El mate, usado y recontrausado, se la banca. Es de buena madera.”
Hermes Binner
- Daniel Attala, autor de su biografía
“Durante una de nuestras charlas, yo trataba de convencerlo de dar a conocer la mesura con que vive, que se supiera por ejemplo cómo es su casa. Me contestó, sorprendido: ‘¡Pero si yo vivo en una mansión!’. En comparación con otros políticos, su casa no tiene nada de mansión, pero Binner pensaba en otra cosa, comparaba su estatus económico con el de cientos de miles que todavía viven en la miseria. Otro rasgo: la independencia de juicio. Vino a París para participar en una reunión de la Internacional Socialista y en una pausa fuimos a un museo de artes primitivas. Un grupito admiraba unas esculturas olmecas de madres con hijos: lo llamativo de sus miradas, el parecido con obras de Botero o el arte de vanguardia. El también contemplaba. Giró y me dijo: ‘Si te fijás en la forma de la papada de la mujer y de los niños, ves la carencia de yodo que sufría esa gente’. ¡Qué superficiales, los otros y yo!”
- Norma Morandini, compañera de fórmula
“En los años de la democratización, por 1982, Joan Manuel Serrat fue a cantar a Rosario. Binner fue con un grupo a escucharlo; hacia un frío brutal y él se la pasó sosteniendo un pequeño cartel entre la multitud en el que se leía ‘Partido Socialista’. El es lo que se ve, sobrio. Pero en la intimidad de la campaña me impresiona cómo escucha y manifiesta humor.”
- María de los Angeles González, ministra de Cultura de Santa Fe
“Lo conocí cuando era secretario de Salud de la Municipalidad de Rosario. Preparábamos con él, y por su idea, el primer encuentro de jóvenes y adolescentes. Discutíamos sobre bandas de rock en una mesa atestada de organizadores. Se sentó muy circunspecto y yo me pregunté: ¿cómo impulsa esta locura única en el país, siendo tan serio? Un día le pregunté, mientras viajábamos en una combi en el Día del Juego y la Convivencia, cómo le gustaría que lo recordaron. El contestó: ‘No sé si van a recordarme, pero de ser así que sea porque pusimos toda la ciudad mirando al río, dejamos todo el río público, y por la infancia’. Otro; en la crisis del 2001 estábamos todos los funcionarios en la Granja de la Infancia inventando estrategias por el ‘Que se vayan todos’. Hermes dijo: ‘Ahora hay que ir a las asambleas ciudadanas y si nos silban qué importa, vamos a escuchar, se lo debemos a la gente’.”
- Osvaldo Bazán, periodista “Era mediados de los ’90 y por la Avenida Belgrano de Rosario apareció el Binnermóvi; un simple rastrojero con ese señor que no hubiera entrado jamás en la selección de los ‘1000 políticos más carismáticos de Rosario de la década del ‘90’. Saludaba, pedía su voto para intendente. Me acerqué al rastrojero y de entre el merchandising electoral elegí un mate. Un mate gris, con la leyenda ‘Hermes Bi-nner. Intendente de Rosario’. Me lo quedé. Igual, en aquel momento no lo voté. A mí los socialistas rosarinos siempre me habían causado gracia, eran un chiste menor: ‘Estévez Boero, socialista estanciero’ y esas cosas. Pasaron dieciséis años. Menem/De la Rúa/Todos esos/Kirchner/Kirchner. Ese señor arriba del rastrojero hoy tiene una responsabilidad nacional. No lo cercan casos de corrupción, puede decir las palabras ‘salud’ y ‘educación’ sin ponerse colorado. Son tres motivos que me entusiasman. Y esta mañana vuelvo a usar el mate aquél, que me acompañó en mudanzas, desilusiones románticas, ilusiones románticas, en fin. En todo lo que me pasó en estos dieciséis años. El mate, usado y recontrausado, se la banca. Es de buena madera.”
UDESO
“Durante la campaña yo lo jodía mucho a Ricardo con lo que después denominé ‘la dieta radical’. Resulta que siempre que llegábamos a los actos, a Ricardo no le gustaba que sirvieran la comida antes de que hablara él. Como siempre era el último de una larga lista, cuando terminaba nos teníamos que ir a las apuradas. Me acuerdo de al menos cuatro promesas incumplidas: una vez casi comemos locro, otra casi cabrito, otra casi asado con cuero y una en Río Primero, Córdoba, que era como la capital argentina del pollo o algo así y casi comemos pollo. Así cualquiera adelgaza, Ricardo es feliz comiendo medialunas a las tres de la tarde, pero yo me quedaba con un hambre tremendo.”
- Morena Quiroz, dirigente porteña y asesora
“Me quedo con una anécdota de cuando lo acompañé a Rosario, donde lo habían invitado a dar una charla en la universidad. Manejaba Jorge Deantoni y Ricardo iba en el asiento del acompañante. A él le gusta siempre sacarse los zapatos y poner los pies sobre la guantera, casi sobre el vidrio. Paramos en una estación de servicio, se baja, come una medialuna porque tiene una devoción por las facturas y seguimos viaje. Entonces llegamos a la universidad, lo esperaban el decano de la Facultad de Sociales, profesores eméritos y militantes de la Franja Morada. Estaba tan contento que apenas paramos con el auto sale eyectado para saludar a los que lo iban a recibir. Yo me quedé en el auto y de repente lo miro por la ventanilla cómo apretaba los dedos de los pies. Estaba en medias. Le chiflo y le hago señas. El no me entiende y como que se fastidia hasta que le digo: ‘Los zapatos’. Ahí se da cuenta, se ríe, viene corriendo a buscarlos y vuelve. Es así, medio ansioso y nunca se preocupa por el protocolo”.
- Guillermo “Willy” Hoerth, amigo
“Durante esta campaña estábamos en un acto al mediodía en Córdoba. Teníamos muy poco tiempo porque teníamos que tomar un avión para viajar a otra provincia. Entonces nos organizamos para comprar empanadas y alguna bebida para comer durante el vuelo. Pero en la actividad, uno de los organizadores le regaló a Ricardo una caja de seis vinos Rutini, pensando que a él le gustaba como a Raúl. Cuando nos vamos, trato de acercarme al auto en medio de la gente que quería saludar a Ricardo. Como no podía llegar y quería dejarle la caja de vinos a Naldi Caminos, quien volaba con nosotros, uno de los que estaban en medio del quilombo me dice que le dé la caja que él se la pasaba. Llegamos al avión, vamos a abrir las empanadas y el vino no estaba. ‘Hay que ser pelotudo’, repetía Alfonsín, entre risas y bronca, mientras comíamos las empanadas, sin nada para tomar.”
- Juan Pedro Tunessi,diputado nacional
“Ricardo siempre tenía esta idea un tanto utópica de tratar de llegar a todos lados. Decía que quería tocar el timbre en todas las casas y saludar a todos los votantes. Me acuerdo cuando estuvimos en Río Negro, que hicimos la línea de la ruta 22 entrando a todos los pueblitos de la provincia. Y en algunos pueblos íbamos y hacíamos dos o tres actos el mismo día. Parábamos en hotelitos muy chiquitos, a veces no conseguíamos habitación y terminábamos tres o cuatro en la misma habitación. De repente, pasábamos por el Comité local y la sociedad de fomento y veíamos que venía la misma gente del acto de la mañana y el de la tarde. ‘Che, pero a éstos ya los vi, ya los saludé’, nos decía Ricardo, que cuando se cansaba, dejaba el discurso por la mitad, nos presentaba a nosotros y nos decía que hablemos sin que hubiéramos preparado nada.”
Ricardo Alfonsín
- Javier González Fraga, candidato a vicepresidente
“Durante la campaña yo lo jodía mucho a Ricardo con lo que después denominé ‘la dieta radical’. Resulta que siempre que llegábamos a los actos, a Ricardo no le gustaba que sirvieran la comida antes de que hablara él. Como siempre era el último de una larga lista, cuando terminaba nos teníamos que ir a las apuradas. Me acuerdo de al menos cuatro promesas incumplidas: una vez casi comemos locro, otra casi cabrito, otra casi asado con cuero y una en Río Primero, Córdoba, que era como la capital argentina del pollo o algo así y casi comemos pollo. Así cualquiera adelgaza, Ricardo es feliz comiendo medialunas a las tres de la tarde, pero yo me quedaba con un hambre tremendo.”
- Morena Quiroz, dirigente porteña y asesora
“Me quedo con una anécdota de cuando lo acompañé a Rosario, donde lo habían invitado a dar una charla en la universidad. Manejaba Jorge Deantoni y Ricardo iba en el asiento del acompañante. A él le gusta siempre sacarse los zapatos y poner los pies sobre la guantera, casi sobre el vidrio. Paramos en una estación de servicio, se baja, come una medialuna porque tiene una devoción por las facturas y seguimos viaje. Entonces llegamos a la universidad, lo esperaban el decano de la Facultad de Sociales, profesores eméritos y militantes de la Franja Morada. Estaba tan contento que apenas paramos con el auto sale eyectado para saludar a los que lo iban a recibir. Yo me quedé en el auto y de repente lo miro por la ventanilla cómo apretaba los dedos de los pies. Estaba en medias. Le chiflo y le hago señas. El no me entiende y como que se fastidia hasta que le digo: ‘Los zapatos’. Ahí se da cuenta, se ríe, viene corriendo a buscarlos y vuelve. Es así, medio ansioso y nunca se preocupa por el protocolo”.
- Guillermo “Willy” Hoerth, amigo
“Durante esta campaña estábamos en un acto al mediodía en Córdoba. Teníamos muy poco tiempo porque teníamos que tomar un avión para viajar a otra provincia. Entonces nos organizamos para comprar empanadas y alguna bebida para comer durante el vuelo. Pero en la actividad, uno de los organizadores le regaló a Ricardo una caja de seis vinos Rutini, pensando que a él le gustaba como a Raúl. Cuando nos vamos, trato de acercarme al auto en medio de la gente que quería saludar a Ricardo. Como no podía llegar y quería dejarle la caja de vinos a Naldi Caminos, quien volaba con nosotros, uno de los que estaban en medio del quilombo me dice que le dé la caja que él se la pasaba. Llegamos al avión, vamos a abrir las empanadas y el vino no estaba. ‘Hay que ser pelotudo’, repetía Alfonsín, entre risas y bronca, mientras comíamos las empanadas, sin nada para tomar.”
- Juan Pedro Tunessi,diputado nacional
“Ricardo siempre tenía esta idea un tanto utópica de tratar de llegar a todos lados. Decía que quería tocar el timbre en todas las casas y saludar a todos los votantes. Me acuerdo cuando estuvimos en Río Negro, que hicimos la línea de la ruta 22 entrando a todos los pueblitos de la provincia. Y en algunos pueblos íbamos y hacíamos dos o tres actos el mismo día. Parábamos en hotelitos muy chiquitos, a veces no conseguíamos habitación y terminábamos tres o cuatro en la misma habitación. De repente, pasábamos por el Comité local y la sociedad de fomento y veíamos que venía la misma gente del acto de la mañana y el de la tarde. ‘Che, pero a éstos ya los vi, ya los saludé’, nos decía Ricardo, que cuando se cansaba, dejaba el discurso por la mitad, nos presentaba a nosotros y nos decía que hablemos sin que hubiéramos preparado nada.”
COMPROMISO FEDERAL
“Cuando pasaron las internas y empezamos a pensar en la segunda etapa de la campaña, planificamos el spot de Alberto y el slogan. Faltaba definir cómo iba a ir vestido, qué se iba a poner. Y uno dice ‘que vaya de camisa’ y otro le contesta ‘no, de camisa va a estar (Eduardo) Duhalde’. ¿Y Alfonsín? Se iba poner un traje del padre. ‘Binner va a llevar un perramus europeo’, dice otro. (Jorge) Altamira, supusimos que iba a ir de elegante sport. Y Alberto estaba ya podrido del tema y dijo: ‘Bueno, ya está. Me voy a poner un saco blanco y voy a resaltar como el Papa’. Así salió la idea del traje blanco: por descarte.”
- Adolfo Rodríguez Saá, hermano de Alberto y candidato a senador
“Alberto no hizo la secundaria en un colegio sino en dos. A la mañana cursaba el bachiller nacional, como todo el mundo, y a la tarde cursó uno con orientación artística, donde se recibió de profesor de dibujo. Cuando vinimos para Buenos Aires a estudiar Abogacía, él empezó a dar clases particulares de plástica. De eso vivimos los dos y con eso nos pudimos mantener los estudios. Esa es la generosidad de Alberto.”
- Delfina Frers, ex modelo, corredora de autos y actual pareja de Rodríguez Saá
“Nos conocimos en el 2003. Yo competía en el TC2000 y fui invitada a la reinauguración del autódromo de San Luis, que fue reconstruido y puesto en valor gracias a Alberto. Después de la reapertura de la posta, Alberto nos invitó a todos los pilotos a su casa en Los Peñitos. Ese fue uno de los lugares más mágicos que conocí en mi vida. Debo confesar que ya lo había visto a Alberto varias veces en algunos eventos y siempre me gustó mucho, pero no fue fácil construir lo que tenemos ahora porque en ese entonces, cuando nos conocimos, los dos teníamos nuestras historias.”
- Esther Goris, actriz y ex pareja de Rodríguez Saá
“Teníamos fuertes diferencias ideológicas. Me acuerdo de un reportaje con el queridísimo Jorge Guinzburg donde tuvimos un enfrentamiento en cámara y él estaba en plena campaña presidencial. Fue un cruce por Menem y por Patti, cuando yo dije que con ninguno de los dos me sentaría a una mesa.”
- Raúl Castells, dirigente del Movimiento Independiente de Jubilados y desocupados (MIDJ)
“Resulta que como los movimientos sociales somos descreídos de las dirigencias, fuimos con una delegación de 45 personas a ver realmente cómo es su gestión. Estábamos todos muy asombrados con la producción pública de medicamentos y las obras del gobierno provincial en general, el momento más sorprendente para los compañeros fue ver una réplica exacta del Cabildo y la Pirámide de Mayo en medio de un descampado en San Luis, ¡idéntico!, del mismo tamaño y todo. Es una obra que muestra cómo es él.”
Alberto Rodríguez Saá
- José María “Tati” Vernet, candidato a vicepresidente
“Cuando pasaron las internas y empezamos a pensar en la segunda etapa de la campaña, planificamos el spot de Alberto y el slogan. Faltaba definir cómo iba a ir vestido, qué se iba a poner. Y uno dice ‘que vaya de camisa’ y otro le contesta ‘no, de camisa va a estar (Eduardo) Duhalde’. ¿Y Alfonsín? Se iba poner un traje del padre. ‘Binner va a llevar un perramus europeo’, dice otro. (Jorge) Altamira, supusimos que iba a ir de elegante sport. Y Alberto estaba ya podrido del tema y dijo: ‘Bueno, ya está. Me voy a poner un saco blanco y voy a resaltar como el Papa’. Así salió la idea del traje blanco: por descarte.”
- Adolfo Rodríguez Saá, hermano de Alberto y candidato a senador
“Alberto no hizo la secundaria en un colegio sino en dos. A la mañana cursaba el bachiller nacional, como todo el mundo, y a la tarde cursó uno con orientación artística, donde se recibió de profesor de dibujo. Cuando vinimos para Buenos Aires a estudiar Abogacía, él empezó a dar clases particulares de plástica. De eso vivimos los dos y con eso nos pudimos mantener los estudios. Esa es la generosidad de Alberto.”
- Delfina Frers, ex modelo, corredora de autos y actual pareja de Rodríguez Saá
“Nos conocimos en el 2003. Yo competía en el TC2000 y fui invitada a la reinauguración del autódromo de San Luis, que fue reconstruido y puesto en valor gracias a Alberto. Después de la reapertura de la posta, Alberto nos invitó a todos los pilotos a su casa en Los Peñitos. Ese fue uno de los lugares más mágicos que conocí en mi vida. Debo confesar que ya lo había visto a Alberto varias veces en algunos eventos y siempre me gustó mucho, pero no fue fácil construir lo que tenemos ahora porque en ese entonces, cuando nos conocimos, los dos teníamos nuestras historias.”
- Esther Goris, actriz y ex pareja de Rodríguez Saá
“Teníamos fuertes diferencias ideológicas. Me acuerdo de un reportaje con el queridísimo Jorge Guinzburg donde tuvimos un enfrentamiento en cámara y él estaba en plena campaña presidencial. Fue un cruce por Menem y por Patti, cuando yo dije que con ninguno de los dos me sentaría a una mesa.”
- Raúl Castells, dirigente del Movimiento Independiente de Jubilados y desocupados (MIDJ)
“Resulta que como los movimientos sociales somos descreídos de las dirigencias, fuimos con una delegación de 45 personas a ver realmente cómo es su gestión. Estábamos todos muy asombrados con la producción pública de medicamentos y las obras del gobierno provincial en general, el momento más sorprendente para los compañeros fue ver una réplica exacta del Cabildo y la Pirámide de Mayo en medio de un descampado en San Luis, ¡idéntico!, del mismo tamaño y todo. Es una obra que muestra cómo es él.”
FRENTE POPULAR
“Una vez íbamos volando con el Momo Venegas. Habíamos ido a Posadas, a una feria del sector agropecuario. Viajamos en un avión bimotor y teníamos que volver a Buenos Aires. Subieron todos al avión, al que los pilotos suben por una puerta lateral. Se sentaron todos en la parte de atrás. Y Duhalde dice: ‘Che, falta Miguel Angel’, Y le contestan: ‘No, no, no, vuelve por tierra’. Levanta vuelo el avión y, cuando estamos en el aire, corro la cortinita de la cabina y le digo: ‘No, no me vuelvo en auto. Estoy acá, piloteando’. Eduardo puso una cara de ‘es lo único que me faltaba’. ¡Se pegó un cagazo! Cuando aterricé –lo aterricé como una seda–, Duhalde pidió un aplauso para el piloto.”
- Mario Das Neves, candidato a vicepresidente
“Cuando corrían los primeros meses de la gestión de Duhalde al frente del Ejecutivo nacional, y yo era director general de Aduanas, recibí un llamado de él pidiéndome que buscara hasta el último recurso de mi área de gestión, porque la situación de las arcas nacionales era muy mala y preocupante. A su vez, me pidió ideas para poder mejorar los ingresos, cosa que me llevó a propiciar la Ley de Rezagos, que permitió donar autos y liberar inumerable cantidad de bienes trabados en las aduanas de todo el país. Esto afianzó nuestra relación y permitió que nos conociéramos en la gestión los dos que hoy compartimos la fórmula presidencial”.
- Carlos Brown, jefe de campaña
“A Duhalde lo conozco de los años setenta, cuando fue intendente. Siempre fue un hombre respetuoso de las instituciones. Yo tuve una competencia fuerte con él para la gobernación. El tenía toda la estructura de gobierno, desde el presidente. El gana –yo saqué un 25 por ciento– y fui a saludarlo. A los dos días, me llamó y me designó como su primer ministro, ministro de Producción. Pasaron dos meses de las internas. Y no lo volví a ver. Mis adversarios fueron a hablar con él para que no cumpla. Y pensé que me había hecho una promesa en el aire. Pero él los sacó, porque había dado su promesa. Me lo encontré un día y no solo me cumplió y me dio total libertad en el ministerio, Duhalde cumple: nunca me falló, por eso soy un tipo muy agradecido con él”.
- Carlos Ruckauf, ex canciller de Duhalde y candidato a diputado
“Lo que más recuerdo es una anécdota con Raúl Alfonsín, cuando se tuvo que hacer cargo Duhalde de la Presidencia. Les preguntamos a los radicales si estaban dispuestos a colocar ministros. Y dijo que sí. Y Duhalde le preguntó: ‘¿Qué va a pasar con el radicalismo?’. Y Alfonsín le contesta: ‘Primero está la república y después están los partidos’. Lo que pinta es también la generosidad de Don Raúl. El gobierno de Duhalde fue un gobierno parlamentario, porque en una crisis así vos tenés que armar un gobierno que tenga soporte suficiente. La convivencia fue buena.”
- Chiche Duhalde, esposa y candidata a senadora
“Físicamente, no tiene características apolíneas. Tiene facilidad para engordar. Me llama cuatro o cinco veces por día adonde yo esté. ‘Gorda, ¿qué estás haciendo? ¿Cómo estás?’. O me escribe notas. A él lo llamo Negro. Siempre fuimos Chiche y Negro. No es regalero, pero nunca me van a faltar las flores el día de mi cumpleaños, o el de la madre, o el de nuestro casamiento. Así como no se acuerda con exactitud el día de cumpleaños de los chicos, del mío sí. Los detalles de nuestra pareja los tiene muy presentes. Cuando recién nos casamos y teníamos una discusión, yo le decía: ‘No te preocupes, nos separamos y listo’. Y él me respondía: ‘No lo vas a lograr ni loca’. ¿Cómo voy a dar el brazo a torcer si yo soy la reina?”.
Eduardo Duhalde
- Miguel Angel Toma, ex jefe de la SIDE
“Una vez íbamos volando con el Momo Venegas. Habíamos ido a Posadas, a una feria del sector agropecuario. Viajamos en un avión bimotor y teníamos que volver a Buenos Aires. Subieron todos al avión, al que los pilotos suben por una puerta lateral. Se sentaron todos en la parte de atrás. Y Duhalde dice: ‘Che, falta Miguel Angel’, Y le contestan: ‘No, no, no, vuelve por tierra’. Levanta vuelo el avión y, cuando estamos en el aire, corro la cortinita de la cabina y le digo: ‘No, no me vuelvo en auto. Estoy acá, piloteando’. Eduardo puso una cara de ‘es lo único que me faltaba’. ¡Se pegó un cagazo! Cuando aterricé –lo aterricé como una seda–, Duhalde pidió un aplauso para el piloto.”
- Mario Das Neves, candidato a vicepresidente
“Cuando corrían los primeros meses de la gestión de Duhalde al frente del Ejecutivo nacional, y yo era director general de Aduanas, recibí un llamado de él pidiéndome que buscara hasta el último recurso de mi área de gestión, porque la situación de las arcas nacionales era muy mala y preocupante. A su vez, me pidió ideas para poder mejorar los ingresos, cosa que me llevó a propiciar la Ley de Rezagos, que permitió donar autos y liberar inumerable cantidad de bienes trabados en las aduanas de todo el país. Esto afianzó nuestra relación y permitió que nos conociéramos en la gestión los dos que hoy compartimos la fórmula presidencial”.
- Carlos Brown, jefe de campaña
“A Duhalde lo conozco de los años setenta, cuando fue intendente. Siempre fue un hombre respetuoso de las instituciones. Yo tuve una competencia fuerte con él para la gobernación. El tenía toda la estructura de gobierno, desde el presidente. El gana –yo saqué un 25 por ciento– y fui a saludarlo. A los dos días, me llamó y me designó como su primer ministro, ministro de Producción. Pasaron dos meses de las internas. Y no lo volví a ver. Mis adversarios fueron a hablar con él para que no cumpla. Y pensé que me había hecho una promesa en el aire. Pero él los sacó, porque había dado su promesa. Me lo encontré un día y no solo me cumplió y me dio total libertad en el ministerio, Duhalde cumple: nunca me falló, por eso soy un tipo muy agradecido con él”.
- Carlos Ruckauf, ex canciller de Duhalde y candidato a diputado
“Lo que más recuerdo es una anécdota con Raúl Alfonsín, cuando se tuvo que hacer cargo Duhalde de la Presidencia. Les preguntamos a los radicales si estaban dispuestos a colocar ministros. Y dijo que sí. Y Duhalde le preguntó: ‘¿Qué va a pasar con el radicalismo?’. Y Alfonsín le contesta: ‘Primero está la república y después están los partidos’. Lo que pinta es también la generosidad de Don Raúl. El gobierno de Duhalde fue un gobierno parlamentario, porque en una crisis así vos tenés que armar un gobierno que tenga soporte suficiente. La convivencia fue buena.”
- Chiche Duhalde, esposa y candidata a senadora
“Físicamente, no tiene características apolíneas. Tiene facilidad para engordar. Me llama cuatro o cinco veces por día adonde yo esté. ‘Gorda, ¿qué estás haciendo? ¿Cómo estás?’. O me escribe notas. A él lo llamo Negro. Siempre fuimos Chiche y Negro. No es regalero, pero nunca me van a faltar las flores el día de mi cumpleaños, o el de la madre, o el de nuestro casamiento. Así como no se acuerda con exactitud el día de cumpleaños de los chicos, del mío sí. Los detalles de nuestra pareja los tiene muy presentes. Cuando recién nos casamos y teníamos una discusión, yo le decía: ‘No te preocupes, nos separamos y listo’. Y él me respondía: ‘No lo vas a lograr ni loca’. ¿Cómo voy a dar el brazo a torcer si yo soy la reina?”.
COALICION CIVICA
“Durante la campaña de 2007 recorrimos la provincia en un Renault 21 modelo ’96 que me había dejado mi viejo. Cada dos por tres teníamos problemas y Carrió siempre me decía: ‘Otra vez en ese auto, cambialo’. En una visita a ExpoChacra, en Junín, el auto se murió y no arrancó más. Carrió llamó por teléfono, consiguió que la lleve otro y se fue puteando. Terminamos con Maricel Etchecoin Moro, Matías Méndez y Susana García empujando el auto hasta que se nos metió en un pozo y no lo pudimos sacar. Méndez sacó una foto y después hicieron uno de esos almanaques con una frase que decía algo así como: ‘Votalo a Pérez, aunque es probable que te lleve a un pozo’. Al año siguiente cambié el auto, pero con Carrió dijimos que cada uno se reparta la campaña.”
- Susana García, diputada nacional
“En 2003 hicimos una gira por la Patagonia que duró 25 días. Fue en mi auto, íbamos con Carrió y con su hijo, Nacho, de 10 años. Nos alojábamos en casas de familia, yo preparaba milanesas y nos las llevábamos para el camino. Lilita no se cansaba nunca. Le encanta viajar en auto y tiene un gran sentido del humor. Podíamos estar horas viajando y sin hablar. Parábamos en las estaciones de servicio, hablábamos con la gente. Llevábamos el auto empapelado para hacernos conocer y convocábamos a la gente con un megáfono.”
- Fernando Sánchez, legislador porteño
“Hace muchos años, cuando recién estaba generalizándose el uso de celulares Carrió ya tenía uno. Pero ella nunca fue muy amante de la tecnología y nosotros teníamos que andar detrás suyo para que no lo perdiera. Una vez, en un hotel de Rosario, se confundió y se llevó el control remoto del televisor en vez del celular. En todas las campañas, hayamos tenido mejores o peores resultados, siempre fueron momentos de aprendizaje y diversión porque Carrió es una persona con mucho sentido del humor.”
- Matías Méndez, vocero
“Cuando se sancionó la nulidad de las leyes de obediencia debida y punto final, fue una ley de Patricia Walsh y Marcela Rodríguez. El Gobierno quería buscar otra figura, que era la ‘inoponibilidad’, que suponía que la vigencia era a partir de ese momento y que no tenía las mismas consecuencias que la nulidad. Carrió trabajó mucho esa ley, habló mucho con el jefe de la bancada del PJ y con el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño. En una reunión de labor parlamentaria le dice a Patricia: ‘Meté la ley ahora que tenemos chances, yo creo que se la sacamos’. Walsh la presentó y finalmente salió. Al día siguiente, Carrió recibió en su casa una rosa preciosa, en una caja con un adorno como nunca había visto y con una tarjeta con una dedicatoria muy especial.”
Elisa Carrió
- Adrián Pérez, candidato a vicepresidente
“Durante la campaña de 2007 recorrimos la provincia en un Renault 21 modelo ’96 que me había dejado mi viejo. Cada dos por tres teníamos problemas y Carrió siempre me decía: ‘Otra vez en ese auto, cambialo’. En una visita a ExpoChacra, en Junín, el auto se murió y no arrancó más. Carrió llamó por teléfono, consiguió que la lleve otro y se fue puteando. Terminamos con Maricel Etchecoin Moro, Matías Méndez y Susana García empujando el auto hasta que se nos metió en un pozo y no lo pudimos sacar. Méndez sacó una foto y después hicieron uno de esos almanaques con una frase que decía algo así como: ‘Votalo a Pérez, aunque es probable que te lleve a un pozo’. Al año siguiente cambié el auto, pero con Carrió dijimos que cada uno se reparta la campaña.”
- Susana García, diputada nacional
“En 2003 hicimos una gira por la Patagonia que duró 25 días. Fue en mi auto, íbamos con Carrió y con su hijo, Nacho, de 10 años. Nos alojábamos en casas de familia, yo preparaba milanesas y nos las llevábamos para el camino. Lilita no se cansaba nunca. Le encanta viajar en auto y tiene un gran sentido del humor. Podíamos estar horas viajando y sin hablar. Parábamos en las estaciones de servicio, hablábamos con la gente. Llevábamos el auto empapelado para hacernos conocer y convocábamos a la gente con un megáfono.”
- Fernando Sánchez, legislador porteño
“Hace muchos años, cuando recién estaba generalizándose el uso de celulares Carrió ya tenía uno. Pero ella nunca fue muy amante de la tecnología y nosotros teníamos que andar detrás suyo para que no lo perdiera. Una vez, en un hotel de Rosario, se confundió y se llevó el control remoto del televisor en vez del celular. En todas las campañas, hayamos tenido mejores o peores resultados, siempre fueron momentos de aprendizaje y diversión porque Carrió es una persona con mucho sentido del humor.”
- Matías Méndez, vocero
“Cuando se sancionó la nulidad de las leyes de obediencia debida y punto final, fue una ley de Patricia Walsh y Marcela Rodríguez. El Gobierno quería buscar otra figura, que era la ‘inoponibilidad’, que suponía que la vigencia era a partir de ese momento y que no tenía las mismas consecuencias que la nulidad. Carrió trabajó mucho esa ley, habló mucho con el jefe de la bancada del PJ y con el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño. En una reunión de labor parlamentaria le dice a Patricia: ‘Meté la ley ahora que tenemos chances, yo creo que se la sacamos’. Walsh la presentó y finalmente salió. Al día siguiente, Carrió recibió en su casa una rosa preciosa, en una caja con un adorno como nunca había visto y con una tarjeta con una dedicatoria muy especial.”
FRENTE DE IZQUIERDA Y LOS TRABAJADORES
“Altamira iba a una actividad en Quilmes y paran el auto para un control de alcoholemia al compañero que manejaba; quien hacía el control lo reconoce y le dice: ‘Vamos con los 400 mil votos, eh?’. Altamira entonces me dice: ‘Si eso lo dice uno que hace control vehicular es porque los spots están pegando y nos va a ir bien’. Días después, de vuelta de un acto en Paraná me pasó algo similar durante un control de verificación de tránsito a la entrada del túnel subfluvial. El policía al que le doy el documento me mira y dice: ‘Son 400 mil los votos que necesitan, ¿no? En mi barrio hay varios que los votan’. Ahí me dije que la percepción de Altamira era cierta, y fue cierta, quebramos el piso proscriptivo.”
- Pablo Rieznik, economista, profesor titular de la UBA
“Conversación distedida algún 10 de enero, vino tinto, choripán y lomo a la parrilla obra de mi mujer, María. Con amigos y compañeros, sol, terraza y trotskistas. Y una vecina que se acerca porque lo reconoce, lo saluda orgullosa, y dice: ‘Yo lo voté’. No sólo de política vive el hombre.”
- Hernán “Cabra” de Vega, de Las Manos de Filippi
“Siempre en las entrevistas me preguntaban cómo compuse Señor Cobranza y cuando explicaba que fue a partir de la lectura de uno de esos análisis de Altamira que te hacen click en la cabeza, que me puse a escribirla de un tirón, hace diez años atrás los periodistas se sorprendían. Sonaba como algo loco, pero ahora cuando me hacen notas y vuelve a aparecer esa pregunta sobre cómo creé Señor Cobranza, algo cambió, ahora no les parece ninguna locura, es más común, y me piden que yo les cuente anécdotas de Altamira, quieren qué les cuente sobre cómo es él, se interesan.”
- Rubén “Pollo” Sobrero, dirigente ferroviario
“Recuerdo cuando me lo encontré a Jorge, que es hincha de Huracán, y le dije, siendo yo hincha de River: ‘Por lo menos me consuela que cuando nos toque jugar juntos tenemos los puntos asegurados’. A lo que me contestó: ‘Siento mucho que hayamos descendido, lo único que nos salva es que el FIT pasó a jugar en primera’.”
- Teresa, tía de Altamira, 90 años
“El otro día en un encuentro familiar le dije a Jorge que sólo salgo de casa para votar al Frente de Izquierda.”
Jorge Altamira
- Christian Castillo, su candidato a vicepresidente
“Altamira iba a una actividad en Quilmes y paran el auto para un control de alcoholemia al compañero que manejaba; quien hacía el control lo reconoce y le dice: ‘Vamos con los 400 mil votos, eh?’. Altamira entonces me dice: ‘Si eso lo dice uno que hace control vehicular es porque los spots están pegando y nos va a ir bien’. Días después, de vuelta de un acto en Paraná me pasó algo similar durante un control de verificación de tránsito a la entrada del túnel subfluvial. El policía al que le doy el documento me mira y dice: ‘Son 400 mil los votos que necesitan, ¿no? En mi barrio hay varios que los votan’. Ahí me dije que la percepción de Altamira era cierta, y fue cierta, quebramos el piso proscriptivo.”
- Pablo Rieznik, economista, profesor titular de la UBA
“Conversación distedida algún 10 de enero, vino tinto, choripán y lomo a la parrilla obra de mi mujer, María. Con amigos y compañeros, sol, terraza y trotskistas. Y una vecina que se acerca porque lo reconoce, lo saluda orgullosa, y dice: ‘Yo lo voté’. No sólo de política vive el hombre.”
- Hernán “Cabra” de Vega, de Las Manos de Filippi
“Siempre en las entrevistas me preguntaban cómo compuse Señor Cobranza y cuando explicaba que fue a partir de la lectura de uno de esos análisis de Altamira que te hacen click en la cabeza, que me puse a escribirla de un tirón, hace diez años atrás los periodistas se sorprendían. Sonaba como algo loco, pero ahora cuando me hacen notas y vuelve a aparecer esa pregunta sobre cómo creé Señor Cobranza, algo cambió, ahora no les parece ninguna locura, es más común, y me piden que yo les cuente anécdotas de Altamira, quieren qué les cuente sobre cómo es él, se interesan.”
- Rubén “Pollo” Sobrero, dirigente ferroviario
“Recuerdo cuando me lo encontré a Jorge, que es hincha de Huracán, y le dije, siendo yo hincha de River: ‘Por lo menos me consuela que cuando nos toque jugar juntos tenemos los puntos asegurados’. A lo que me contestó: ‘Siento mucho que hayamos descendido, lo único que nos salva es que el FIT pasó a jugar en primera’.”
- Teresa, tía de Altamira, 90 años
“El otro día en un encuentro familiar le dije a Jorge que sólo salgo de casa para votar al Frente de Izquierda.”
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